Jugando con fuego

Critico las formas. Me puede y me pone de los nervios que una formación política, la que sea, a estas alturas de la película, organice marchas con antorchas para gozarse y reivindicarse, à la Nuremberg, como si no hubiéramos tenido bastante en Europa. Podrían manifestarse con velitas, con linternas, o de día, por qué no. Pero las antorchas, por favor, déjenlas para la noche de San Juan, que no es la de los cristales rotos, sino otra. Las antorchas traen malos recuerdos y no es cuestión de jugar con fuego.

Otrosí, si insisten, podrían tomar lecciones de la República Democrática Popular de Corea y esmerarse un poco. O se hace bien, o no se hace.

3 comentarios:

  1. Disculpa la pregunta pero, ¿los de las antorchas son nacional(social)istas, no?

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  2. Normalmente, los que desfilan con antorchas en España siguen el paso de uno de estos caballeros: Primo de Rivera, Arana, Dencàs o Torquemada. Digamos que no eran seguidores de Torquemada. El caso de Corea es diferente. De casi doscientos estados que hay en el planeta, alguno tenía que salir rana, digo yo.

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  3. ... y, visto lo visto, Cataluña sigue el paso de Corea...

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