Mejor unidos


Queridos lectores:

Una vez, Metrópoli Abierta publica uno de mis artículos. Esta vez se titula Mejor unidos. Planteo la urgente necesidad de trabajar con inteligencia y amplitud de miras para afrontar la crisis en la que nos hemos metido y lo que hay, que no ha para muchas alegrías. Espero que les haga reflexionar.

Algunas estadísticas


Creo que ya les he contado alguna vez que trabajo a media jornada en una fundación que ejerce la tutela judicial de ancianos incapaces de defenderse ellos solos en esta vida. No me dedico a la cuestión social, sino a trabajos de soporte, como llevar sus cuentas, realizar gestiones, redactar informes sobre su actividad económica y cosas por el estilo.

En este trabajo viene un turno de guardia en el que he de estar pendiente las 24 horas del día de un teléfono, por si alguien nos avisa de una urgencia. Si una de las personas tuteladas acaba en las urgencias de un hospital o algo parecido, gestiono los acompañamientos, me intereso por su estado y cuando sea necesario, autorizo las intervenciones necesarias. También informo a la familia de todo. El otro tipo de urgencia es la defunción. Cuando nos avisan de la muerte de una de esas personas, realizo todas las gestiones relacionadas con su entierro, además de avisar a la familia y allegados.

Es lo que hay. Este trabajo me permite escribir y leer profesionalmente con cierta tranquilidad.

Como soy ingeniero, llevo una estadística de las urgencias. Calculo algunos ratios, hago gráficas y cosas así. No es que se las miren demasiado, pero a mí me sirven. 

Les mostraré una de las gráficas de este año, hasta hoy mismo. Aquí la tienen:


1 es enero, 2 es febrero, 3 es marzo, etcétera.

En negro, las defunciones. 
En rojo, los ingresos hospitalarios, las urgencias médicas, por cualquier causa.
En amarillo, el total.

Los recortes y la mala gestión en los servicios sociales y en el sistema sanitario, en las residencias de ancianos y en la atención primaria, tienen estas consecuencias.

Recuerden, lectores míos, cuando les toque votar, quiénes han apoyado esos recortes, preparado esos presupuestos y apoyado a quienes los llevan a (mal) término. No antepongan las palabras a los hechos, también lo pido.

Una cierta descomposición


Queridos lectores míos:

He aquí un nuevo artículo que ha tenido a bien publicar Metrópoli Abierta. Se titula Una cierta descomposición y señala la decadencia de Barcelona, evidente a simple vista. 

Me pilló de mal humor. Pero la decadencia está ahí, también hay que decirlo.

Historia general de los robos y asesinatos de los más famosos piratas



Tenía un libro por casa, la Historia general de los robos y asesinatos de los más famosos piratas, que, por razones que no vienen al caso, he tenido que releer. La publicó Valdemar en su día, en su colección histórica. La ha vuelto a publicar no hará mucho, con una cubierta diferente y un título más corto, Historia general de los piratas. La imagen que precede a estas líneas es de esta reedición.

La Historia general... se atribuyó, en su día, al capitán Charles Johnson, pero resultó que el tal capitán no era otro que Daniel Defoe, a quien conocerán por las aventuras de Robinsón Crusoe. El personaje del náufrago, por cierto, se inspiró en la historia real de un náufrago rescatado por el pirata Rogers, que aparece en esta Historia general..., como uno más de tantos y tan fascinantes personajes.

Estamos ante un trabajo periodístico (vamos a llamarlo así) del siglo XVIII. Defoe narra la historia de la que hoy conocemos como edad de oro de la piratería, con protagonistas tan famosos como Barbanegra, Jack Rackham o el sanguinario Vane. Si son aficionados a las series, les diré que el guión de Black Sails (una precuela de La Isla del Tesoro, por así decir) debe mucho a este libro.

Será un trabajo periodístico, pero se lee como una fascinante novela. Porque lo que cuenta es, en verdad, extraordinario. 

Volverla a leer ha sido una aventura extraordinaria.

La ristra de la amiga de Napoleón



Queridos lectores:

He contado en Twitter, de manera muy resumida y en forma de #RistraDeTuits, la historia de la amistad de Napoleón con Betsy Balcombe en particular y con los niños de Santa Helena en general, los niños de esos fieles que le acompañaron al exilio. Resulta cuanto menos curioso comprobar el comportamiento de Napoleón con esos chavales. Jugaba con ellos, les contaba cuentos, toleraba sus mil y una travesuras... Los chavales también respondieron a esa insólita amistad. En su lecho de muerte, los hijos de sus seguidores permanecieron al pie de la cama hasta el último momento.

De todo ello quedan algunas menciones en el Memorial de Santa Helena y un libro de recuerdos de la propia Betsy, además de cartas y otros documentos. 

La historia de Betsy ha inspirado algunas novelas, alguna película y, desde entonces hasta ahora, muchos rumores y maledicencias. 

Pueden consultar la #RistraDeTuits en:

La Edad del Automóvil


Queridos lectores:

Metrópoli Abierta ha tenido a bien publicar un artículo donde reflexiono sobre un problema que, tarde o temprano, tendremos que abordar, el de los automóviles en las ciudades. Se titula La Edad del Automóvil y espero que les dé en qué pensar.

¡Corred, corred!


Queridos lectores:

Metrópoli Abierta ha tenido a bien publicar ¡Corred, corred!, un artículo que, bajo un aspecto costumbrista, plantea el miedo que nos da comprobar quién está al timón del barco en que nos ha tocado a suertes capear el temporal.

Aunque su parte costumbrista también tiene su enjundia.

Visita al barbero



¡Por fin he podido ponerme en manos del barbero! Con cita previa, porque así lo mandan las autoridades en tiempos de confinamiento. Cada uno tiene sus manías, y una de las mías es que me siento incómodo con el cabello largo, y no me hace falta mucho para considerar que lo llevo largo.

Echen las cuentas. Llevaba dos meses, más las semanas anteriores al confinamiento, criando pelo. Comenzaba a obsesionarme. Si llego a tener una de esas máquinas de esquilar que venden por ahí, creo que cometo un estropicio. Suerte que las autoridades han manifestado su benevolencia y han abierto la veda para acudir al barbero de toda la vida. Con precauciones y citas previas, eso sí, y sin las viejas revistas de automóviles llenas de pelo que uno ojea para distraerse. 

Pero, a fin de cuentas, misión cumplida. Han despejado mi cocorota. La poda ha sido abundante, también lo digo.


Certificados de defunción


Trabajo en una fundación tutelar para poder trabajar con los libros, leyendo o escribiendo. Trabajo para poder trabajar, suelo decir, pero al menos ese trabajo necesario sirve para ayudar a la gente. Quien no se consuela es porque no quiere. 

La fundación ejerce la tutela judicial de ancianos, en su mayoría afectados por demencia senil. Ayer pasé parte de la mañana solicitando certificados de defunción. De media, se nos ha muerto una persona tutelada cada dos días desde que comenzó el confinamiento. He tenido que hablar con los parientes o allegados de algunas de estas personas, darles la mala noticia, organiza su entierro o su incineración... También he tenido que hablar con los encargados de las residencias, abandonados tantos días a su suerte, y con médicos que me daban buenas o malas noticias sobrepasados de trabajo por todas partes. No se ha detenido el goteo: prosigue el recuento.

Por eso, ciertas actitudes en nuestros líderes políticos y el recreo de gran parte de la prensa son capaces de provocarme no ya un enfado, sino un profundo hastío. No nos merecemos esto.

Eso del distanciamiento social


Queridos lectores:

Una vez más, Metrópoli Abierta me ha publicado un artículo que he titulado Eso del distanciamiento social. Planteo la urgente necesidad de reducir la distancia entre las clases con las rentas más altas y las más bajas, y, sobre todo, la distancia entre la realidad y los mundos imaginarios en que viven algunos de nuestros líderes.

La ristra del reloj del duomo de Florencia



Esta vez, queridos seguidores míos, he publicado una #RistraDeTuits en Twitter sobre la irrupción del reloj mecánico en la Edad Media y el reloj de la catedral de Florencia, que es singular por muchas razones: porque la esfera la pintó Uccello, porque sigue funcionando con la hora itálica y, además, por su ubicación, un tanto singular.

Espero que les guste. Pueden verlo en:

La ristra del reloj de Al Deere



Hablé hace tiempo de la aventura del reloj de Al Deere en El cuaderno de Luis. Más concretamente, aquí. Sin embargo, la he convertido en una #RistraDeTuits para mis seguidores en Twitter.

Aprovecho, además, para decir cuatro cosas de los relojes de aviación, que nunca está de más saber. 

Espero que les guste.

El enlace para ver la #RistraDeTuits es: