Santa Claus is coming to town


Dicen que escribir un cuento de Navidad es una tradición, pero no sabría decirles. Aquí va, en forma de artículo para Metrópoli Abierta, el mío. Se titula Santa Claus is coming to town, así, en inglés. 

Miedo extraño


Existe un miedo que no puede ser pronunciado por quien lo padece. 

Es la hipopotomonstrosesquipedaliofobia.

¿Qué es? ¡El miedo a las palabras largas!

La ristra de tuits que felicita la Navidad


Este último año he publicado algunas series de tuits en Twitter que han tenido una buena acogida. Cada una de esas series ha sido bautizada como #RistraDeTuits y, para celebrarlo y celebrar la Navidad con mis lectores, he hecho este resumen del último año.

Pueden verlo aquí:

Por cierto, que la felicitación de Navidad es ésta:


La ristra de los dragones y los caballos



Quien me siga en Twitter sabrá de una cosa que he bautizado #RistraDeTuits. La última va sobre los dragones y sus problemas con los caballos. 

Aquí tienen el enlace, para leerla, si gustan:

La señora del capazo


Queridos seguidores de El Cuaderno de Luis:

He aquí un nuevo artículo publicado en Metrópoli Abierta. Se titula La señora del capazo. Hace unas preguntas sobre un suceso anecdótico en medio de una manifestación procesista. Será anecdótico, pero quizá también sea sintomático.

Ni cagar en paz nos dejan


La British Toilet Association (http://www.btaloos.co.uk/) ha escogido como uno de los diseños del año 2019 al llamado Standard Toilet (marca registrada), diseñado por don Mahabir Gill. Su propuesta no sólo ha sido un objeto de diseño curioso, sino que ha dado pie a fundar una empresa, Standard Toilet (https://www.standardtoilet.net/), para comercializar su invento.

La tradicional taza del váter, culpable de innumerables males, según los empresarios británicos.

Cuenta la leyenda que el señor Gill estaba un poco hasta las narices de que sus compañeros de oficina dijeran que se iban al lavabo y que perdieran ahí sentados tantos y tan preciados minutos de su horario laboral. Según argumentan los promotores de Standard Toilet, en el Reino Unido el tiempo de permanencia en el váter de un trabajador a lo largo de su jornada laboral es de media hora, que pasa ahí sentado sin producir y dejando a cambio un regalo. Según los cálculos de no sé qué diabólica agrupación de empresarios, el tiempo que dedican los trabajadores británicos a sentarse en la taza del váter es un despiporre que se traduce en pérdidas económicas de millones y millones de libras esterlinas. Por lo tanto, el invento del Standard Toilet del señor Gill ha sido bienvenido por los desesperados empresarios que veían como tanto la mierda como sus beneficios se iban desagüe abajo.

Una taza del nuevo e incómodo váter.
Imagen procedente de su sitio web.

¿Por qué? Porque el señor Gill ha diseñado un váter que en vez de tener el asiento horizontal lo tiene ligeramente inclinado hacia abajo. Más exactamente, inclinado 13º. Con ese ángulo, sostiene el inventor y cualquier comercial de su empresa, será muy difícil permanecer sentado en la taza del váter más de cinco minutos. Por lo visto, la posición es sumamente incómoda y si el cagar se alarga, aparecen dolores en el culo y las piernas que hacen de la defecación un martirio. Los trabajadores con estreñimiento han puesto el grito en el cielo, pero, como sucede en el trato hacia todas las minorías, aquí pagan justos por pecadores.

La publicidad de Standard Toilet nos dice cosas que ya sabíamos. Una, que la taza del váter occidental se remonta al siglo XVI y que, en lo esencial, su diseño no ha cambiado desde entonces (por algo será). Por lo tanto, el diseño de Standard Toilet es una revolución en toda regla.

Argumenta a favor del váter incómodo que unos estudios médicos sin identificar (cito) han sugerido que [las tazas del váter] pueden provocar dolorosas hemorroides y debilitar los músculos pélvicos. Horror. 

Más a favor de los váteres torcidos. En los tiempos modernos, el váter en el lugar de trabajo se ha convertido en un refugio personal para leer y comunicarse por las redes sociales, dice. Y en los centros comerciales y en las estaciones del ferrocarril, sigue diciendo, se ha vuelto necesario reducir las colas en los lavabos

Otra imagen del incómodo asiento, esta vez con pie y cisterna.
Imagen procedente del mismo sitio.

De nuevo, se vende un invento para beneficio de la explotación del proletariado como un beneficio para el conjunto de la sociedad, pues si hay largas colas en los lavabos públicos británicos será porque hay pocos lavabos públicos o un problema de salud de la ciudadanía relacionado, seguramente, con la alimentación. En cualquiera de ambos casos, la solución no sería promover un modelo de váter incomodísimo, sino invertir más en sanitarios y en salud pública.

Yo lo dejo aquí y ustedes mismos reflexionen sobre el mundo que nos está quedando. Siglos de sabiduría aplicados a la taza del váter tirados al desagüe para que los sufridos empleados no puedan ni cagar en su puesto de trabajo. ¿A esto le llaman progreso?

Un viejo amigo bajo sospecha


Publica El Periódico que la policía está investigando a tres cónsules honorarios por blanqueo de dinero procedente de un clan gitano que domina el tráfico de drogas. Uno de estos personajes es un viejo conocido de El cuaderno de Luis, el señor Calmet, cónsul honorario de Albania. Fíjense que hace años ya les llamé la atención sobre el personaje y mírenlo ahora. 

La noticia de El Periódico es:

Pueden encontrar algunas cosas que dije hace años sobre el cónsul honorario de Albania en mi blog aquí, por ejemplo:

Verán que no es poco. Pero más noticias lo mencionan últimamente.

En ésta, se anuncia su nombramiento como asesor de Telefónica, a 90.000 euros al año:
https://cronicaglobal.elespanol.com/business/telefonica-contrata-como-asesor-al-ex-dirigente-convergente-josep-maria-calmet_28531_102.html

Agujeros


Agujeros es el último artículo que Metrópoli Abierta ha tenido a bien publicarme. Una vez más pregunto por qué no se impulsa un gobierno metropolitano de Barcelona, uno de verdad, capaz de afrontar los problemas y plantear las soluciones que la Gran Barcelona requiere. 

Por supuesto, pocos están por la labor. Pero ahí dejo la necesidad.

Las troyanas



Recuerdo esa regla mnemotécnica que decía: Eurípides, no me Sofocles, que te Esquilo. Esta tontería recoge los tres grandes autores de la tragedia griega, que se interpretaba en clave religiosa, en una especie de catársis colectiva. Cuentan que, para que una tragedia sea considerada como tal, tiene que enfrentar a sus personajes con el destino y mostrar un problema político (en el sentido más amplio del término, social). 

Pueden leer Las troyanas sabiendo estas cosas y muchas otras sobre la tragedia griega, pero también leer la obra directamente y sin intermediarios, con ojos de hoy mismo, los del lector, y dejándose llevar por un texto que es a la vez magnífico y terrible. En mi caso, he leído la traducción de Ramón Irigoyen que publica Alianza Editorial. Es impresionante.¡Por algo es grande Eurípides!

El argumento es simple y se centra en un puñado de personajes y un coro. Los griegos acaban de caer sobre Troya y la están arrasando a sangre y fuego. Un puñado de mujeres ha sido capturada por los aqueos; su suerte está echada: han sido sorteadas y serán el botín de los vencedores. Todas ellas han visto caer a sus padres, a sus maridos, hermanos, hijos, bajo la espada y el fuego de los invasores y ahora sólo les aguarda la esclavitud. Hécuba, la mujer de Príamo y madre de Héctor, su hija Casandra, Andrómaca, la viuda de Héctor... Hasta Helena, quien se dice que provocó la guerra, aparece en la obra. Terrible es su suerte y horrible su destino, y hasta aquí puedo leer.

Las mejores obras antibelicistas son aquéllas que presentan la realidad de la guerra tal y como es. Las troyanas es una obra antibelicista, que muestra el lado oscuro y lamentable de las armas, tan alejado de la gloria y el triunfo. ¡Bien conocían los griegos los males de la guerra! La muerte, la esclavitud, el dolor de la pérdida. La denuncia de los horrores de la guerra proporciona la crítica política de una sociedad que vivía la guerra con orgullo y cotidianeidad; la suerte de esas pobres mujeres las enfrenta a su destino. De principio a fin seguimos la suerte de estas desgraciadas con el corazón en un puño.

Les recomiendo muy vivamente leer Las troyanas. Por algo Eurípides está en el Olimpo de las artes.

¿En público o en privado?


Seguro que les suena. Un político dice una cosa en privado y otra en público. En privado se muestra moderado y dialogante; en público, fanático y esencialista. El ultranacionalismo, el populismo de extrema derecha y la innegable carga de supremacismo y odio por quienes no piensan como él se vomita en los mitines, en los medios de comunicación, en las redes sociales... pero en privado, no. Ahí se muestran educados y moderados y admiten que ese discurso no lleva a ninguna parte.

Pregunta: ¿cuándo mienten? ¿Cuando hablan en público, dejándose ir rodeados por sus fieles acólitos, o cuando te miran cara a cara en un entorno formal y educado? 

Mi opinión es que cuanto más fanático es uno, más miente en privado. Pero dejo ahí la pregunta, para que se sirvan ustedes mismos.

El cuadernillo


¿Sabían que, como mínimo, a todos y cada uno de esos personajes que cada día cortan la avenida Meridiana podría caerles una multa de 300 euros? Pues no sé a qué esperan. De eso va mi artículo en Metrópoli Abierta, que se titula El cuadernillo.

La esgrima a bastonazos



Queridos lectores:

Por si alguno me sigue en Twitter, o por si no me sigue, aquí tiene mi última #RistraDeTuits. En esta ocasión trataré de la evolución de la espada en el siglo XVII y la aparición de las reglas que regulaban los duelos bajo el reinado de Luis XIV. Sin querer, eso pondría sobre el tapete un nuevo e inesperado tipo de esgrima que, con el tiempo, derivaría en una inesperada ayuda al sufragismo británico.
Espero que les guste.

P.S.: Esta #RistraDeTuits fue mi muy particular aportación al día del #OrgulloBarroco, una brillante iniciativa que, año tras año, pone en primera línea de las redes sociales la difusión del arte y de la cultura. Desde aquí envío mi saludo y mi aplauso a los valedores de tal iniciativa.

La única historia



Un autor que, desde el primer día, me llamó la atención y me cayó en gracia es Julian Barnes. Su obra me pareció fascinante y obras como La historia del mundo en diez capítulos y medio o El loro de Flaubert me llamaron enormemente la atención. Luego ya ha escrito más cosas y, aunque unas han sido mejores que otras, no me ha defraudado nunca. Por eso no tardó en caer en mis manos su última novela, publicada por Anagrama y traducida por Jaime Zulaika. Se titula La única historia y es magnífica. Pero, claro, es Barnes y podrían pensar que me dejo llevar por mi entusiasmo por sus letras.

La única historia es una historia de amor en tres partes. Cuenta el narrador que toda persona tiene una única historia realmente importante en su vida, la principal de todas, y se refiere a una historia de amor. Marcará su vida, su manera de ser, su pasado, su presente y su futuro. En este caso, la historia única del narrador es la historia de amor que comparte con una mujer casada que conoce en un club de tenis. Él tiene diecinueve años y ella, cuarenta y tantos. Será algo más que una aventura.

La novela se divide en tres partes. Muy por encima y aproximadamente, la primera describe el enamoramiento, la consumación del amor, la parte bonita; la segunda parte, en cambio, proyecta la sombra y la desgracia sobre la relación; en la tercera y última parte, el narrador protagonista compartirá la narración con un narrador omniscente, que relatará el recuerdo de esa relación años después. El final es... tremendo, e interpreten tremendo como prefieran.

Es una novela honesta y por eso mismo muy dura. Magnífica, ya he dicho. La recomiendo sin dudas.

"Yo no lo hubiera hecho"


He aquí el último artículo que he publicado en Metrópoli Abierta. Trata algún tema polémico y espero que les guste; si no lo que dice, cómo lo dice. Se titula "Yo no lo hubiera hecho".