La Moreneta caganera


Caganer convencional.

Los catalanes trajimos de Nápoles la tradición del Belén, o pesebre, un diorama con figuritas que representa el nacimiento del Cristo. Hay quien dice que fue San Francisco de Asís el primer pesebrista, hay quien dice que el pesebre nació de verdad después de las recomendaciones de San Carlos Borromeo, en plena Contrarreforma. Chi lo sà! 

La cuestión es que el pesebrismo es una manifestación cultural italiana muy arraigada en Cataluña. Muy típica. De hecho, creemos que el pesebre lo inventamos nosotros. 

No, no lo inventamos nosotros, lamento decirlo, pero sí que le añadimos una singularidad propia. Uno de los personajes más entrañables del pesebre catalán es el caganer, el cagón. Así, como les digo. El caganer de toda la vida viste el traje típico folclórico de un pagès catalán de finales del siglo XIX, con gorro frigio (barretina) por sombrero. De tradición milenaria, nada, pues nace con el paso del siglo XIX al XX. 

Puesto de venta de caganers, el año pasado. 
Los hay de toda clase y condición.

Dicen que era un pastor que, apremiado por la urgencia, fue a buscar alivio y por aliviar las cosas de la carne se quedó sin ver al Salvador, que alivia las cosas del espíritu, qué mala suerte. Ante el cagón, los antropólogos se frotan las manos y se dejan ir. Dicen cosas sobre la tierra, la fertilidad y no sé qué más, porque gustan de buscarle tres pies al gato y la escatología es fuente de inspiración freudiana. 

En general, los catalanes de a pie consideran que el cagón trae alegría y buena suerte y se dispone en un lugar destacado del pesebre catalán. Que se vea. Quien no conozca la tradición, se lleva un susto al contemplar la figurita, doy fe. 

Si no te pillan cagando, no eres nadie.

Con el tiempo, la entrañable figurita del caganer se ha convertido en un símbolo. Se ha puesto de moda honrar a las más egregias figuras nacionales e internacionales representándolas enfrentadas a un apretón. Así, por ejemplo, celebrados jugadores del Barça, presidentes de la Generalidad de Cataluña y famosos de todo tipo, han sido esculpidos cagando, en cuclillas. En mi país, ya ven, se considera un gran honor ser esculpido con el culo al aire dejándose ir. Me parece bien. Aunque a veces se va un poco lejos. 

La polémica figura de caganer.com. Rescatada de las memorias virtuales.

Este año, El racó del caganer (El rincón del cagón, en español), una empresa de Torroella de Montgrí dedicada a fabricar caganers para los pesebristas catalanes, ha asombrado al mundo con una figurita de la Moreneta cagando. La Moreneta (la Morenita) es ni más ni menos que la Virgen de Montserrat, una talla oscurecida por los cirios y el paso del tiempo, una virgen negra como algunas otras veneradas en Europa. 

¡La que se ha organizado! ¡Qué revuelo! A decir de Marc Alós, el escultor de la figurita, Nuestra intención era hacer un homenaje. Pues, vaya. Luego ha añadido: Queríamos ser inclusivos, no exclusivos. Eso ya no lo entiendo, no sé lo que quiere decir, pero sí sé que el fabricante de caganers la ha liado parda. 

Porque les ha faltado tiempo a los obispos catalanes para saltar como si les hubieran pinchado en el culo (perdón, pero nunca mejor dicho). La Conferencia Tarraconense, que es la conferencia episcopal catalana, ha publicado un comunicado que lamenta profundamente el escarnio al que ha sido sometida la Moreneta. No exclaman ¡Sacrilegio! porque quedan pocos catalanes que sepan exactamente qué es un sacrilegio. De la figurita dicen que es un elemento grotesco (sic) y una falta de respeto a un símbolo religioso querido por todos los fieles católicos (sic). En cambio, de las figuritas de los papas cagones Benito XVI o Francisco I no han dicho nada. O no las han visto o no las creen ofensivas. 

El señor Alós no entiende la censura de los obispos, porque dice que ha obrado con buenas intenciones. Si la gente viera que es una cosa mala, ¿nos la pediría?, argumenta. A 15 euros la figurita, es la más vendida, ahora mismo. 

Ahora bien, por si acaso, la figurita de la Moreneta cagando ha desaparecido del web de los fabricantes de caganers. La censura eclesiástica funciona en Cataluña a las mil maravillas. 

Beatos, salvapatrias y partidarios de la censura.

Será también porque el asunto ha ido a más. La organización ultramontana, reaccionaria y catalanista e-Cristians, que representa lo más rancio del catolicismo catalán y convergenteyunionista, antes franquista y preconciliar, ha presentado una querella contra la empresa que comercializa la Moreneta cagando. Argumentan los ultraconservadores que la figurita atenta contra el más elemental respeto a las creencias religiosas (sic) y está provocada sólo por un miserable afán de lucro (sic). ¡Mira quién habla! 

Que no falte una mención a la Patria: Una sociedad como la catalana, que tiene en sus símbolos el fundamento de su continuidad como país, está perdida si no es capaz de respetarlos. Ahí queda eso. La Moreneta caganera es un atentado contra Cataluña. Una doble traición a las dos fes verdaderas, la del Espíritu Nacional y la del Espíritu Santo. 

El líder de esta carcunda, don Josep Miró i Ardèvol, está doblemente indignado por el ultraje, porque (cito) hay que provocar una ola de rechazo contra la gente que para ganar dinero es capaz de ultrajar símbolos religiosos y nacionales. Le falta saludar a la romana gritando ¡Arribaspaña!... Perdón, que me he equivocado de Patria, aunque no de fondo y forma. 

La Moreneta caganera puede gustarme o no gustarme, puede incluso ofenderme, irritarme y sacarme de quicio. Puedo considerar que poner un tipo cagando cerca del Niño Jesús es una bella tradición o algo sumamente infame. A poco que se piense, la figura del caganer... En suma, puedo considerar atroz la figurita de la Moreneta cagando, puede resultarme repugnante esta idea, pero no puedo, no debo poder, no puedo tener la potestad de prohibirlo. Lo siento, es así. O somos libres o no lo somos. 

¿No se acuerdan cuando pedíamos libertad de expresión?
Pues, la tenemos o nos la quitan, no hay más.

La censura sólo se explica en este caso por un fanatismo religioso-nacional que no admite discrepancias, que es contrario a la más elemental libertad de expresión. Es una ideología que fomenta el repudio del que piensa diferente, que justifica su castigo, su exclusión, su expulsión de la sociedad. Es una mierda, en suma. Una mierda nacional. 

La libertad de expresión siempre ofende. 
La cuestión es qué hacemos cuando nos ofenden.

Los más viejos recordarán un numerito de Els Joglars en televisión, donde apareció la Moreneta y don Jordi Pujol. ¡La que se organizó! 

No sé qué hizo más daño al Espíritu Nacional, si ver aparecer la caricatura del Barça, de Jordi Pujol o de la Virgen de Montserrat. Se montó un escándalo de primera especial, que todavía colea. 

  

¡Qué pitote! Los catalanes pidieron las cabezas de Gurruchaga y Boadella. ¡Sacrílegos! Los políticos hicieron declaraciones altisonantes, indignadas, se sintieron muy ofendidos. Fue un linchamiento público, el triunfo del carcatalanismo.

En 1977, uno iba a prisión por reírse del Ejército.
La prisión de Boadella inició la campaña Llibertat d'expressió!

Eso fue en 1988. Hasta ese día, Boadella había sido el símbolo de la lucha por la libertad de expresión. Recordemos que había sido encarcelado por mofarse del ejército durante la Transición. Escapó de la prisión y su caso fue comentado en todas partes. 

La bufonada suprema, escaparse.

Sus bufonadas eran molestas para la cuerda de Jordi Pujol, el de Banca Catalana y la Generalidad de Cataluña. Tener un cómico crítico ejerciendo de mosca cojonera pone de los nervios, pero c'est la vie! ¿No querías libertad, democracia? No la hay sin libertad de expresión. Hay que resignarse a vivir con un tipo que te sacará las vergüenzas, si quieres vivir en un país libre. 

Pero don Jordi Pujol nunca tuvo sentido del humor, jamás sintió aprecio por la crítica y era, sigue siendo, carca, populista y autoritario. Le faltó tiempo para emplear el caso de la Moreneta en televisión contra Boadella. El acoso concluyó con su expulsión del Paraíso y su condena ad aeternum al ostracismo. Se inició una persecución que ha provocado lo que ha provocado. 

El provocador es imprescindible y necesario.
Otra cosa es que nos guste cuando provoca.

Es posible que el personaje les resulte pedante, cargante, que les caiga pesado, antipático o crean que es simplemente imbécil. ¡Nadie es perfecto! Pero cuando hizo ese chiste sobre el Barça, Jordi Pujol y la Moreneta... Si le hubieran reído la gracia... Si no la hubieran reído, si no hubiera provocado más que indiferencia... Si Cataluña no fuera tan beata y conservadora, si el señor Pujol no fuera tan resentido y hubiera sido más tolerante, hoy Boadella dirigiría Terra Baixa en el Teatre Nacional de Catalunya y sería uno más del stablishment catalán. Vamos, seguro, y no me digan que no. 

Pero pasó lo que pasó y todavía hay quien se pregunta por qué Boadella parece resentido. ¡No iba a parecerlo! 

Me apena comprobar que seguimos ahora como entonces, idiotizados. Parafraseando el lema hoy de moda, la censura de la Moreneta caganera no es propia de un país normal. No vamos bien, nada bien.

4 comentarios:

  1. Luis, aquí encara no hi ha hagut cap censura. Hi ha hagut protestes d'uns bisbes, i ben lliures que són de fer-ho, oi? Només faltaria. (I el Miró ho ha denunciat però cap jutge li ha donat la raó per ara).

    Jo també ho trobo una manca de respecte, i és més que evident que aquest fabricant només pretén fer diners muntant un escàndol.

    Una cosa és la provocació per a provocar un pensament necessari, i l'altra, provocar per guanyar diners i adquirir notorietat barata. Es que no és el mateix.

    Pel que fa al Boadella, és curiós que visqui gràcies a les limosnes de l'Esperanza Aguirre i mai li hagi muntat una "provocació".

    Però com el Boadella, altres que munten focs artificials i poca substància, com a Itàlia el Cattelan.

    No, no podem confondre l'art com instrument de pensament amb les ganes de fer-se famós per la via ràpida.

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  2. Alexis de Tocqueville va dir, de la llibertat d'expressió als EE.UU.: "Confieso que no profeso a la libertad de prensa ese amor completo e instantáneo que se otorga a las cosas soberanamente buenas por su naturaleza. La quiero por consideración a los males que impide, más que a los bienes que realiza".

    Els bisbes tenen tot el dret de queixar-se, i s'han queixat. Ben fet que han fet. Però e-Cristians va un xic més enllà, fregant la línia vermella. Als diaris, les crítiques han estat a la profanació d'un "símbol de Catalunya" més que no pas a la profanació de la Verge. D'això em queixo, de la "sacralitat nacional" i dels fariseus que l'envolten.

    Dóna la casualitat que en Boadella va caure en desgràcia tot just es va riure de la Moreneta, del Barça i d'en Pujol. O no és pas casualitat? Deixo la pregunta a discreció de tothom.

    Que després hagi esdevingut un bufó histriònic o una altra cosa, no afegeix ni treu res del cas. Personalment, no em cau gaire bé.

    De tota manera, la llibertat d'expressió (quina maledicció) protegeix aquells que volen fer-se famosos per la via ràpida. Malauradament, si vols.

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  3. Vaja, si algú decideix que la seva missió a la vida no és mirar de fer pensar, o de contribuir en alguna cosa al bé de la societat (com els grans artistes i literats) sinó fer de mosca collonera per pures ganes de remenar allò que fa pudor i es posa a ferir la sensibilitat de la gent, com dius, la llibertat d'expressió l'empara, però passat el moment de glòria, que no pensi que se l'estimarà molt, oi? O és que encara se li ha de posar catifa vermella? Bé, en Boadella potser devia pensar que allò de "cornuts i pagant el deute" els catalans estarien disposats a fer-ho fins al paroxisme, però es va equivocar. I es va enfadar.

    Potser més li valia provocar no tant per tocar els nassos i prou, sinó per a suscitar alguna reflexió una mica més profunda. No posant-se sobre una postura de superioritat com el Boadella -aquests catalans són uns ximples- sinó respectant les adhesions identitàries de la gent sempre que no facin mal a ningú.

    En Boadella, però, havent descobert que al cap d'una estona a poca gent li seguia fent gràcia, perquè no hi havia res de profund al darrere, va ser prou intel·ligent com per fer-se la víctima i postul·lar-se com el gran censurat de la "patuleia convergent". Però ep, que si hagués estat l'estrella que deia ser, no et preocupis que hauria tingut el seu forat de públic a Catalunya mateix. Els grans artistes se'n surten sense tot aquest ajut públic al qual aspirava Boadella, i que ara per fi té gràcies a la seva amiga Aguirre.

    En fi, haig de dir, però, que és divertida la foto amb l'estelada i veig que encara no té massa cel.lulitis tot i la vida de subvencionat... llàstima que està una mica "manida", oi? Aquesta és la gran originalitat de'n Boadella!.

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  4. Hom ha de ser responsable del què fa i què diu. En Boadella, fent de bufó, no és una excepció. Però cal preguntar-se què és millor, fer callar el bufó des del poder o deixar que el calli el públic.

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