Televisión singular o plural


Según la RAE, el primer significado de plural es (cito) Múltiple, que se presenta en más de un aspecto. Singular, en cambio, puede ser empleado cuando se define algo único en su especie o cuando se habla de algo extraordinario, raro o excelente.

Dicho esto, vayamos al asunto que nos (pre)ocupa. Este viernes, en comisión parlamentaria (del Parlamento de Cataluña) los diputados han preguntado a don Brauli Duart (jefe de la CCMA) si TV3 es una televisión plural. ¡Menuda preguntita! Pues ¡claro que no!

Pero ¿por qué preguntan esto ahora? Porque últimamente, tanto los sindicatos de la CCMA (TV3 es parte de la Corporación Catalana de Medios Audiovisuales) como el Colegio de Periodistas han puesto el grito en el cielo ante los nombramientos de los responsables de la radiotelevisión pública catalana. A modo de ejemplo, uno de ellos, Saúl Gordillo, fue antiguo socio del hoy presidente Puigdemont. Juntos crearon una empresa, cobraron una subvención y de la empresa no se volvió a saber más.

El comité profesional de la televisión habla de (cito) la dependencia de los cargos directivos de la CCMA de los partidos políticos que gobiernan. También inventaron el término cremallera para hablar de los nombramientos: uno respublicano, uno convergente, uno republicano, uno convergente... como los dientes de una cremallera. El Colegio y el Sindicato de Periodistas habla, en cambio, de mercadeo en el reparto de los cargos. Hay más expresiones empleadas para definir la situación: valía cuestionable (de alguno de los cargos elegidos), falta de estética, moneda de cambio entre partidos, inadmisible, manipulación, etcétera. 

Todos (menos el gobierno) piden la independencia de la CCMA y la elección de los cargos basándose en criterios profesionales, que no partidistas. También existen los unicornios, ya puestos, porque la CCMA, si todo sigue como hasta ahora, es un órgano de propaganda de la ideología en el poder. Como tal funciona y como tal ha sido diseñado. Tendrían que cambiar muchas cosas para que fuera de otro modo.


En otras palabras, y vayamos al grano: TV3 no es plural. 

Quiero decir que la información que emite no lo es. Es sesgada y favorece siempre a los intereses del Gobierno de la Generalidad de Cataluña. No presenta más de un aspecto de la realidad, ni más de un punto de vista. Sólo propaga la ideología del gobierno que la controla. No hay más que verla, no es preciso que me alargue diciendo por qué, porque salta a la vista y quien no lo ve o es ciego o no quiere verlo. Es un instrumento que se ha mostrado tan eficaz en esta misión propagandística que ningún gobierno querrá que sea otra cosa. La pluralidad informativa y la independencia de los medios públicos de comunicación son asignaturas no pendientes, sino explícitamente eliminadas del currículum, y así seguirán. Qué mal vamos.

(Con todo, su eficacia está sobrevalorada. Según consta, su audiencia se mantiene estable o disminuye, estableciéndose entre el 11 y el 12% en Cataluña. Su programa más visto en los últimos meses fue un partido de fútbol, con algo más de medio millón de espectadores. El siguiente programa suma unos trescientos mil. Antena 3 está por encima, Tele 5 a la par, la Sexta casi empata con TV3 y la suma de canales temáticos (Nova, Paramount, Discovery Max, etc.) dobla la audiencia de TV3.)


Ante esa evidente realidad, don Brauli Duart (que cobra un salario más alto que el presidente de la Generalidad de Cataluña, puestos a señalar) negó la manipulación informativa y defendió la manera de hacer de TV3 mediante el siguiente argumento (y cito): Si en Televisión Española se hace lo que aquí, estaré contento. La nuestra es neutral y objetiva. Ergo, TVE no lo es, añadió, acto seguido.

La lógica de una comisión parlamentaria no es ésta.

Volvamos a repasar el argumento lógico del señor Duart. 

Primero. Hoy, TVE no es neutral ni objetiva. TVE emite propaganda. TVE no es plural. Esta suma de proposiciones es cierta, indiscutiblemente cierta. La evidencia nos inclina a darle la razón al señor Duart: TVE no es una televisión plural. 

Segundo. TV3 no es TVE. Cierto. Evidente. Esto es así.

Tercero y concluye. Por lo tanto, si TVE no es plural y TV3 no es TVE, TV3 ha de ser plural. Con dos cojones.

Pues, no. De verdad que no. Esto es una falacia lógica. Pedro es malo y como Pedro no es Pablo, Pablo ha de ser bueno. Pues ¡no necesariamente! ¿Por qué ha de serlo? ¿Han visto la falacia?

A fin de cuentas tenemos un modelo televisivo común en TVE y en TV3, que es la manipulación informativa y la falta de pluralidad.

Ahora bien, si TV3 (o TVE) no es plural, ¿es singular? Es decir, ¿es única en su especie? ¡No! Las televisiones autonómicas de Madrid o Valencia bajo gobiernos del PP imitaron la manipulación de TV3 y TVE tiene una larga tradición de correveidile del gobierno, que TV3 imitó. En este sentido, ni una ni otra televisión son singulares. 

El opio del pueblo y el secreto de la audiencia.

¿Acaso es extraordinaria, rara o excelente, TV3 (o TVE)? Siendo muy, pero que muy benévolos, quizá haya algún programa bueno o casi excelente, pero, ahora mismo, yo no veo que sean canales raros, extraordinarios o excelentes, sino tan malos como los demás. La prueba está en la audiencia, que sólo supera el 11% cuando hay fútbol y entonces, sólo entonces, medio millón de personas se amorran al televisor para verlo. Uno se pregunta qué sería de TV3 (o de TVE) si no hubiera fútbol. En suma no sé qué tiene eso de singular. Es, más bien, decepcionante.

Esta máquina ofrece programas mucho más interesantes que TVE o TV3.



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