Errores y pronósticos (Gran Premio de Australia 2019)


¡Otra vez en el Circo! En efecto, ya ha comenzado el Campeonato de Fórmula 1, para pilotos y para constructores, y como sucede cada año, los pronósticos no han dado ni una. Aunque, es verdad, esto no ha hecho más que comenzar.


Ferrari (como, ay, cada año) partía como favorita después de las pruebas de su nuevo bólido, que salieron morrocotudamente bien. Son tres (mejor, cuatro) las grandes novedades. El coche es nuevo y tiene una nueva filosofía aerodinámica (una). El equipo ha cambiado su director y (dicen) su estrategia (dos). El Ferrari estrena un color rojo mate que (siguen diciendo) en persona desmerece un poco, pero que queda de muerte en las fotografías; es el coche más fotogénico del Circo (tres). Por último, pero no menos importante, Lecrerc, un joven piloto de 21 añitos que promete mucho, corre con Ferrari este año y todo indica que es una apuesta de la Scuderia a largo plazo (cuatro).

Pero llegó la hora de la verdad y en la primera carrera todos los pronósticos... No todos, pero exagerar le da un tono más trágico, ¿no les parece? Todos los pronósticos, decía, se fueron a tomar viento. Volvió a imponerse con autoridad Mercedes-Benz en los entrenamientos, en la vuelta rápida y en la carrera, pero el piloto que ganó no fue Hamilton, sino su compañero Bottas, que le arrancó veintidós segundos, que se dice pronto.

Ferrari cometió varios errores. Digamos que los cometió el tándem de Vettel y sus ingenieros de pista. En tercera posición, detrás de Hamilton, intentaron pillarlo cambiando los neumáticos y poniendo unos medios. A las pocas vueltas, la persecución se interrumpió y el desgaste de los neumáticos comenzó a notarse. Lecrerc, en cambio, optó por cambiar más tarde y poner neumáticos duros. Esta estrategia provocó un gran adelantamiento del Red Bull de Verstappen al Ferrari de Vettel. La tercera posición de un Ferrari podría haberse conseguido si el equipo hubiera permitido que Lecrerc adelantara a Vettel (pudo haberlo hecho), pero se prefirió no arriesgar y asegurar los puntos.

En fin, que quedamos cuartos y quintos y todos los pronósticos se fueron al carajo. Hubo errores a porrillo, pero bien repartidos. Espero que la cosa cambie. Por favor, que cambie.

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