La vida de los otros


Das Leben der Anderen (La vida de los otros, en español) fue estrenada en Alemania el 23 de marzo de 2006. Poco después, se llevaba siete premios del Deutscher Filmpreis, y una cantidad de premios y menciones que no se acaba nunca. Entre los más famosos, ser finalista a la mejor película extranjera en los Globos de Oro y el Oscar a la mejor película de habla no inglesa de 2007. Tiene mérito, si se considera que es la primera película como director y guionista de Florian Henckel von Donnersmarck. Prácticamente toda la película se rodó en los lugares en los que transcurre la historia, en Berlín, en 37 días.

Es una gran película, una grandísima película que tendría que verse en las escuelas. Porque vivimos tan bien... No recordamos qué es vivir sin libertades, nos cuesta concebir qué significa no poder pensar diferente, miramos hacia otro lado creyendo que no va con nosotros, sino con los demás, y dejamos que un pensamiento fácil y simplista arrincone la reflexión y la crítica en nuestra vida pública y privada. La vida de los otros nos recuerda que no siempre hemos vivido rodeados de libertades. De hecho, nos ha costado mucho respirar un poco, y poco nos costará volver a ahogarnos, si perdemos la costumbre de nadar.

Desde el punto de vista puramente formal, La vida de los otros es magnífica. El guión y la puesta en escena parecen simples, pero ocultan un trabajo intenso y detallista. Es emocionante, de principio a fin. El día que el cine español sea capaz de filmar algo razonablemente parecido sobre el franquismo o la Guerra Civil, será mayor de edad. Mientras tanto, nos conformaremos con los marujones de Almodóvar.

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