De cuatro docenas al millón


¿Cuánta gente acude a una manifestación?

Me gustaría que pudieran contarse los manifestantes o asistentes a cualquier acto con precisión. Con tremenda precisión. De hecho, se puede hacer y se hace, pero las empresas o instituciones que se han dedicado a ello se han creado innumerables enemigos y han acabado todas expulsadas de la sociedad y no ha vuelto a saberse de ellas.

Cuando uno dice que la manifestación bajo el lema Sí a la vida o esa otra a favor de la familia (católica) apenas han reunido a 50.000 personas, que la Gay Parade no ha llegado a 30.000, que la misa del papa en Fátima no sumó más de 40.000 fieles, que los sindicatos no han llegado a reunir 10.000 personas en tal o cual manifestación, que en la plaza Catalunya de Barcelona no caben ni en broma ni queriendo 20.000 manifestantes o que la protesta contra del Tribunal Constitucional en Barcelona sumó en su mejor momento entre 70.000 y 80.000 manifestantes y que la del 11 de Setembre de 2012 no pasó de los 150.000 manifestantes, está condenado socialmente al ostracismo, el insulto y el desprecio, aunque la contabilidad sea impecable y la física cuestione que puedan reunirse doce manifestantes por metro cuadrado. Poner en duda las manifestaciones millonarias es simplemente traición.

Pues sepan que soy un traidor recalcitrante.

Me da por contar y medir, qué le vamos a hacer. Un Paseo de Gràcia lleno de gente es una muchedumbre, pero donde yo no veo más de 50.000 personas, a mucho estirar y con muchas reservas, otros ya ven el primer millón. Eso no es razonable. En ningún caso.

Mi última traición la cometeré ahora mismo, porque viaja a medio camino entre lo cómico y lo patético y muestra muy a las claras que uno no puede fiarse ni de los periodistas ni de los organizadores a la hora de contar manifestantes. En este caso, como la Guardia Urbana de Palamós no dijo nada, se libra del castigo.

En el anuncio, diez figurantes, mirando al mar.
En la manifestación, se dió la espalda al mar.

He dicho Palamós porque este fin de semana, en Palamós, la rama nudista local de la Assemblea Nacional de Catalunya (ANC) organizó una cadena humana en pelota picada para reivindicar sus cosas. Se juntaron unas docenas de nudistas cebolludos, se plantaron en una playa retirada, montaron un tenderete con muchas banderas y se pusieron en la orilla mostrando sus genitales al resto de usuarios de la playa, dando el culo al mar Mediterráneo, cuna de nuestra cultura y civilización. Sobre gustos no hay nada escrito.

Doce manifestantes, una pancarta, seis o siete banderas y tres bañistas ajenos al percal.

¡Venga la traición! Niego las cifras oficiales de la manifestación, que los periodistas creyeron a pies juntillas. Según la rama nudista de la ANC de Palamós, se concentraron al menos setenta manifestantes que se dieron de la manita y posaron con el pompis mirando al mar y enseñando pitos y potorros al personal a lo largo de la orilla, para ganar su simpatía a la causa (dudo que la consiguieran). La concentración se filmó en video y fue retratada por algunos aficionados y periodistas. En el sitio web de El Periódico o en YouTube, por ejemplo, puede verse una película del espectáculo.

Setenta nudistas independentistas, dicen los periodistas, que no cuestionan los números de la ANC. Dan por buena la cifra tanto El Punt-Avui como El Mundo, fíjense. Pero ¿eran setenta? ¡Comprobémoslo!

Pueden contarse trece manifestantes, una pancarta, cuatro banderas y cuatro o cinco bañistas pasmados.


En el momento culminante de la manifestación-exhibición se detiene la proyección de vídeo, se maximiza la pantalla y se procede al recuento de cuerpos al sol. A mí no me salen setenta, sino cuatro docenas. Se acepta un error, que situaría el total entre las cuarenta y cinco y las cincuenta personas, contando los señores que aguantan las banderas, las pancartas y demás aparato de propaganda, que no forman parte de la cadena. Como son poquitos, pueden contarse en la pantalla del ordenador. Cuatro docenas contra setenta. La ANC incrementa la cifra real de manifestantes en un 46% y nadie dice nada.

La ANC de Palamós y Sant Joan fotografió el evento y ha enviado a los medios esta fotografía con el título La cadena humana naturista, de punta a punta (en catalán, en el original, se escribe igual que en español). Aparecen 37 personas formando la cadena, más los tres que aguantan la pancarta, que suman 40. Peor me lo pone la ANC si declara que participaron 70 personas y publica un documento gráfico para demostrarlo donde sólo aparecen 40, todo lo más.

La cadena humana naturista, de punta a punta (ANC).

Lo que sí que es posible es que la cadena tuviera setenta metros de largo. Haciendo cuentas, cada uno de los participantes es un eslabón de un metro y noventa centímetros y es así porque abren mucho los brazos. Si se repite esta constante en la cadena humana con que pretenden celebrar el 11 de Setembre, se podrían reunir hasta 210.000 personas, siempre suponiendo que fuera una cadena ininterrumpida a lo largo de 400 km, lo que será difícil de conseguir y demostrar sin lugar a dudas. Si la cadena la formasen un millón de personas, cada una de ellas no podría ocupar más de 33 centímetros. Lo digo para que se preparen, porque el millón de personas aparece siempre en el momento más inesperado.

Puede cubrirse este recorrido con 200.000 personas. No todas desnudas.

En resumen, sí que es posible que, a esa hora, hubiera en total setenta personas en la playa; en todo caso, no más de cien. No todas, evidentemente, de la ANC, que sólo hay que ver la cara que ponen cuando los manifestantes les barran el paso al mar enseñándoles las vergüenzas y clamando por el fin de la opresión de los textiles madrileños y entonando cánticos patrióticos. A los vídeos me remito.

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