Por qué UDC importa

Hace nada, el director de la Oficina Antifraude en Cataluña, don Daniel de Alonso, ha solicitado a los poderes legislativos que pongan un veto de una vez a las donaciones anónimas a los partidos políticos, que son, dice, afirma y subraya, un foco de corrupción y la madre de muchas podredumbres. También solicitó que los fraudes en la financiación de los partidos políticos los persiga la Agencia Tributaria y no el Ministerio del Interior o la policía que corresponda.

A modo de ejemplo, los chanchullos de Millet, Montull, Prenafeta, Alavedra y compañía los han descubierto los inspectores de Hacienda, no la unidad de delitos económicos de los mossos d'esquadra, y me gustaría creer (aunque no lo crea) que es una casualidad.

La legislación vigente, en teoría, lucha contra la donación anónima y pone un límite anual a la donación de particulares (100.000 euros) y fundaciones (150.000 euros), siempre que estén completamente identificadas. Para ser anónimas, no deben sobrepasar los 6.000 euros y en todo caso no pueden desgravar más de 600 euros en la Declaración de la Renta. Pero no considera una aportación (sic) la condonación de una deuda (que el banco diga que ya no hace falta que pagues) ni la cesión o donación de un inmueble (¡caramba!). Cuando se votaron estos límites, CiU solicitó que pudieran hacerse donaciones anónimas de 100.000 euros.

Es curioso comprobar como, en los últimos datos conocidos sobre este asunto (siempre arcano, esotérico y oculto), los ingresos de fuentes privadas (no públicas) de PP y PSOE son muy similares en cuanto a volumen, pero muy diferentes en cuanto origen.

En un año, depende del año, cualquiera de estos dos partidos recauda entre 25 y 40 millones de euros de fuentes privadas; menos de un 10% son personas físicas o jurídicas identificables. La gran mayoría de los ingresos del PP (a veces, un 90%) son donaciones (casi todas, anónimas); la gran mayoría de los ingresos privados del PSOE (a veces, otro 90%) son condonaciones de la deuda de los grandes bancos españoles. Y yo me pregunto si no tendría que ser al revés.

Quede constancia que Unió Democràtica de Catalunya, UDC, tiene la marca de donaciones anónimas y supera las del PP (en toda España) en un 50%, según se estima, ahí es nada. Que uno de los partidos más pequeños del país, y circunscrito a una sola Comunidad Autónoma, reciba más dinero regalado que el partido más votado y con más socios de España en toda España... Huele mal. Aquí pasa algo.

A decir del mentidero político catalán, ésta es la principal baza que tiene don José Antonio (¡presente!) Duran i Lleida, líder calvo y populista de Unió Democràtica de Catalunya, para mantenerse tanto tiempo donde está, con más poder del que corresponde a su minoría en la corrupta coalición de Convergència i Unió.

1 comentario:

  1. Ya sabes, Cataluña, el lugar más corrupto de Europa y donde al "poble" le importa menos mientras lo envuelvan todo bien en la senyera...

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