¡La Virgen! (II.- Quiero una capilla o la lío gorda)

El tropezón de doña Luz Amparo Cuevas Anteseros fue el primer paso de un gran negocio. Un año después, en 1981, doña Luz Amparo era ya una médium que en vez de hablar con los muertos, hablaba al dictado de la Virgen. De la Virgen, ni más ni menos que de la Virgen María, lo que hay que ver.

Lo primero que pide la Virgen es que le levanten una capilla. El capricho se hizo público el 14 de junio de 1981. Doña Luz Amparo puso la voz, engolada y apostada, que dijo, y copio: Soy la Virgen Dolorosa. Quiero que se construya en este lugar una capilla en honor a mi nombre. Que se venga a meditar de cualquier parte del mundo la Pasión de mi Hijo, que está completamente olvidada. Si hacen lo que yo digo, habrá curaciones. Este agua [la de la fuente que está ahí al lado] curará.

Unos meses después, en octubre, la Virgen añadió: Diles a todos que cuando esté hecha la Capilla se llame «Capilla de Nuestra Señora de los Dolores».

En enero del año siguiente, 1982, como la capilla seguía sin construir, tuvo que recordar el encargo a los seguidores de la médium. Quiero que hagan una capilla en honor a mi nombre, para hacer retiros y ejercicios espirituales, dijo.

A medida que pasaba el tiempo, pedía más y más. A doña Luz Amparo le había dado fuerte con la capilla, y seguía poniendo voz de ultratumba y hablando en nombre de la Señora, para decir, por ejemplo, en julio de 1984: Y que el Santo Sacramento esté de día y de noche expuesto, para todo el que quiera venir a orar a este lugar; pero que Cristo no esté nunca solo, hija mía. Del color de las paredes o el techo no dijo nada.

Meses después, la capilla seguía por hacer y la Virgen había perdido la paciencia: No se hace lo que yo he pedido, hija mía. ¡España será castigada!

Caramba, qué mal humor. Además, se metió en política, y dijo lo que sigue del gobierno de don Felipe González: Aplicáis la ley a vuestro gusto con mentiras y engaños. En el mundo habrá un castigo como jamás se ha visto, y antes que en ningún sitio ¡será en España!

La mujer la tenía con España. Tienes que decirle a los humanos: España está en peligro, dijo. Personalmente, me llama la atención tienes que decirles a los humanos... ¿Acaso la Virgen es de otro mundo? (Ya me entienden.) ¿En qué estaría pensando doña Luz Amparo cuando avisaba del peligro que corría España?

En algo gordo, porque también dijo que Habrá muchas muertes, sobre todo en España, y si no me escuchan, en España habrá otra guerra. ¡Otra, venga! Todo por no levantarle la capilla.

Como los hombres no cambien, está cerca el Castigo… Te he dado el mes y la fecha de cuándo será el Castigo, hija mía... Así mantiene la intriga, doña Luz Amparo, pues ahora tiene un secreto. Con todo, insiste, para dar miedo: España está a punto de ser castigada [¡Qué fijación la de esta mujer!]. Pero... Si se hace todo lo que os pido, se detendrá la ira de Dios Padre, promete.

Si aflojáis la mosca y me levantáis el chiringuito, os salvo de ésta, dicho que se entienda.

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