El relato conceptual


Esta mañana, desayunando con la radio, los periodistas de la Cadena SER han avanzado una estimación de voto de ésas que quita el hipo. No he visto la ficha técnica y desconozco el margen de error, pero My Word (la empresa demoscópica) sostiene que ahora mismo Podemos se llevaría el 27,5% de los votos. Detrás vendría el PP, con un 24,6%, y el PSOE, con un 19%. UPyD y Ciudadanos (a cara de perro entre ellos) se llevarían un 5,5 y un 5%, respectivamente. Izquierda Unida tendría que conformarse con un 3,7% y es interesante comprobar que ERC, con un 2,4%, pasaría por delante de CiU, con un 1,9%, aunque ya les digo yo que los datos por debajo de un 5% no son muy fiables.

Los resultados de la encuesta publicados por la Cadena SER.

Vean la noticia en:

Los periodistas entrevistaban a un experto en demoscopia. Decía cosas muy interesantes. Decía que Podemos sacaba votos de la derecha, la izquierda, la abstención y hasta de debajo de las piedras. En general, sostenía el técnico, Podemos obtenía el voto de gente que ha padecido y sigue padeciendo los efectos de la crisis económica. A medida que mejore la situación del país, decía el experto, perderá apoyo electoral.

Por eso, seguía diciendo, el Partido Popular basa su estrategia en decir que España está saliendo de la crisis (una variante del lema aznarista España va bien). Cuanto más salga de la crisis, mejor le irá al PP y peor a Podemos, en suma. Pero, ay, lo de salir de la crisis es relativo, con tanto paro y con trabajos, para quien los consigue, de tan mala calidad.

¿Y el PSOE? A decir del experto, mal lo llevan los socialistas, que no pueden sumarse al discurso de la casta (sic) ni sostener que España va a mejor. Han de hacerse con un espacio en medio, ha dicho el técnico demoscópico.

Pedro Sánchez, meditando sobre la filosofía del lenguaje.

Acto seguido, una periodista ha anunciado que el líder socialista, Pedro Sánchez, había dado con la solución a los problemas de pérdida de voto del PSOE, así dicho, tal cual, y sale la voz del señor Sánchez, con aplausos de fondo, en lo que supongo sería una reunión multitudinaria de militantes socialistas, diciendo (proclamando):

¡Hemos de ser los primeros en describir la realidad mediante un relato conceptual!

Aplausos y tal, y yo, patidifuso. He corrido a apuntar la frase, no fuera a perderla, y aquí la tienen. Han de ser los primeros en describir la realidad mediante un relato conceptual, para ganar votos, lo que tendría un mérito inmenso. O ninguno, según se mire.

A ver, a ver, que lo de describir la realidad mediante un relato conceptual no es baladí, aunque podría pasar por boutade, incluso por tontería. Que la realidad no es la realidad en sí misma, sino cómo se narra, y que la narración se asienta sobre un sistema conceptual que tanto el emisor como el receptor del relato comparten o creen compartir... 

Bah, es discutible, muy discutible, y la discusión, interesantísima. Desde un punto de vista filosófico, metafísico, gnoseológico, epistemológico, hasta semántico, lo del relato conceptual da para mucho. Estas cosas en sí, para sí, consigo y según me fascinan, qué quieren que les diga. Me sumaría al debate ahora mismo, para llevar la contraria a quien quisieran ustedes, sólo por pasármelo bien.

Ludwig Wittgenstein, que guarda cierto parecido con Pedro Sánchez.
También dijo que la realidad era descrita mediante un relato conceptual.

Aunque, vistas así las cosas, el relato de Podemos y el del PP para describir la realidad también es conceptual y lo de ser los primeros... Para mí que el PSOE llega tarde, otra vez, en eso de los relatos conceptuales para describir la realidad. En verdad, según se mire o se ponga uno, cualquier discurso es una descripción de la realidad mediante un relato conceptual y el señor Sánchez no ha dicho más que nada.

Será mejor aterrizar y preguntarnos si el común de los mortales, que no sabe qué partido le convence más, votará, ahora sí, a quien le promete, en voz alta, ante los micrófonos, que ha sido el primero en describir la realidad mediante un relato conceptual. Esto es tanto como preguntarse por el sexo de los ángeles en Constantinopla a punto de pasar a llamarse Estambul y dar la respuesta como solución al Turco. 

A cualquier persona normal le da un repelús si se le presenta un candidato, le estrecha la mano y le dice: Vente conmigo y vótame, que he sido el primero en describirte la realidad con un relato conceptual que te vas a quedar de una pieza, ya verás. Vamos, digo yo.

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