Discutiendo el Premio Nobel


Lo más inteligente que he leído sobre el Premio Nobel ha sido un tuit. Desafiaba a los lectores a discutir el Premio Nobel de Física tanto como discuten el de Literatura. ¿A que no os atrevéis?, decía. Otro tuit añadía más leña al fuego: Todo el mundo que ha leído un libro se cree con derecho a discutir de literatura. Como este año se ha llevado el Nobel un autor muy famoso, pero no famoso por sus libros, sino por sus canciones (Bob Dylan), la polémica se ha desatado entre los escritores, los editores, los críticos, los entendidos (tanto los entendidos de verdad como los entendidos del género cuñado estándar), los lectores y los que en su vida han pillado un libro. 

El premiado Bob Dylan en su biblioteca.

Entre esa gente, abunda la pedantería y la estupidez, tanto hablando a favor como en contra del Premio Nobel para Bob Dylan. Y esta tontería no se restringe a la especie de los cuñados estándar, sino que se extiende (y abunda) entre gentes con cierto prestigio. Sólo diré una cosa: Hasta un escritor, un buen escritor, quién nos lo iba a decir, puede hablar de Literatura (con mayúscula) y no saber de qué está hablando, y no es raro el caso. Del mismo modo, un músico y un musicólogo no son lo mismo. Picasso decía que cuando se reunía con otros pintores en la bohemia de París no hablaban de Arte, sino de dónde se compraban las pinturas más baratas. No sé si me explico.

En el fondo del debate yace una pregunta muy interesante: ¿Qué es literatura?

Gombrich decía del Arte que no existe. Sólo existen los artistas, añadía, inmediatamente. Decir qué es o no es Arte es meterse en un berenjenal del que no se sabe cómo salir. Con la Literatura (con mayúscula) pasa lo mismo. En el fondo, porque es un arte, que emplea la palabra en vez de los pigmentos, las piedras o el cuerpo humano, y decir qué es Arte y qué no... Es complicado. ¡Bastante difícil es afirmar o razonar que tal o cual libro es bueno!

Cuando me preguntan qué es un buen libro yo respondo diciendo que es aquél que puede leerse dos o más veces, todas con sorpresa y placer. Es una respuesta subjetiva, lo sé, pero yo la doy por buena.

Kafka no se llevó el Premio Nobel de Literatura.
Pero todo el mundo dice que es tan buen escritor.

Es verdad que muchos escritores todavía vivos merecen un reconocimiento y no se han llevado el Nobel, y que grandes maestros ya muertos no se lo llevaron en su día. Entre estos últimos, Kafka, dicen por ahí, pero eso es hacer trampas, porque Kafka apenas publicó algún cuento en vida y no lo leyó nadie. También Borges, que ése sí que publicó, pero no pudo ver cómo le daban el Premio Nobel (porque quedó ciego y porque no se lo dieron). 

Entre los vivos se me ocurre ahora mismo citar a Cormac McCarthy, grandísimo, pero pongo los ojos en blanco cada vez que alguien cita a Murakami, que creo sinceramente sobrevalorado. Esto que acabo de decir es una opinión personal y es muy posible que algunos de mis lectores no estén de acuerdo. Bien, no pasa nada. Sólo quiero señalar que hay muchos autores vivos que merecen el premio, pero que sólo se lo puede llevar uno. Por eso es normal que, dándoselo a uno, salga siempre otro quejándose de por qué no se lo dieron a otro, que considera igual de bueno o mejor.

Cela se llevó el Nobel.
Lo merece sobradamente por sus primeras novelas y ensayos.
En sus últimas obras, en cambio... Mejor no hablar.

Quizá también esté sobrevalorado el Nobel. Hay autores que lo ganaron que no han digerido muy bien el paso del tiempo, ¿no es verdad? También es cierto que nos ha dado a conocer a algunos autores en los que, si no, ni nos habríamos fijado. Entre los premiados están también algunos autores magníficos. Hay de todo. Pongamos el caso de Cela. Sus primeras novelas son bonísimas, La familia de Pascual Duarte o La colmena, por ejemplo, son monumentales, pero sus últimas obras... En fin, no diré nada de ellas, por no ofender. 

Sienkiewicz, rodeado de libros y sables en perfecto desorden.
Hoy no le darían un Nobel porque sus novelas (magníficas) son del género histórico.

Mommsen, con estos pelos, ganó el Nobel.
No escribió una novela en su vida.

No sólo hay novelistas entre los premiados, y no sólo escriben novelas serias y aburridas, como las de Mann o Hesse (perdón por los adjetivos, pero ya me entienden). Tenemos, por ejemplo, a Kipling y a Sienkiewicz (autor de novelas históricas, de género). Hay quienes escriben teatro (Pirandello) y hay quienes hacen teatro (Dario Fo). Ensayo y filosofía, con Mommsen o Russell. Periodismo. ¡Poesía! ¿Quién lee poesía, hoy en día? ¿Por qué un poeta no puede merecer un Premio Nobel de Literatura? Aunque sea un perfecto desconocido para casi todo el mundo. Pues, este año le han dado el premio a un cantante. 

Ahora surge la pregunta de verdad: ¿es la canción un género literario? Si lo es, ¿merece Bob Dylan un Premio Nobel por sus canciones? Descubrimos en ellas la huella de la gran literatura americana del siglo XX. También hay que mencionar su contribución a la recuperación del cancionero popular americano del siglo XX y su gran influencia sobre otros autores literarios (y sobre otros cantantes). Etcétera, y volvemos al punto de partida: ¿Es la canción un género literario? ¿Puede ser Literatura (con mayúsculas) algo popular

Por el autor.

Que la canción sea o no sea un género literario, que Bob Dylan merezca o no merezca el premio por sus canciones, lo dejo a elección del lector. Pero, como ustedes me preguntarán, yo respondo ahora. Creo que sí, que la canción es un género literario (popular, en su mayor parte) y añadiré que celebré con una sonrisa el Premio Nobel de Literatura para Bob Dylan. ¡Ya lo sé! Mucha gente no está de acuerdo y lo discute. Vale. De eso se trata. Será una magnífica excusa para hablar de libros y preguntar al cuñado de turno si ha leído algún libro el último año, cuál y qué le pareció, y ponerlo en un brete. Como decía otro tuit, menos discutir de literatura y más comprar libros, coño.


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