San Bartolomé se va de juerga


San Bartolomé esperando a que vayan a buscarlo para correrse una juerga.
En Sitges, in situ, apunte fotográfico del autor.

Ya saben: hoy, 24 de agosto, se celebra la fiesta de San Bartolomé, apóstol, que murió desollado y martirizado, que, por esa razón, se representa con un cuchillo en la mano o con la palma del martirio. Es, también, el patrón de la villa de Sitges, a la que me une un especial cariño, aunque hace ya mucho tiempo que no la visito tan a menudo como quisiera.

Pero no me pierdo su Fiesta Mayor. Aunque sea, como en los últimos años, una aparición fugaz la víspera, cuando se inicia la gran juerga, y una desaparición pronta la mañana siguiente, o quizá la tarde, cuando la juerga está en su apogeo. Uno ve la procesión en la que recogen al santo, los fuegos artificiales, trata con la familia y los amigos y disfruta lo que puede, aunque sea un poquito.

Los indígenas, llegadas estas fechas, se quejan siempre de lo mismo. Se quejan, porque hay que quejarse. Siempre. Sin falta. (Pero no vaya a quejarse usted, que es forastero, que se lo comen vivo).

Es un clásico hablar de la cantidad de gente que se acumula aquí o allá; por ejemplo, cuando se presentan las chirimías que animarán los bailes populares al mediodía del día 23. Cuando era pequeñito, sólo iban los mayores a escucharlas, casi todos friquis del toque de chirimía, con abundante material para grabar en cinta magnetofónica el suceso, que era (y sigue siendo) un coñazo folklórico; hoy, casi todo son jóvenes y la mayoría menores de edad, que no tienen oído más que para saltar y bailar y si en vez de chirimías sonaran cornamusas escocesas acompañadas de panderetas tocando un lied de Schubert, lo celebrarían lo mismo. ¡Coño, que es Fiesta Mayor! 

Pero, sí, mucha gente, a fin de cuentas, como cada año (y no les digo de los años en que la juerga cae en fin de semana). 

Otros temas de conversación clásicos son: 
a) ¿Has visto lo que le han hecho al gigante este año? 
b) ¡Las carretillas que tiran los diablos este año sí que queman! 
c) Me parece que hay demasiadas colles de tal o cual baile. 
o d) ¿Qué te han parecido los fuegos artificiales? Creo que tal o cual cosa ha estado floja.

Si usted inicia una conversación de tal guisa con un indígena, manteniendo un rostro que muestre a la vez escepticismo y un cierto aire crítico (excepto en b), donde tendría que simular excitación), habrá logrado ser inicialmente bien considerado por la población local. No critique, sólo pregunte. El indígena criticará por usted. A continuación, dé la razón al indígena en todo lo que diga y se lo habrá metido en el bolsillo.

En fin, lo de cada año. Procesión por la tarde, fuegos artificiales, cena con los amigos, bailoteo, más procesiones de madrugada, a la salida de la misa del mediodía, por la tarde... En todo caso y para que no se diga: ¡Viva San Bartolomé! 

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