Aniversario sonado


Hoy, 18 de julio, hace cuatrocientos años que murió Caravaggio, el pintor. Pues ayer, para alegrarnos el día con una nueva polémica, L'Osservatore Romano (el periódico del Vaticano) publicó en primera página el hallazgo de un (posible) Caravaggio, Il Martirio di San Lorenzo. Cuentan que se guardaba en una colección de la Compañía de Jesús...

Cuidado con estos hallazgos. El cuadro tiene su mérito y es indudable que el pintor conoció la obra de Caravaggio, pero ¿era Caravaggio?

Veamos qué dicen los que dicen que sí. Se dice que el estilo es impecable, y que nos enfrentamos a una obra de gran belleza. Se señala la luz, caravaggesca, y un uso muy característico del claroscuro. San Lorenzo a la parrilla, dicen, recuerda los gestos de otros protagonistas de la obra de Caravaggio (Holofernes, San Mateo, San Pablo, etc.). Los partidarios de la homosexualidad de Caravaggio ven en el mártir asándose gestos de mucha lascivia, que ya es ponerse a ver.

Los que dicen que no estamos delante de un Caravaggio son menos amables con la obra. A ojo, mirando la foto de L'Osservatore Romano y como conocedor de Caravaggio, El Martirio de San Lorenzo de los jesuitas no me parece de la calidad suficiente, dice el dottore Mauro Di Vito, historiador del arte de la Universidad de Pisa. Añade que no parece que sea siquiera uno de sus peores cuadros. ¡Cómo las gasta el caballero! Valeria Merlini, famosa restauradora de algunos cuadros de Caravaggio, también mantiene una profunda reserva, porque, explica, ha conocido muchas falsas alarmas. Pero ¿quién sabe?

L'Osservatore Romano hace gala de la extremísima prudencia vaticana. Después de soltar la bomba, afirma que tiene que andarse con mucho ojo, pues la verdad será desvelada después de las próximas investigaciones diagnósticas y una profunda investigación documental, estilística y crítica. Los aficionados de todo el mundo estamos esperando los resultados de tantas investigaciones.

Aunque me considere un escéptico en este caso, reconozco que no soy quién para opinar. Ya se verá. En todo caso, la polémica está servida, y no es la primera vez que se descubre que los jesuitas guardaban un Caravaggio perdido (véase el caso de El prendimiento de Cristo). Cuando murió Caravaggio, varios cuadros desaparecieron y los jesuitas seguro que estaban por en medio. Lo sé yo, háganme caso. Puestos a polemizar...

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