Culo y pedo



El Departamento de Economía y Conocimiento se negó a pagar a las entidades que cubren servicios sociales básicos, pero pagó religiosamente a otras entidades. ¿A cuáles? El Gobierno de la Generalidad se ha negado a responder a esta pregunta en el Parlamento de Cataluña. Podemos imaginar a cuáles, pero no podemos asegurarlo. Eso sí, los bancos y cajas de ahorro sí que cobraron a finales de julio de la Generalidad de Cataluña. Cobraron y como muestra de solidaridad y compromiso con la sociedad, no han querido adelantar el dinero a estas entidades sociales ni aceptar la garantía de la Generalidad de Cataluña. Todavía hay clases, incluso en tiempos de crisis: los ricos, bien, gracias; a los pobres, que les den.

A falta de bancos, las familias, dentro de sus posibilidades, están prestando dinero a estas entidades, esperando volverlo a ver cuando pague la Generalidad de Cataluña... si paga. Muchos centros están al borde de la quiebra. La suspensión de pagos del Gobierno de los Mejores está provocando muchos problemas entre las gentes sencillas y necesitadas; entre nuestros mayores, entre los enfermos y los desgraciados.

Pero la suspensión de pagos es oportunísima para sostener la tesis de costumbre, el eterno Madrid no paga, Madrid nos roba, Madrid tiene la culpa... La culpa, siempre la culpa... Pero ¿qué hay de la responsabilidad? ¿Quién ha sido responsable de esta burrada? ¿Cómo se llama?

En voz baja, se insinúa que esta crisis ha sido... ¿provocada? ¿favorecida? ¿auspiciada?... En todo caso, aprovechada por el Gobierno de los Mejores como arma arrojadiza e instrumento de propaganda. ¡Mirad lo que ocurre por culpa de Madrid! ¡Mirad qué mal nos quieren en Madrid! Ah, cuánta maldad en Madrid... Porque aquí, en Barcelona, ¡somos boníiiiiiisimos! Si lo sabré yo.

Pero yo, a la vista del suceso, quiero señalar lo siguiente:

Cuando comparecieron los señores Mas-Colell y Cleries para explicar por qué no habían pagado, nadie, y repito: nadie, presentó el plan de tesorería que hubiera demostrado que no había dinero para pagar. Nadie, y repito: nadie, lo reclamó. Ni se presentó ni se reclamó un flujo de caja que demostrase que a finales de julio no había dinero para pagar a estas entidades sociales.

En otras palabras, el Gobierno de los Mejores dijo que no podía pagar y nos lo creímos. Nadie lo puso en cuestión, nadie pidió las cifras que justificaban esta suspensión de pagos. Los consellers no demostraron que eso había sucedido como habían dicho; dieron por supuesto que todo el mundo se lo creería... ¡y se lo creyó!

Pero ¿dónde se ha visto semejante dislate? ¿Qué c... de oposición tenemos en el Parlamento de Cataluña? ¿Y los periodistas? ¿La prensa no reacciona? ¡Por favor...!

Estamos hablando de 70 millones de euros, 70 millones de los 2.086 millones que corresponden al Departamento de Bienestar y Familia en 2012. Es decir, un poco más del 3% de este total.

¿No había dinero? ¡Ja!

Según la Intervención General de la Generalidad de Cataluña, el 1 de julio de este año habían 5.302 millones de euros en la caja, procedentes de 16.310 millones de euros de ingresos a los que restar 11.008 millones de gastos. El compromiso con estos entes de protección social de la Generalidad de Cataluña era de poco más de un uno por ciento de lo que la Generalidad de Cataluña ya tenía en caja al comenzar el mes.

Había dinero a principios de mes. De sobras. Hubo ingresos. Hubo gastos. Hacia el día 20 de julio, alguien dijo que habría retrasos en algunos pagos. El día 25 comenzó a correr la voz: ya no había dinero. A final de julio, las entidades sociales se quedaron sin ver un duro, casi sin previo aviso.

¿Nadie se había molestado en reservar el dinero que sí que había para pagar los servicios sociales a principios de mes? ¿Qué otros gastos podrían haberse ahorrado y no se ahorraron? ¿Alguna subvención a algún amigo de un amigo? ¿Qué fue más importante que la asistencia social? Como ciudadano, me gustaría saber qué considera mi gobierno más importante que eso.

Madrid nos roba, nos roba Madrid... Puede que sí, es posible, hasta probable, que sí. Pero en Barcelona, seguro, segurísimo, gobierna una tropa de ineptos que tira p'atrás. De ineptos, y de sinvergüenzas, también.

A decir de un experto en Administración Pública, éstos gestionan con el culo y la gente les importa un pedo. El dicho es feo, pero muy gráfico.

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