Publicado por Taunus hace ahora un año, traducida por Belén Urrutia, Caravaggio - Una vida sagrada y profana, de Graham-Dixon, pasa por ser la última biografía de Caravaggio. Última va en cursiva porque ni será la última ni mucho menos la definitiva, y no porque sea mejor o peor que otras, sino porque la biografía de Caravaggio da para muchas versiones y los estudios caravaggescos avanzan cada día un poco, proporcionando algunas novedades sobre las que discutir en las largas sobremesas caravaggistas. Estudios sobre Caravaggio los hay a porrillo, técnicos y detallados, y también ensayos más o menos rigurosos y divulgativos. Éste, el de Graham-Dixon, tiene sus méritos y algún defecto, como era de esperar. Pero, así, en resumen y en general, está bastante bien.
Si me quejo, no me hagan demasiado caso. Desde que leí los Estudios sobre Caravaggio de Friedlander (todo un clásico del caravaggismo) he leído de todo. Tengo en casa los catálogos de tres importantes exposiciones que he visto con éstos mis ojos, la de Barcelona en 2005, la de Roma en 2010 (no se verá nada igual en muchos años, ni se veía desde aquélla que organizó Longhi) y la más reciente de París. Aparte, tengo la obra de Friedlander, claro, y las de Lambert, König, Castellotti, Schütze, Robb y Langdon, más algunos ensayos de diversos autores, unos más técnicos que otros (entre los que destacaría las reflexiones de Luis Antonio de Villena, altamente recomendables para cualquiera) y alguna novela. Con todo esto en mi bagaje, puedo permitirme el lujo de disentir en algún punto de lo que piense Graham-Dixon, como también cederle la razón.
Leí, tan pronto como se publicó, los capítulos del libro que relatan la estancia de Caravaggio en Roma, antes del famoso duelo, pelea o desencuentro con Tomassoni, por razones que no vienen al caso. Ahora he vuelto a leer todo el libro, y por eso lo reseño ahora.
Desde mi punto de vista, los puntos más interesantes de esta nueva biografía de Caravaggio son:
a) Su relación con la Chiesa dei Poveri surgida durante la Contrarreforma, promovida por Carlos Borromeo y de larga tradición en Italia (aunque el Oratorio de Neri apenas se menciona y es también muy importante para comprender el discurso de Caravaggio). En este punto, Graham-Dixon se mueve con precisión y certidumbre y dice cosas muy interesantes.
b) El homicidio que Caravaggio comete contra Ranuccio Tomassoni. ¿Una pelea ocasional? ¿Algo enquistado que un día estalla por una discusión cualquiera? ¿Algo premeditado? Graham-Dixon plantea y defiende la teoría de un duelo entre Caravaggio y Tomassoni que, cuando el segundo cayó herido de muerte, se fue de madre y acabó en una pelea más generalizada, en la que el pintor resultó también malherido. Es difícil, atendiendo a lo que sabemos, decir qué ocurrió en realidad. Algunas escenas de la biografía de Caravaggio (de ésta o de prácticamente cualquier otra) tendría que escribirlas más un novelista que un historiador, porque se basan en pocas pruebas y necesitan un relato. Aunque la idea de un duelo formal es atractiva y razonable, además de convincente, prefiero otras, como las de un encuentro entre bandas rivales que empezó mal y acabó peor. Pero, ya les digo, no me hagan mucho caso.
c) Su problema en Malta (¿por qué fue arrestado por los caballeros de la Orden de Malta? ¿por qué tuvo que huir de la isla? ¿quién le ayudó? etc.) está explicado con nuevos datos que echan por tierra algunas de las teorías más inverosímiles (pero tan atractivas como novelescas) de, por ejemplo, Robb. Parece ser que hubo ciertas discrepancias entre unos músicos y unos caballeros... y hasta aquí podemos leer. La novedad de esos datos que digo ha hecho que lea con sumo interés esta parte de su biografía.
d) Uno de los mejores puntos del libro es su interpretación y lectura de algunas de las obras de Caravaggio. En algún momento es simplemente espléndida y sutil.
Si usted no ha leído nunca una biografía de Caravaggio, ésta está muy bien y le servirá de mucho para conocer tanto la importancia como las circunstancias de su obra. Si ya sabe alguna cosa, verá que algún capítulo se ve superado por la biografía de Helen Langdon y algún otro es deudor de la del clásico Friedlander, y que Robb, aunque en algunas ocasiones novela más que biografía, sabe darle al ensayo un tono más novelesco, y perdonen la redundancia.
En el asunto de la sexualidad del pintor, Graham-Dixon se encuentra incómodo señalando la homosexualidad de Caravaggio y se saca de la manga un palabro nuevo, omnisexualidad. A grandes rasgos y sin entrar en detalles ni negar la mayor, coincide conmigo en constatar que el pintor seguramente trató con hombres, mujeres y niños a lo largo de su vida. Es un tema de debate muy abierto, el de la sexualidad de Caravaggio.
También agradecerá el lector, si ya conoce el asunto por otras lecturas, las nuevas noticias de los últimos estudios sobre el pintor, aparte de nuevos puntos de vista. Quizá encuentre a faltar dataciones o datos más técnicos, pero, qué quieren que les diga, en un ensayo como éste no son imprescindibles.
Me guardo para mí algunos puntos en los que no estoy del todo de acuerdo con Graham-Dixon y algunas omisiones que creo significativas, pero eso no importa para nada a la hora de recomendar a cualquiera que quiera saber quién era Caravaggio y por qué es tan importante este libro, porque consigue un buen equilibrio entre la divulgación y el rigor debido.
Es una biografía de Caravaggio muy recomendable, especialmente para quien quiera introducirse en el mundo del caravaggismo.
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