La culpa la tienen los museos arqueológicos


Los museos de arqueología promueven la humillación y la violencia sexual.

El estudio La discriminación de la mujer: los orígenes del problema. La función social y educativa de los museos arqueológicos en la lucha contra la violencia de género, está previsto que dure tres años. Lo lleva adelante una profesora de la Universidad Autónoma de Madrid y recibirá una subvención de 32.855,95 euros.

Los arqueólogos varones insisten en perpetuar el paradigma de la mujer objeto.

Gracias a tan generosa contribución pública del Ministerio de Sanidad, Asuntos Sociales e Igualdad, podremos culpabilizar convenientemente a los museos de arqueología en particular y a los arqueólogos en general de promover la discriminación de varones y mujeres y relegar a estas últimas al grado de sumisión en el que hoy malviven.

La condesa Ermessenda rebelándose contra el falocentrismo.

Para demostrar que existe otra manera de hacer las cosas diferente a la propuesta por los museos de arqueología, una profesora de la Universidad de Gerona dedicará otros tres años a demostrar que es posible Gobernar con amor: La actuación política de las condesas catalanas (siglos IX-XII). Tal es el título de su tesis, que merece una subvención ministerial de 17.710 euros.


Gestión política multicultural con amor.

Gestión política multicultural falocéntrica.

Pero ¡alerta! Los arqueólogos tienen armas secretas con las que evitar gobernar con amor, como se demuestra en La transmisión de estereotipos de Género a través de la canción y su relación con la Violencia de Género, una tesis de una profesora de la Universidad de Valladolid que ha merecido un premio en forma de subvención de 26.911,50 euros.

Violencia machista estereotipada en la música popular.
El cantante varón ejerce una brutal violencia contra la guitarra, símbolo de feminidad.

La secreta alianza entre arqueólogos y cantantes varones para fomentar un género de violencia mal llamado violencia de género puede analizarse desde muchas perspectivas. A lo largo y a lo ancho, por ejemplo. Como prueba de ello, se ha otorgado una subvención de 19.205 euros para un Estudio longitudinal de la Violencia de Género: estrategias para evitar la revictimización de las mujeres en sucesivas relaciones de pareja, que realiza una investigadora de la Universidad de La Laguna.

El estudio longitudinal de la violencia de género, una nueva perspectiva.

El estudio longitudinal es el que estudia una cosa a lo largo y no a lo ancho. Fíjense: se da el caso de mujeres que una y otra vez acaban con el varón equivocado, o quizá acaben con un varón y no con otro a causa de una determinada longitud y tal longitud esté directamente asociada a la violencia machista. El que la tenga más larga, más violento será, se concluye.

La mujer concibe no concibe el mundo longitudinalmente, sino transversalmente.

¿No me creen?


Lo dicho, los arqueólogos que cantan son incapaces de gobernar con amor, longitudinalmente hablando, se entiende.

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