Caravaggio en el taller de Peterzano



Michelangelo Merisi era hijo de un maestro de obras que trabajaba para los Sforza en Milán. Pronto descubrió que su hijo era un bravo pittore en ciernes y que merecía una formación adecuada a su capacidad. Con sacrificios, la familia le pagó una formación pictórica en el taller del maestro Peterzano. Quien luego sería il Caravaggio aprendió a tensar los lienzos, preparar las pinturas, mezclar los colores... Como Peterzano era de la vieja escuela, pondría mucho interés en el disegno, el dibujo, porque sin dibujo no había pintura, se decía entonces, y Michelangelo dibujó como los demás. Hasta que abandonó el taller.

Luego apareció en Roma, aguantó unos meses en algunos talleres de pintura y finalmente se instaló por su cuenta. Comienza a pintar y vender cuadros a través de un marchante de la piazza Navona. El Caravaggio más antiguo que aparece en los libros de historia del Arte es el de esta primera época romana. Se sospecha (pero no se ha probado) que los motivos florales del fresco que decora el techo de la capilla Contarelli no son del Caballero de Arpino, sino de su alumno Merisi; puede que sea una leyenda. Pero no se conoce, o no se conocía, ninguna obra anterior a sus primeras pinturas en Roma, una vez instalado por su cuenta.

Quizás, y digo quizás, haya cambiado eso. Dos investigadores, Maurizio Bernardelli Curuz y Adriana Conconi Fedrigolli cuestionaron que no existiera ninguna obra de Caravaggio anterior a esa época. Seguramente, existe. Pero ¿dónde encontrarla? ¡En el taller de Peterzano! ¿Y cómo identificarla?

Se les ocurrió estudiar la estructura de los retratos del primer Caravaggio: las proporciones del rostro, básicamente, el tamaño relativo de uno u otro rasgo, etc. Dieron con un patrón caravaggesco, un cánon geométrico propio de Caravaggio. Con ese patrón en la mano, se lanzaron a repasar todos los dibujos del Fondo Peterzano que se conservan en el Castello Sforzesco de Milán. En total, más de 1.300 disegni (bocetos, apuntes, dibujos...). El cánon geométrico que habían definido les ha servido para hacer una criba y el resultado ha sido inesperado: han dado con 96 dibujos (más un manuscrito) de Michelangelo Merisi, que luego sería conocido como il Caravaggio.

Pronto publicarán un libro en dos volúmenes, en formato electrónico, que será distribuido por Amazon, pero mientras tanto pueden ver y descargar estos dibujos en el sitio web del Ayuntamiento de Milán, aquí y aquí.

Sean o no sean de Caravaggio, estos dibujos han servido para volver a admirar los dibujos del Fondo Peterzano, que son un tesoro de valor incalculable... ¿Incalculable? ¡Mentira! Les ha faltado tiempo a los expertos en arte para valorar esos 96 dibujos atribuidos a Caravaggio en 700 millones de euros. ¡700 millones de euros...! ¡C...!

Dejemos el vil metal a un lado y veamos qué dicen los expertos, porque la polémica está servida. Según el parecer de muchos expertos, Bernardelli y Conconi han sido osados y valientes, porque el mundo de la Historia del Arte está custodiado por muchos académicos carcas e inmovilistas y su propuesta ha sido una pequeña revolución, de ésas que sacude algunos cimientos. Hay que tener valor para anunciar que uno ha tropezado con 96 dibujos de Caravaggio de los que nadie tenía noticia. Serán legión los académicos que querrán la cabeza de uno. Su método de aproximación a la autoría de estas obras es innovador, original, atrevido... pero no es concluyente, dicen los expertos. Porque aparte de la estructura geométrica, existen otras características propias del trabajo de un artista; por ejemplo, el estilo.

Lo que han descubierto Bernardelli y Conconi ha sido una colección de dibujos que guarda una fuerte (fortísima) semejanza a la obra de Caravaggio; pero la forte somiglianza non è nesessariamente identità, dice un experto italiano, mostrando una extrema prudencia, pero todavía emocionado por lo que acaba de ver.

Un comité de expertos organizado por el Ayuntamiento de Milán (que custodia el Fondo Peterzano) si riserva di considerare con i tempi e il rigore dovuti le proposte attributive avanzate dagli autori dell’e-book che riconosce in cento disegni del Fondo Peterzano la mano del Caravaggio. Es decir, que ahora mismo no se atreven a decir ni que sí ni que no, porque el asunto pide tiempo (y dinero). En otro punto de la nota de prensa, se dice que muchos dibujos del Fondo Peterzano han sido analizados antes por otros estudiosos, y que muchos de ellos han sido atribuidos a otros pintores. Esto no quiere decir nada, es sólo un aviso: hay que ser prudentes y no tirar cohetes antes de tiempo.

Se dice que nunca podremos asegurar del todo y para siempre la autoría de estos dibujos. Pero ahí están, para quien quiera verlos.

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