La Caixa, los fondos de pensiones y los empleados públicos



En los últimos años, más de doscientos mil trabajadores del sector público catalán, todos ellos funcionarios o empleados públicos de la Generalidad de Cataluña, han visto como parte del dinero que tenía que incrementar su salario base era invertido en un fondo de pensiones que gestiona La Caixa a través de VidaCaixa. Esa aportación no era voluntaria y se explicaba como una compensación por el incremento salarial, desde hace años inferior al incremento del IPC.

¿Cómo o por qué VidaCaixa acabó gestionando este millonario fondo de pensiones? No lo sé. No sé si hubo concurso público, ni sé cómo se escogió la mejor opción. Sólo sé que cada trabajador aportaba unos mil euros al año a las arcas de La Caixa, de media, sin saber cómo o cuándo podrían recuperarse.

Ahora, con el cuento de la crisis, la Generalidad de Cataluña ha dejado de invertir en este fondo de pensiones. Eso tiene una ventaja manifiesta: esos mil euros ahorrados por trabajador y año no constan como reducción de salario, así que se añaden a las rebajas salariales de los empleados públicos.

Según los auditores, participan o han participado en este fondo de pensiones 229.997 empleados públicos, que han reunido una cuenta de posición de 229,5 millones de euros. VidaCaixa declara una rentabilidad anual del fondo del 3,02% o del 3.62% a cinco años. No conozco a ningún empleado público que sepa como rescatar su aportación al fondo de pensiones.

Porque lo cierto es que ese dinero podría rendir más y VidaCaixa podría ofrecer un mejor producto. No le falta capacidad para ello. En 2011, VidaCaixa cuadruplicó sus beneficios netos. Sí, han leído bien, los cuadruplicó y ganó más de 800 millones de euros libres de impuestos. Ese mismo año, las cifras de VidaCaixa han sido asombrosamente buenas: el volumen de ahorro gestionado por VidaCaixa se ha incrementado un 7,5%, hasta llegar a los 34.800 millones de euros, más o menos; el negocio de planes de pensiones y planes de pensiones asegurados creció un 17,2%; el volumen de negocio de VidaCaixa ha aumentado por encima del 11%; el negocio del ahorro, un 12%...

Pero VidaCaixa sólo ofrece una rentabilidad anual del 3% a los empleados públicos que se ven forzados a invertir en esta entidad.

Como todos saben, la Generalidad de Cataluña se ha gestionado muy mal y al final, crisis mediante, ha reventado. Ahora mismo, la institución tiene problemas de liquidez y no puede afrontar los pagos más urgentes sin que el Gobierno de España le adelante el dinero. Su deuda suma un tercio o más de la deuda de todas las Comunidades Autónomas. Así que la Generalidad de Cataluña vende los muebles... los inmuebles, perdón, por tener algo en la caja.

Pero el mercado inmobiliario no es el que era. Los vendedores de pisos no se comen un rosco, y los de edificios, menos. Además, la Generalidad de Cataluña vende inmuebles con inquilinos que pagan tarde y mal (son entidades públicas catalanas que venden la oficina donde trabajan para llegar a final de mes), a un precio demasiado alto y en un mercado que no está muy interesado en el producto que se ofrece: oficinas con inquilinos, con problemas de aire acondicionado, de segunda mano, etc.

Es un suponer, una impresión, no más, pero creo que el Gobierno de la Generalidad de Cataluña ha pedido a La Caixa que le devuelva el favor del fondo de pensiones. El favor ha sido pagado, pero no con el dinero de La Caixa, sino con el dinero del fondo de pensiones de los trabajadores, faltaría más.

En efecto, VidaCaixa, en nombre del fondo de pensiones de los empleados públicos de la Generalidad de Cataluña y con su dinero, ha comprado un edificio de la Generalidad de Cataluña, el situado en los números 80 a 86 de la calle del Doctor Roux, Barcelona. Ha pagado por él 14,5 millones de euros.

En el edificio reside la Dirección General del Medio Natural y la Biodiversidad y la Agencia de Residuos de Cataluña. La Generalidad de Cataluña ofrece una renta de 12 euros por metro cuadrado al mes durante veinte años; el precio medio de un alquiler de oficinas en la zona es de 20 euros por metro cuadrado y mes. De hecho, los analistas de inversiones recomendaron invertir en otros inmuebles de la zona, no en ése. Pero eso no ha sido un obstáculo para VidaCaixa, que calcula una rentabilidad media de la inversión que se situaría entre el 3 y el 4% anual, aunque el negocio tardará más de diez años, quizá quince, en rendir beneficios.

Pues ¡no está mal! ¡Valiente negocio! ¿A quién pedimos responsabilidades? Porque las vamos a pedir, ¿no?

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