MarineSS

En la fotografía aparecen diez soldados de la compañía C (Charlie) del 1.er Batallón de Reconocimiento de la Infantería de Marina de los EE.UU. (US Marines). La fotografía fue tomada en Sangin, Afganistán, en septiembre de 2010, pero no se ha dado a conocer al público hasta ahora. Tiene todo el aspecto de una fotografía de recuerdo de un grupo de camaradas de armas.

La compañía C del 1.er Batallón de Reconocimiento de los US Marines actuaba entonces como apoyo del 3.er Batallón del 5.º Regimiento del mismo cuerpo, porque en Sangin se libraban combates contra la guerrilla afgana y los batallones de reconocimiento de la infantería de marina norteamericana se han especializado en incursiones, hostigamiento y observación del enemigo. Son, en el cuerpo de marines, soldados de élite.

Los diez soldados de la fotografía son francotiradores. Los scout snipers, que así se llaman los francotiradores de los batallones de reconocimiento, combaten en parejas; uno lleva un telescopio de diez o veinte aumentos y guía al otro, que lleva consigo un fusil de precisión con mira telescópica. Los marines prefieren las miras Zeiss a las Swarowski, me cuentan. Su misión es matar, selectivamente, desde lejos, uno a uno, a los enemigos, procurando pasar desapercibidos. En términos militares se emplean verbos como abatir, eliminar o neutralizar a elementos hostiles, pero se trata de meterle una bala en el cuerpo a un fulano y dejarlo seco.

Existe una leyenda negra alrededor de los francotiradores, una aura que provoca aversión. Son tipos duros, que no se llevan bien con el resto de la tropa, desalmados. ¿Acaso no se dedican a matar gente, a cargarse uno a uno al enemigo, sin darle ninguna oportunidad de defenderse? Dan miedo, ésa es la verdad.

En la fotografía, los tiradores posan orgullosos y feroces. Todos llevan gafas de sol, ninguno lleva casco. Llevan sus armas consigo y posan con ellas como si fueran sus novias. Puede verse uno de ellos con un Barrett M82, de calibre .50, de rodillas, a la derecha de la fotografía, un arma capaz de partirle a uno en dos a un kilómetro de distancia, aunque predominan los que llevan un M40, el fusil estándar de los marines francotiradores, de calibre 7,62 por 51 mm, y lo que parecen fusiles AW o M25 del mismo calibre, o quizá del .300 Winchester o del .380 Lapua Magnum... A tanto no llego, no se aprecia el detalle. Veo supresores en el cañón, para despistar al enemigo, y cartucheras de fusiles de asalto, porque el fusil de precisión se carga en un estuche aparte, se cuida y se mima.

Lo que llama la atención a todo el mundo es que se han fotografiado frente a un muro donde exhiben con orgullo la bandera de las barras y estrellas y una bandera con las dos runas de las SS. Preguntados por semejante burrada, los mandos respondieron que los marines no sabían lo que significaban las dos eses, que escogieron el símbolo por eso de scout snipers, ese ese, ya sabe. Era un símbolo guerrero, coincidían las dos eses con la descripción de su oficio...

Pero nadie cree que los marines no sabían qué significaban las dos eses. Yo no me lo creo. Sólo con ver un poco de cine ya saben quién es el malo de la película. Y quizá sea eso lo que buscaban los marines, dar miedo, darse valor, demostrar que a machos, a feroces, no los gana nadie, ni la madre que los parió.

Todo el mundo lamenta el asunto de la fotografía. Realmente, es espeluznante ver a los francotiradores de los marines con el símbolo de las SS. Ha sido una torpeza, un asunto que tendría que haberse cortado de raíz, pero lo cierto es que nadie le prestó atención en su día. Lo que fue no sé si una broma, pero sí una machada, pasó desapercibida hace más de un año. Ahora, recién publicada, la fotografía ha hecho mucho daño a la imagen de los marines, y pone difícil las cosas a quien intenta explicar qué hacemos en Afganistán, porque nosotros también estamos ahí.

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