Del rumor a la noticia (Barcelona Activa)



Finalmente, los munícipes de Barcelono han dado la cara y han dicho que, sin las ayudas del Servei d'Ocupació de Catalunya (SOC), Barcelona Activa tiene que reestructurarse. Han empleado este verbo, reestructurarse, que es la forma reflexiva de reestructurar, o modificar la estructura de algo. El SOC depende del Gobierno de la Generalidad de Cataluña, es la oficina de empleo catalana, y destinaba 22,6 millones de euros al año a programas de ocupación en Barcelona. Al suspenderse estas ayudas, el presupuesto de Barcelona Activa queda en 27 millones de euros. Del nuevo presupuesto, confirman los responsables del Ayuntamiento de Barcelona, sólo 7,8 millones se destinarán a la promoción de empleo y la ocupación. Menos de una tercera parte de lo que se destinaba el año pasado.

Recordemos que hace poco Barcelona Activa se reestructuró (ésta vez, sí) y dobló, más que dobló, el número de altos cargos. Ya lo conté, en una entrada llamada Rumor y pesadumbre. Como bien señaló un lector, tendría que haberse llamado Rumor y podredumbre. Desgraciadamente, sólo resta la pesadumbre... y como dije hace pocos días, ahora hay tres nuevos cargos de confianza (sic) en la alta dirección y un total de trece nuevas direcciones operativas. Una repentina inflación de cargos, inexplicable. Con la noticia en la mano, realmente inexplicable.

Inexplicable, sí, porque en enero de 2012 Barcelona Activa perderá 55 trabajadores, los que se encargaban de la promoción del empleo y la ocupación en Barcelona con los fondos del SOC. Antes, sin embargo, ¡tendrá 15 nuevos cargos directivos! ¡Caramba!

Como muchos entes públicos estos últimos tiempos, Barcelona Activa engorda por arriba y adelgaza, casi se deshace, por abajo. ¿Sobran directivos? Tranquilos, que ponemos más y más inútiles. ¿Que faltan empleados públicos para cubrir el servicio? Tranquilos: los echaremos a la calle, bajaremos el sueldo a los que queden y privatizaremos su trabajo, para que los directivos puedan preparar los contratos para las empresas privadas que harán lo mismo peor y mucho más caro (ya saben, en lo privado manda el beneficio, no el servicio). Además, así se ganan las comisiones que darán para la suite del Hotel Palace de don José Antonio, por ejemplo, por citar un gasto anecdótico, una gota del océano de latrocinio y corrupción que nos ahoga.

Ésta ha sido y ésta es la tónica de la gestión de la Administración Pública de CiU, en el Gobierno de la Generalidad de Cataluña y en los ayuntamientos. ¿Que los demás partidos también...? Sí, también; pero esto es lo que lleva haciendo CiU desde que llegó, intensamente, con ansia y frenesí, en todo lo público, y especialmente en sanidad, educación, servicios sociales... Quien no quiera verlo, que no lo vea.

Pero hablábamos de Barcelona Activa.

Más de 100.000 ciudadanos de Barcelona están en paro. Cuando le preguntaron a la señora Sònia Recasens, la segunda teniente de alcalde del Ayuntamiento de Barcelona y responsable final de la política laboral del municipio, si era razonable reducir los programas de ocupación y promoción de empleo de Barcelona Activa con tanto paro alrededor, la señora respondió: No queremos que nos definan los programas desde el Gobierno central o la Generalitat, queremos diseñar nuestras prioridades. Señalo que las prioridades no se diseñan, pero lo que añadió a continuación irrita al más calmado. Con un cinismo que sólo puedo atribuir a una maldad asquerosa o a la más solemne estupidez, la señora Recasens dijo de los 55 trabajadores que perderán su empleo en Barcelona Activa que no es misión del ayuntamiento una política (cito) de beneficencia y asistencialista, que promueva contratos laborales de seis meses para crear puestos temporales en la Administración. Lo de beneficencia y asistencialista es de juzgado de guardia, pero luego se superó y añadió que aquí no pasa nada, porque, vuelvo a citar, estoy convencida de las bondades del mercado laboral. ¡Será hija de p...!

Las prioridades diseñadas por la señora Recasens y los de su calaña son, a saber: promoción económica de las empresas (subvenciones a los empresarios); más colaboración con el sector privado (privatización); menos programas de formación para personas en paro (ya se apañarán); menos ayudas a las personas en riesgo de exclusión social (ya se apañarán); menos ayuda a la formación, orientación y acompañamiento de trabajadores que forman su propia empresa (ya se apañarán); y para contener el gasto, más cargos directivos y menos empleados públicos (razonable, ¿no?).

Desde 1986, Barcelona Activa se ha mostrado como uno de los entes públicos más eficientes en la lucha por una economía productiva y un trabajo de calidad. Ha formado desde entonces hasta ahora a más de 100.000 personas que han creado su propia empresa o que han reconducido su actividad laboral y su caso se pone (se ponía) como ejemplo en muchas administraciones públicas europeas.

Pero ya lo dice la señora Recasens, que aquí nadie nos dice cómo tenemos que hacerlo y si uno es pobre y no tiene trabajo, por algo será. Fíjense en ella, una perfecta cretina y teniente de alcalde. Pues, que le den, que le den y que le duela.

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