El avión rojo de combate



Hace días, descubrí un libro en mi librería habitual que despertó en mí las desmedidas ganas de poseerlo y lo compré. Se trata de un libro que edita Macadán, y antes de proseguir con el libro en cuestión, deseo mucha suerte a esta pequeña y recién nacida editorial. Pretende, ni más ni menos, ser (cito) una editorial marginal especializada en literatura de motor. ¡Bravo! ¡Mucha suerte! Estaré pendiente de vuestros libros.

¿Qué libro era ése que ha publicado Macadán? Ni más ni menos que Der Rote Kampfflieger, traducida al español como El avión rojo de combate y comprenderán mi tremenda curiosidad por leerlo si se fijan en su autor, Manfred von Richtofen. ¿Que quién era Manfred von Richtofen? Pero ¿quién ha hecho esa pregunta? Era, fíjense, el Barón Rojo. Mejor sería decir el Red Baron o el Diable Rouge, como le llamaban ingleses y franceses, pero lo de Barón Rojo ya me está bien y así lo conocemos por aquí. 

Manfred von Richtofen en 1916, al inicio de su carrera como piloto.

Manfred von Richtofen debe de ser el piloto de caza más famoso de todos los tiempos. Fue el as que derribó más aviones en la Gran Guerra, ¡ochenta!, pero muchos coinciden en que no fue el mejor piloto (pero sí un excelente tirador). Sin ir más lejos, el segundo de la lista de ases de la Gran Guerra, René Fonck, francés, derribó 75 aviones y ése sí que era un buen piloto. Pero ¿quién conoce a Fonck? Algún aficionado, no más. Si vamos al total de aviones derribados, Hartmann derribó 352 (!!?) en la Segunda Guerra Mundial, pero ¿cuántos de ustedes han oído hablar de Hartmann? En cambio, todos conocen (o dicen conocer) al Barón Rojo. No le resto méritos, no. Sólo quiero señalar que su nombre y sus hazañas bélicas se han convertido en leyenda, más allá de su figura histórica.

Últimamente se han publicado varias biografías del Barón Rojo. Editorial Almuzara ha publicado una brillantísima de J. Eduardo Caamaño, Manfred von Richtofen. El Barón Rojo, la más completa que hoy mismo pueden encontrar en las librerías escrita en español. La bibliografía en inglés es muy numerosa y excelente en algunos casos. Sin embargo, nada como las letras del mismísimo Barón Rojo para picarnos la curiosidad.

El Barón Rojo y su mascota, Moritz.

El libro que publica Macadán se lee en un pispás y hay que andar prevenido. En primer lugar, porque el alemán es un jovencito de veintipocos años que no tiene una gran afición por las letras, un vivalavirgen zascandil y alocado, un soldado que vive intensamente lo poco que le queda de vida, un pijo insensato metido en caballero del aire, un asesino en aeroplano, incluso un héroe de veras, que no sé cómo llamarlo. En segundo lugar, porque es un texto de propaganda, publicado para ensalzar la figura del nuevo héroe alemán, porque en eso se convirtió el Barón Rojo. No esperen literatura, pero sí un libro muy interesante (especialmente, para los friquis de mi especie y condición). Es, digámoslo así, un documento de época, pero se lee muy bien.

Los ingleses enterraron al Barón Rojo con honores militares.
¡Eran otros tiempos!

Poco después de escribir este librito, el Barón Rojo recibe un tiro en la cabeza que casi lo mata. A partir de ese momento, dicen, su comportamiento se altera. Se vuelve huraño y reservado en tierra y suicida en el aire, hasta que sucedió lo que tenía que suceder: en un combate aéreo, lo matan y derriban en el Somme. No nace ahí la leyenda, pero se confirma. 

Acabo. Felicito a Macadán por una edición excelente y muy bien anotada. Los anexos, con los croquis de los aeroplanos del Barón Rojo y sus características técnicas, es muy bien recibido. Sólo por avaricia, me hubiera gustado un croquis de los aeroplanos derribados, pero eso sería una enciclopedia de la aviación, no unas memorias del piloto de caza más famoso de todos los tiempos. 

1 comentario:

  1. En la biografia del Barón Rojo, publicada por Almuzara podrás ver los croquis (en color) de los aeroplanos derribados.

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