¿Qué es un político en activo? Esta pregunta, que parece (es) idiota, es la que estos aciagos días está removiendo toda la politiquería catalana. Todos, del presidente de la Generalidad de Cataluña al último tertuliano del país, se preguntan lo mismo. Peor todavía, todos responden a la pregunta y se quedan tan contentos, y no sé qué es peor. Yo mismo, sin ir más lejos, he caído en la trampa y aquí me tienen. Lamentable.
¿A santo de qué se pregunta todo el mundo que es un político en activo? Ahora verán.
La gallina Turuleta, a punto de enfrentarse a su fatal destino.
La política catalana es como una gallina decapitada, que ha perdido la cabeza pero corre y corre y no para de correr. Sólo que una gallina del tamaño de un tiranosaurio, que arrasa allá por donde pasa.
(Me he ahorrado poner imágenes de gallinas decapitadas, para evitar mareos.)
Los partidarios de declarar la independencia de Cataluña tuvieron la idea de convertir las elecciones autonómicas al Parlamento de Cataluña en unas elecciones plebiscitarias, como las de Corea del Norte o la República Democrática Alemana. Porque en los países donde la política no es como una gallina descabezada corriendo suelta, eso de las elecciones plebiscitarias se considera cosa de regímenes autoritarios. Para sumar voluntades (sic), se propuso formar una lista única transversal (¡otra vez la palabreja!) de todos los partidarios del plebiscito. ¡Sumar voluntades...! ¡Como si todos fueran a una!
La idea surgió del presidente Mas, que va perdiendo votos a cada paso que da, y teme perder el poder. Un poder que ERC quiere para sí. En el fondo de todo este asunto se ha desatado una guerra a muerte y sin cuartel para ver quién manda en Cataluña a partir de ahora.
¿Quién separó del cuerpo la cabeza de la gallina Turuleta?
No quiero saberlo, pobrecita.
Si para mandar hay que jugar a ver quién la dice más gorda, se juega. Desde el Estatuto del 3% que se practica este deporte en la política catalana. La pelota va haciéndose gorda, gorda, cada vez más gorda, y tonto el último, al que le reviente en las narices.
Por eso llevamos no una, sino muchas listas únicas (unitarias, también). Ya he perdido la cuenta. La primera, la que propuso Mas como lista del presidente. ¡Todos conmigo! Así disimulo que CDC está cada vez peor, que UDC se nos va, que Pujol sigue dando guerra, que mi gobierno ha sido un completo desastre... En fin, nada como envolverse con patrias y banderas para hacer ver que aquí no ha pasado nada. A esta lista, evidentemente, ERC dijo que no, porque ERC estaba entonces superando a CiU en todos los frentes y quería ser CiU en lugar de CiU.
De lista en lista y tiro porque me toca. Muchas listas después, cuando parecía que al final iban a presentarse por separado, cada uno con su propuesta nacional y perdiendo votos entre todos, juntos o por separado, el presidente Mas (la gallina descabezada más imprevisible del corral) lanzó la pelota... ¿A quién? A la sociedad civil. Es decir, a tres agrupaciones en particular: Òmnium Cultural y la Asamblea Nacional de Cataluña (unos 40.000 socios cada una, y no todos pagan, más simpatizantes) y una asociación de municipios, AMI, sin finalidad práctica, que como está formada por políticos en activo (sic) ahora no cuenta. El resto de asociaciones del país, aunque cuenten con más socios que toda esta gente junta, hace tiempo que ya no son sociedad civil. Por ejemplo, el Club Supertrés.
¿Qué han respondido estas asociaciones? Han propuesto una lista sin políticos en activo. Así, tal cual, con dos bemoles. Y transversal y lo que haga falta. A la idea se han sumado ERC y la CUP, pero CDC (que no UDC, que ya se ha ido), no parece estar por la labor, porque...
Porque, vamos a ver, todos nosotros, que somos diputados y cargos públicos, ¿vamos a irnos al paro, así como así? ¿No era la lista única un mecanismo para seguir en la poltrona, disimulando nuestra pertenencia a CDC?
Porque, dirá el presidente Mas, yo dije que no la encabezaría para que se viera que no estaba interesado en mandar, pero ¡sí que estoy interesado en mandar! ¿Qué pretenden? ¿Sacarme de en medio? ¿A mí?
Le han respondido desde ERC y la CUP que no se preocupe, que no hace falta que salga en la lista. Porque cuando se vea que la lista única tiene mayoría en el Parlamento de Cataluña, dicen, no se escoge presidente (que ha de ser forzosamente diputado) y así Mas sigue en la poltrona como presidente en funciones. Quizá se proclame algo, quizá no. Eso ya se discutirá (¿?). Entonces, se vuelven a convocar elecciones (¡!) y ahora sí, ahora se presenta cada uno con su lista porque ya queda claro que serán elecciones constituyentes. O no. Que las elecciones las carga el diablo y si ahora ganas, ahora pierdes.
Por eso, supongamos que esa lista unitaria se queda a un paso de la mayoría. Porque eso podría ser, no se descarta. Entonces, ya me dirán. Sesenta y pico diputados que serán... ¿Quiénes serán? Monjas antivacunas, futbolistas, cantantes, friquis... Durante cuatro años, aguantando mecha. Y los diputados de CDC, ERC y la CUP, mirándoselo desde la barrera, sin esos asientos que han estado calentando tanto tiempo. ¿Estarán dispuestos a correr el riesgo?
(Una respuesta: ¿han contratado esos partidos la propaganda electoral para el 27 de septiembre? ¿Todos a una o cada uno por separado?)
O quizá ganen. Imaginen que gana esa lista. ¿Con qué tanto por ciento de los votos? Da igual, dirán algunos. Entonces, ¿de nuevo elecciones? ¿Otra vez? ¡Qué horror! ¿Y si dicen que no, que nada de elecciones? Porque esa gente tan variopinta puede salirse por la tangente y allá cada uno con su voto y entonces ya verán ustedes qué sarao se monta.
Un follón.
Por eso se preguntan todos qué es un político en activo, por ver si pueden colar a alguno de los suyos en esa hipotética lista, para tenerla bajo control, y ahí está la respuesta de Mas a esta cuestión.
El señor Cuní, correveidile del Grupo Godó, el más subvencionado de todos los grupos de comunicación del país, entrevistó a la gallina decapitada number one, y ésta dijo, sobre las listas sin políticos en activo (textual):
Se dice: mejor que no haya políticos en activo. ¿Qué quiere decir un político en activo? ¿Un político en activo es uno que dice: yo me ofrezco a incorporarme a una lista unitaria y ya no me volveré a presentar más? Éste ya no es un político en activo y pasa a ser otra categoría de político.
Ah, vale. Además ¡la gente se lo toma en serio! ¿No les parece genial?
Pero ¡vaya respuesta! Según la teoría masiana de la actividad en política, los diputados de cualquier partido político que pueden perder su escaño en las próximas elecciones, ¿son políticos en activo? Pues, la verdad, no sabría decirlo. Según la teoría masiana de la actividad en política, un político que ejerce ahora un cargo público ¡podría ser un político inactivo! Y podría presentarse a la reelección. No entiendo nada.
Por otro lado, si uno se presenta en una lista electoral, ¿no pasa a ser político en activo? Ergo, una lista electoral sin políticos en activo ¿es posible? ¡La madre...!
En suma, amigos míos, ¿es esto serio?
Coc, coc, coc... diría la gallina, si no fuera que anda decapitada.
Clavado. Quedan así, dos preguntas:
ResponderEliminar¿Cómo defienden esto, los de CDC -cargos y militantes- en las barras de los bares de sus pueblos y qué opinan sus contertulios?
¿Y cómo es que los profesionales de la prensa, Mr. Cuní al frente, se quedan impávidos? En concreto, ¿Mr. Cuní no se da cuenta que que ha quedado como un tonto de capirote permitiendo que su entrevistado le tome el pelo de semejante manera? No he leído la entrevista, pero no creo que incluya un comentario de Mr. Cuní denunciando la desfachatez de su entrevistado.