Flotante o sumergible, a escoger (y IV)


Un Tauchpanzer III de la 3.ª División Panzer en el frente ruso.
Se distingue por los marcos alrededor del cañón y las ametralladoras.
En esos marcos se sujetaban las bolsas de caucho impermeables.

Cuando se vió que de invadir Inglaterra, nada, quedó la cuestión de qué hacer con los carros sumergibles. A todos los efectos, sin los aparatosos tubos para respirar, eran carros normales y corrientes y no había por qué desperdiciarlos. Los Tauchpanzer fueron a parar casi todos a la nueva 18.ª División Panzer y los que sobraron fueron cedidos a la 3.ª División Panzer.

La 18.ª División Panzer se formó el 26 de octubre de 1940 con parte de la 4.ª y la 14.ª Divisiones de Infantería y cuatro batallones de tanques sumergibles. Dos batallones formaron el 18.º Regimiento Panzer y otros dos, el 28.º Regimiento Panzer. Al mando de esta división, el General der Panzertruppen Walther Nehring (que sería fusilado en 1944 por involucrarse en un atentado para matar a Hitler). En marzo de 1941, pocos meses antes de la invasión de la Unión Soviética, desapareció el 28.º Regimiento Panzer. Uno de sus batallones de carros se sumó al 18.º y el otro fue a parar a la 3.ª División Panzer.

Un Tauchpanzer IV de la 18.ª División Panzer.
En el guardabarros, la G del Grupo Panzer de Guderian.
Se le han añadido placas de blindaje suplementarias.

En la operación Barbarossa (la invasión de la Unión Soviética), la 3.ª División Panzer formó parte del 2.º Grupo Panzer (Guderian), que a su vez formaba parte del Grupo de Ejércitos Centro, del mariscal Bock. Su misión, el mismísimo día que se iniciaba el ataque, era atravesar el río Bug, al noroeste de Brest-Litovsk. Mal asunto, porque el río había sido el escenario de grandes batallas siempre que alguien había querido poner sus pies en Rusia y era una barrera natural que parecía infranqueable.

El objetivo de la 18.ª División Panzer era cruzar el río e iniciar el avance en tierra enemiga. En estos casos, los zapadores solían cruzar el río en lanchas neumáticas mientras la artillería cubría el avance. Se establecía una cabeza de playa y más zapadores levantaban un puente provisional mientras otros hacían que más y más soldados atravesaran el río en barcazas. Con que una sola ametralladora enemiga sobreviviera al bombardeo, la matanza podría ser espantosa. Pero el general Nehring recordó que sus carros eran sumergibles, mandó preparar y acondicionar los que se pudieran aprovechar y los empleó en el ataque con gran imaginación.

No es un Tauchpanzer, pero pongan un poco de imaginación y podría serlo.

Hacia las tres de la madrugada se abrió fuego de artillería. Una hora después, los zapadores vieron como llegaban los tanques del 18.º Regimiento arrastrando tubos y boyas y se metían en el río. Pero ¿qué hacen? Minutos después, asomaron en la otra orilla.  

Si los zapadores alemanes no podían creer lo que veían sus ojos, no les cuento el susto que se llevaron los rusos. Los Tauchpanzer del 18.º Regimiento sorprendieron a los rusos y se hicieron con la orilla oriental del Bug. Los soldados no dieron crédito a sus ojos cuando vieron salir del fondo del río a esos monstruos metálicos, chorreando agua por todas partes y avanzando hacia ellos. Se dieron a la fuga, ¡quién no!

El vadeo del río Bug sorprendió a amigos y enemigos.
Quién iba a pensar que atravesarían el río... ¡bajo el agua!

Dos horas después, a las seis y media de la mañana, el mismísimo Guderian atravesaba el río en una barcaza improvisada. Le acompañaban dos camiones del Alto Mando, algunos automóviles todo terreno y un puñado de motocicletas con sidecar. A las ocho y media, esa pequeña tropa se lanzó a la carrera contra el puente de Lesna, siguiendo las huellas que habían dejado por el camino los carros sumergibles. Un retén soviético disparó contra Guderian (sic) y mató a dos de sus ayudantes, pero ésas fueron las únicas bajas y el puente se tomó intacto.

A las diez y media, los alemanes ya cruzaban el río por el puente. Mientras tanto, los Tauchpanzer habían caído por sorpresa sobre una columna soviética de trescientos vehículos y varias baterías de artillería. La destrozaron. ¡Nadie los esperaba tan pronto y tan lejos del río! A primera hora de la tarde, el mando del 2.º Grupo Panzer ya se había instalado en la orilla oriental del Bug y el ejército soviético, simplemente, huía.

Aquélla fue la primera y única vez que se emplearon carros sumergibles en la Segunda Guerra Mundial. Aunque los aliados emplearon tanques flotantes en Normandía (los DD, Duplex Drive) y en el Pacífico, no hicieron suya la idea de un carro sumergible. Más adelante, algunos carros fueron equipados con material para vadear ríos y sumergirse hasta tres o cuatro metros de profundidad y prácticamente todos los carros de combate modernos pueden hacer algo así. Sin embargo, ninguna potencia empleó nada parecido a los Tauchpanzer ni durante la Segunda Guerra Mundial ni después de ésta.

Un Schwimmpanzer II de la 18.ª División Panzer. 
Esas piezas metálicas en el guardabarros servían para sujetar los flotadores.
Sin flotadores, eran carros como los demás.
Entre los carros del fondo, varios Tauchpanzer III.

Los mismos Tauchpanzer no se volvieron a emplear como carros sumergibles y siguieron funcionando como carros de combate convencionales hasta que no quedó ni uno. Lo mismo puede decirse de los Schwimmpanzer II. Desprovistos de flotadores, sirvieron en su mayor parte en la 3.ª y la 18.ª Divisiones Panzer y quién sabe qué se hizo de sus flotadores.

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