El patito de goma


¿Creen ustedes que es grande?
Pues el cometa es del orden de cien veces más grande. 

Tiene forma de patito de goma, dicen. Un aire, sí. Pero no es un patito de goma al uso, sino uno enorme. Quiero decir, grande, grande de veras. No es para menos, pues se trata de un cometa y mide entre tres y cinco kilómetros de diámetro, según por dónde se dé la vuelta.

Sí, tiene un aire de patito de goma.

La forma de patito de goma ha pillado a todos los astrónomos con la guardia baja, pues pensaban que en verdad tenía forma de pelota de rugby. Con las fotografías que había tomado de muy lejos el telescopio Hubble en 2003 hicieron un fotomontaje y les salió esa forma de huevo... ¡y del huevo ha salido un patito! Andan todos de sorpresa en sorpresa.

Los astrofísicos lo llaman 67P/Churyumov-Gerasimenko, o Churiumov-Gerasimenko, porque no acaban de ponerse de acuerdo con la transcripción del cirílico. El cometa fue descubierto y catalogado por dos astrónomos soviéticos, de ahí su nombre, pero entonces no dijeron que parecía un patito de goma. Esa apreciación es más reciente.

El 67P/Churiumov-Gerasimenko merece ser mencionado porque es el primer cometa que explorará de cerca la humanidad. Hemos enviado una nave no tripulada y estos días ha conseguido aproximarse tanto que ahora orbita a su alrededor, que es lo que queríamos.

La nave se llama Rosetta. Bonito nombre. La lanzó la Agencia Espacial Europea, la ESA, y ¡vaya viaje! La lanzaron en 2004 y ha hecho 6.400 millones de kilómetros desde entonces, pero no en línea recta. Orbitó la Tierra varias veces y luego Marte, para coger velocidad, y entonces se echó al monte. Pasó cerca de dos asteroides, el Steins y el Lutetia, en 2008 y 2010, y luego se echó un sueñecito de dos años para conservar la batería. El pasado enero, volvió a enchufarse y esta última etapa ha sido la más emocionante.

Visto más de cerca, el patito de goma se revela rocoso y polvoriento.

La misión comenzó a prepararse en 1996 y nos costará, sumándolo todo, unos 1.300 millones de euros, que son muchos euros, pero que repartidos año a año salen a 72 millones por año, a repartir entre los socios de la ESA, que también son muchos. Total, por poner un ejemplo, las subvenciones que recibe el Grupo Godó de la Generalidad de Cataluña en un año superan varias veces lo que se ha gastado España explorando el superpatito de goma y los resultados son mucho más interesantes. Varias empresas españolas han fabricado componentes de la Rosetta y las lecciones en ciencia e ingeniería han resultado muy provechosas para todos. No se puede decir lo mismo de la prensa subvencionada y eso nos inclina a pensar que el dinero público es mejor invertirlo en ciencia que en propaganda. Mucho mejor.

La Rosetta y el Patito... el 67P/Churiumov-Gerasimenko, quiero decir, están a unos 405 millones de kilómetros de aquí, si no los he contado mal, y van de cabeza hacia el sol a 55.000 km/h. El año que viene sucederá algo extraordinario, porque será cuando aparezca la famosa cola del cometa, y Rosetta estará ahí para verlo. El viento solar levantará nubes de polvo y gases y el 67P/Churiumov-Gerasimenko tendrá al fin una melena luminosa.

Recreación de la sonda Philae sobre la superficie del patito de goma.
La realidad será un poco más sucia.

De aquí a poco, la Rosetta dejará ir una sonda, la Philae, que se posará en el cometa. La sonda lo fotografiará todo y procurará analizar el suelo del cometa. Promete ser muy emocionante. Porque el cometa se cree que es un resto de la materia que formó el sistema solar. 

Se esperan más sorpresas. La primera ha sido la forma de patito de goma. La segunda, la temperatura, que todos esperaban muy fría (-70 ºC) y que ha resultado estupenda (entre 20 y 30 ºC). Esperaban el cometa recubierto de cristales de hielo y en cambio parece que esté recubierto de polvo. Etcétera. ¡Y todavía no lo han tocado! ¡Cuánto queda por descubrir!

¡Qué gran aventura!

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