Tantos años después



Hace ya una eternidad, salió a la venta en verano mi primera novela publicada, La conjura de Perregaux. Como comprenderán, le tengo mucho cariño y sus personajes me acompañan desde entonces a todas partes. Sus personajes asoman en un par de manuscritos inéditos, ésos que nunca verás publicados (ojalá me equivoque), pero que te enseñan a escribir mejor.

Se vendió en verano, y siguió vendiéndose unos meses más. Ahora sigue vendiéndose, en el mercado de segunda mano. Se encuentran ejemplares a bajo precio, pero la mayoría de los que están a la venta casi doblan su precio original. Este sobreprecio me ha llamado mucho la atención: no sé si mi novela es buena como literatura (no tenía pretensiones de serlo), pero como producto de inversión no está nada mal.

Es, en fin, una sensación extraña tropezar con tu libro tantos años después. Si quisieran reimprimirla, me pediría una reedición. El autor siempre encuentra defectos en su criatura. Si no, no es autor. Pero, en serio, si tienen la oportunidad de leerla, léanla, porque es entretenida. 

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