En la radio


Hace unos días, me entrevistaron en el programa El canto del grillo, de Radio Nacional de España. Fue una experiencia muy agradable y muy interesante. Me sentí muy a gusto en todo momento y si lo que dije estuvo bien es algo que dejo a juicio del oyente. 

En este enlace podrán descargarse un archivo MP3 donde salgo hablando unos diecinueve minutos. Es que, como dice un amigo mío, ¡hoy en día dejan hablar a cualquiera en la radio! 


Caravaggio en las calles


En su época, fue el artista mejor pagado de Italia. A tanto el palmo cuadrado, Michelangelo Merisi (o Merighi, Amerighi, etc.) da Caravaggio (donde posiblemente nació) era el pintor de moda en Roma, en los últimos años del siglo XVI. Los coleccionistas y los nobles romanos y florentinos pagaban lo que fuera por uno de sus cuadros. Los Aldobrandini pagaron doscientos escudos por la Magdalena Penitente, un óleo de tamaño mediano tirando a pequeño que costó lo mismo que decorar toda una capilla al fresco por un pintor de la Academia de San Lucas (el gremio de pintores de Roma). Pero... Ah, siempre hay un pero: Caravaggio sólo era conocido por la élite. El gran público no tenía noticia de sus cuadros.

Sus principales mecenas, el cardenal del Monte y Vincenzo Giustiniani, marqués de Bassano, intrigaron para que Caravaggio pintara el ciclo de San Mateo para la capilla Contarelli, en la iglesia de San Luis de los Franceses, en Roma, para poder exponer en público su obra por primera vez. Era una operación arriesgada. En primer lugar, porque Caravaggio podría ser censurado por la Iglesia (de hecho, su primer San Mateo y el ángel fue rechazado por los hermanos del cabildo francés). En segundo lugar, porque las críticas de la Academia y el pueblo podrían ser adversas y el prestigio de Caravaggio podría arruinarse.

Pero Caravaggio triunfó. La Academia recibió sus cuadros con recelos y envidia, pero tuvo que tragar ante el gran éxito que tuvo entre los romanos y los peregrinos que acudían de toda Europa. Había nacido un gran maestro. Corría el año 1600. 

Caravaggio no tardó en independizarse. Desgraciadamente, la fama le sentó mal. Comenzó a tener problemas con sus clientes y con los esbirros de Roma. En 1605 mató a un hombre y se convirtió en un fugitivo de la justicia. Murió cinco años después, enfermo y atormentado, en un viaje de regreso con una docena de lienzos con los que pretendía comprar su perdón.

Una de las características de Caravaggio que más se valoró entonces y ahora (aunque por razones diferentes las de entonces que las de ahora) es su carácter popular. Fiel devoto a la chiesa povera (la Iglesia de los pobres) de (San) Filipo Neri, Caravaggio pintó al pueblo y para el pueblo. Sus modelos eran prostitutas, borrachos, gente vulgar, que hacían las veces de venerables santos y vírgenes. Los ricos mecenas consideraron esa excentricidad como algo moderno y revolucionario (también, peligroso a ojos de la censura eclesiástica y del orden de las cosas). El pueblo, simplemente, se veía retratado en los altares y el arte religioso nunca más pudo volver a ser el mismo de antes. 

Su popularidad en Roma, y en toda Italia, es difícil de comprender hoy en día, faltos de un referente parecido. Creó escuela y seguían imitándole incluso cuando su nombre había comenzado a ser olvidado. Se dice de él que fue el primer pintor verdaderamente barroco. Rubens, Ribera, Velázquez... conocieron su obra y la asimilaron.

Andrea Ravo reproduciendo un Caravaggio.

El carácter popular de Caravaggio ha estado siempre ahí y así lo ha entendido un pintor de grafitos, Andrea Ravo Mattoni, que es noticia en Italia por pintar las obras de Caravaggio en los muros de las ciudades. Ahí donde las pintadas exponen eso que han dado en llamar arte urbano, este grafitero reproduce (muy correctamente) algunas de las obras de Caravaggio.

Andrea Ravo ante un grafito del Descanso durante la huida a Egipto.

Sus razones son un tanto complicadas, porque el arte contemporáneo se distingue precisamente por complicar y retorcer su discurso, pero valga decir que responde a un proyecto llamado Urban Canvas (Lienzos Urbanos) de la Associazione WgArt, un grupo de grafiteros que se consideran (y son considerados como) artistas. Firman en ese grupo Sea Creative, Luigi Vin Semeraro, Etnik, Kraser, Urbansolid y compañía. Cuando acaba la perorata metafísica, habla claro y entonces se le entiende.

El prendimiento del Cristo en un viaducto, en Varese.
Su primer caravaggio.

El arte es un bien público y debe ser accesible y gratuito para todos, explica Ravo, que añade: Esto es lo más importante. Hemos combatido (sic) durante años para disponer de las paredes sobre las que pintar y nunca han sido suficientes. Espero que las instituciones públicas y privadas presten ahora mayor atención, y respeto, a esta expresión artística. ¿Cómo? ¡Reproduciendo lienzos de Caravaggio! ¡Toma!

Andrea Ravo Mattoni es natural de Varese, donde nació en 1981. Su padre era artista conceptual y comportamental (algo del comportamiento, supongo), además de ilustrador, aunque se ganaba la vida pintando figuritas, y su tío y su abuelo también habían sido ilustradores famosos en Italia. Lo lleva en la sangre, suele decirse. En 1995 se introduce en el mundo de los grafitos, pero también en la Academia de Bellas Artes de Brera y en el mundo de los galeristas y conservadores de museos. Será joven, pero su experiencia en arte contemporáneo es bastante notable, habiendo trabajado para galerías de Milán o Turín. Es, en fin, una joven promesa que ahora aboga por (cito) el retorno al clasicismo contemporáneo de la mano de Caravaggio.

Caravaggio con latas. Modernidad y clasicismo.

Su primer trabajo en esta línea fue El prendimiento del Cristo en el viaducto de una salida de la autopista, en Varese. Fue un encargo municipal y le han llovido muchos más desde entonces. Ha pintado en Milán, en Cerdeña, también en Sicilia... Ahí, por cierto, reprodujo en un muro el cuadro robado (y seguramente destruido) por la mafia, La Natividad con San Lorenzo, expuesta en Palermo hasta 1969, cuando desapareció. Toda una provocación, aunque Ravo dice de ella que la ha pintado para animar a la gente a conocer su cultura. En Sicilia, esto es pura dinamita.

No se lo creerán ustedes, pero pintar esto en Palermo es de lo más revolucionario y reivindicativo.

Lo cierto es que su apuesta por el arte clásico ha sido toda una revolución en el arte contemporáneo y ha tenido mucho éxito entre el público. La reproducción de obras de arte de toda la vida en muros de cemento de las barriadas y periferias de las grandes ciudades ha sido recibida con aplausos y como una reivindicación de la cultura popular, entendiendo popular como próxima al pueblo (accesible, podría decirse), no como cultura de chichanabo. Porque la gente se confunde muchas veces y cree que con regar de porquería a los pobres hay más que suficiente.

No sólo ha pintado a Caravaggio y respondió a un periodista de El Español (de donde proceden algunas de las fotografías que he reproducido aquí) que quizá pase por España y que reproducir un lienzo de Velázquez es algo que se le ha pasado por la cabeza. Sería interesante ver si aquí llama tanto la atención como en Italia, si pintar a uno de los bufones de Felipe IV en el extrarradio de Madrid o Barcelona sería tan revolucionario como en Sicilia o pasaría sin pena ni gloria.

Felices fiestas



Ya está aquí, ya llegó, la Navidad. El cuaderno de Luis y su autor, ya puestos, desea para los lectores habituales u ocasionales del cuaderno unas muy felices fiestas. ¡Es lo menos!


Como este año, además, el autor antes mencionado ha publicado el primer volumen de una magna obra (ésta), la felicitación ha de extenderse a los siguientes grupos de personas. A saber:

a) Lectores de cualquier clase y condición.
b) Editores, agentes literarios, correctores, diseñadores, maquetadores, distribuidores, libreros y demás personajes implicados en el duro trabajo de soportar al autor y conseguir que su libro pueda publicarse y ponerse  la venta, lo que hace mucha ilusión, la verdad sea dicha.
c) Otros personajes relacionados con el proceso del libro, como son, a modo de ejemplo, críticos literarios, publicistas, periodistas y en este caso, natural, pero excepcionalmente, filósofos. En general, los llamados prescriptores, que recomiendan tal o cual lectura. Quién sabe si así agasajados se inclinan hacia un veredicto favorable.
d) Potenciales lectores e indecisos, que así felicitados quizá se sientan inclinados a caer en la tentación de adquirir un ejemplar de tan magna obra. (Por intentarlo, que no quede.)
e) Otros grupos de personas mencionados en los agradecimientos de la magna obra y otros tantos más no mencionados ni aquí ni allá, pero que ahora mismo no me vienen a la cabeza.

Para todos ellos, los personajes de la Historia torcida de la Filosofía han ensayado un villancico inédito hasta el día de hoy, una pieza coral que formaba parte, originalmente, del poema sinfónico de Richard Strauss Also sprach Zarathustra y que se daba por perdida. (Al menos, eso es lo que me han contado y no sé si creérmelo. Pero, en fin...)

Versión canónica del villancico.
Bis del coro, tras la celebración.

(Pinche en las imágenes para escuchar el coro de filósofos torcidos.)

En suma, resumen y compendio, quien estas líneas suscribe quiere hacer llegar a todos un caluroso saludo y desear alegría, felicidad, prosperidad y enhorabuena ahora mismo y en los días por venir.

¡Salud!
¡Feliz Navidad!

Los pedetes estrenan asterisco


La antigua Convergència i Unió (CiU) ya no existe. Eh... Sí que existe, pero intentan disimularla. Ha perdido a la mitad de sus militantes, Unió se ha ido al carajo, han tenido que cambiar el nombre y luego cerrar las fundaciones mediante las cuáles se financiaba (recuerden, eso del 3%), intentan cambiar las caras de sus portavoces y procuran vender la idea de que ya no son lo que eran, aunque a poco que les tire uno de la lengua los pilla en falta y se comprueba que son como siempre, carcas y neoliberales, pero sin tanta inteligencia como los que hubo antes.

Ahora, después de muchas tribulaciones un tanto surrealistas, ya tienen nombre y apellidos. Son el Partido Demócrata Europeo Catalán (o algo así, que no lo tengo claro) y las siglas de CDC son ahora PDECAT, de donde viene lo de pedetes, aunque ellos prefieren lo de demócratas. ¿Por qué? Demócratas lo somos todos, en teoría, y los pedetes son unos animalitos encantadores, conocidos como liebres del desierto. ¿Qué mejor mascota? Además, un socio de gobierno del PDECAT ya es (así está registrado) el Partido Demócrata (de Cataluña) y tirar de Partido Demócrata sería usurparles el nombre. No le veo defecto al nombre de pedete y si no les gusta, pues haber escogido mejor cómo llamarse, caramba.

Después de las siglas, el logotipo, que es un asterisco (*). El asunto ha despertado el interés de las redes sociales y verán por qué.

Éste es el nuevo logotipo de los pedetes:


Se parece extraordinariamente a este otro:



No será un asterisco, pero en el color y en las cuatro muescas que atraviesan uno de los brazos de la cruz ¿no hay cierta semejanza?

Las chanzas no se han hecho esperar, cuando el Festival Internacional de Cine LGBTIQ (lésbico, gay, bisexual, transexual y no sé qué más, perdonen ustedes) da la casualidad que se llama Asterisco y tiene un logo que se le parece mucho.
Tampoco han faltado los bromistas. En Twitter ha aparecido esta imagen:


También cabe considerar que el símbolo de los servicios paramédicos es un asterisco, lo que nos hace suponer que el PDECAT se considera una especie de ambulancia política de los catalanes, tan mal le parece que estamos. En ese caso, nos llevarán al hospital, donde seremos víctimas de unas urgencias saturadas y unas listas de espera inacabable, gracias a su política sanitaria. Bonito.


Estas cosas suceden cuando uno ha dejado muchos recortes por el camino y opta por un símbolo tan común como una estrella de cinco puntas con forma de asterisco.

Cuántos asteriscos...

Éstos no son pedetes, pero también cantan.


Pero el mejor comentario sobre el logotipo del PDECAT lo leí en Twitter el otro día. Decía algo así:

Me recuerda el asterisco que anuncian en los bancos: comisión del 3% TAE*.

Quizá la antigua Convergència aspire a ser, a fin de cuentas, sólo una nota al pie de página (*).


El bardo y la monja


Encontré en el buzón, hace un par de días, un papel impreso en ambas caras que avisaba al personal de un suceso escalofriante. El diseño de la propaganda apunta inequívocamente a un concierto, que protagonizarían el bardo... y la monja. Pero el bardo ¿no estaba retirado? Y la monja antivacunera y promotora de tonterías pseudocientíficas ¿también canta? Imaginarme un recital del primero ya me tienta para salir corriendo, pero sumar a la monja cantando asegura mi pavorosa retirada. Por favor, qué miedo.

No me digan que no parece que anuncie un concierto.

Sin embargo, es una propaganda tramposa. El acontecimiento no es el debut artístico de la monja antivacunera haciendo dúo con el bardo, menos mal, sino el anuncio de una charla. Lo de LIVE en mayúsculas, centrando toda la atención del lector del pasquín, engaña mucho y uno se alivia cuando le explican después que no cantarán ni él ni ella. 

No cantarán, dice una amiga mía, pero darán el cante. Eh, cuidado. Lo que diga una señora que cree que beber lejía diluida con zumo de limón cura el cáncer seguro que ha de ser pintoresco y no podrá tomarse en serio, incluso dará para unas risas, pero no critico ahora lo que pueda decir esa señora, sino la manera en que se anuncia... y el susto que me han dado. ¡Imagínensela cantando! Para echarse a temblar.

Una nota final. El pasquín viene impreso en las dos caras. Una, impresa en castellano y la otra, en catalán. En las dos pone LIVE bien grande y que se vea, amenazando al personal con ese (falso) concierto. En cambio, en el sitio web de la organización que promociona el (falso) concierto sólo figura el pasquín en catalán y no hay manera de tenerlo en castellano. Es decir, puertas afuera hacen una cosa y puertas adentro, otra. Tomamos nota. Ahora, ya pueden hablar de la lejía que cura el cáncer y otras zarandajas por el estilo.

Solaris (y un documento de la NASA)



He leído estos días un clásico de la ciencia-ficción, Solaris, de Stanislaw Lem (traducido por Joanna Orzechowska y editado por Impedimenta).

Solaris se publicó por primera vez en 1961, en Polonia. Ha sido llevada lo menos tres veces al cine, por cineastas soviéticos (dos veces) y norteamericanos. Es una novela intensa, abierta a la especulación del lector, de ésas que dan en qué pensar y que a poco de publicarse ya podía considerarse un clásico de la ciencia-ficción.

Cartel soviético de Solaris, de Tarkovsky (1972).
Se vendió como la respuésta soviética a 2001, an Space Odissey, de Kubrik.

He de reconocer que no leo demasiada ciencia-ficción. Hace años leí bastante, pero hacía mucho que no abría las páginas de una obra de este género. Solaris ha sido una buena elección. Plantea el asunto del Contacto, dicho así, con mayúsculas, y se pregunta si sería posible, y cómo sería, comunicarse con otra inteligencia. No es tan importante que sea extraterrestre, sino que sea extrahumana (si puede decirse así); es decir, ajena a nuestra manera de pensar, sentir y conocer.

Esbozo el argumento un poco por encima. Solaris es un planeta que gira alrededor de dos soles. Su órbita es anómala y los científicos creen que el océano (protoplasmático) que cubre el planeta algo tendrá que ver. Más que eso. Pronto descubrirán que el océano, todo él, es un ser vivo. No es que permita formas de vida en su interior, no. Él (ello), el océano, es el ser vivo. Pues allá va, a Solaris, Kris Kelvin, a sumarse a una estación de observación, y sólo llegar comprende que algo no funciona como Dios manda. Uno de los tripulantes se ha suicidado; otro, se niega a salir del laboratorio; un tercero se comporta de manera extraña; reina el desorden. Cuando despierta al día siguiente, descubre a alguien que no debería estar ahí... y hasta aquí puedo leer.

Es una obra abierta a muchas interpretaciones, de ésas que llaman psicológicas, con algunos fragmentos abiertamente filosóficos, pues la novela incide sobre la naturaleza humana y los límites de nuestro conocimiento. Como dice algún crítico, algunas interpretaciones de Solaris, aunque falsas o disparatadas, son per se interesantes (y lo mismo podría decirse de la solarística, la ciencia en la que trabajan los científicos de la novela). Quizá no sea apta para todos los públicos, pero es una novela muy recomendable y se adivina por qué es un clásico del género.

En mi caso, su interés se ha visto acrecentado por una razón extraliteraria. Ha caído en mis manos (en mi ordenador, mejor dicho) un libro editado por la NASA que habla, precisamente, del Contacto. Es un documento de descarga gratuita, un Official NASA eBook, accesible en www.nasa.gov/ebooks. Se titula Archaeology, Anthropology, and Interstellar Communication, está editado por Douglas A. Vakoch y pertenece a The NASA History Series, núm. NASA SP-2013-4413.

Trata temas apasionantes, como el de la vida en otros planetas, la antropología extraterrestre (etimológicamente, un oxímoron), las comunicaciones interestelares, la exobiología o la arqueoastronomía (i.e., la arqueología relativa a civilizaciones extraterrestres). Varios autores, todos ellos dignos de consideración, se enfrentan al mismo problema que planteó Lem en su novela. A saber: ¿es posible el Contacto? Incluso ¿cómo sería?

¿Hay alguien ahí? Que se ponga.

Una cosa es percibir o descubrir señales de inteligencia... Por cierto, ¿qué es inteligencia? Sigamos. Una cosa es percibir señales que no son de origen natural, pero otra es saber interpretarlas. Si hay algo o alguien ahí afuera, ¿podremos comprenderlo? Si nosotros mismos somos incapaces de comprender los textos de algunas culturas humanas hoy desaparecidas, que pensaban como nosotros (desde el punto de vista neurológico) y eran biológicamente indistinguibles de nosotros mismos, que vivieron separadas de nosotros apenas unos siglos, o unos cuantos kilómetros, ¿seríamos capaces de comunicarnos con una inteligencia (o lo que sea) no humana? ¡El tema tiene mucha enjundia!

En la película de Tarkovsky, un personaje se pregunta para qué necesitamos una inteligencia extraterrestre, si lo que necesitaríamos es un espejo para comprendernos a nosotros mismos. No está mal, ¿verdad?

A poco que sepa inglés y le interese este asunto, échele un vistazo al libro de la NASA. No se trata de un libro de ciencia-ficción ni de una tropa de sonados que creen que los platillos volantes vienen cargados de hombrecitos verdes. Se trata de una exposición seria de los problemas, las dificultades, las hipótesis... de científicos (y también de antropólogos y arqueólogos) alrededor de la cuestión del Contacto. Su lectura es fascinante y la casualidad de tener a Solaris en una mano y el libro de la NASA en la otra ha sido, en verdad, una casualidad muy afortunada. ¿Por qué hay quien sostiene todavía que la ciencia y las humanidades han de vivir enfrentadas?

Cuestión de horarios


El lío del horario.

Ciertas personas llevan tiempo diciendo que el horario español tendría que adaptarse al horario europeo. Aquí, el verbo adaptar es un verbo agresivo, pues la frase viene a significar que hay que acabar con el horario español e imponer el horario europeo. Un horario que, por otro lado, no es uniforme.

Es cierto, quién puede negarlo, que en España tenemos problemas de horario. La gente sale tardísimo de la oficina y no hay manera de conciliar la vida familiar (o social, cultural o simplemente no laboral) con esa manía tan extendida. Con esta excusa, se nos pide que comamos a las doce del mediodía, en no más de media hora, poco, mal y con prisas, en vez de gozar de una comida tranquila con sobremesa, el sueño de cualquier europeo que se ve privado de ella. Por poner un ejemplo.

La cuestión de los horarios es muy compleja y estoy simplificando. Soy consciente de ello. Pero, en general, puede decirse que depende de dos factores principales. Uno, geográfico, puesto que el clima y las horas de sol condicionan necesariamente nuestras costumbres. El otro, podría llamarse cultural.

Si en el resto de Europa (es decir, en el norte) madrugan más, comen antes y cenan cuando nosotros merendamos es porque ahí se pone el sol casi antes de salir y las horas de luz son pocas. El clima invernal del centro de Europa no invita a pasear después de las cinco de la tarde. En esos inhóspitos y grises lugares, la gente no sale de tapas, por ejemplo, y es asomarse a la calle a las seis de la tarde y descubrir que todo está cerrado y el personal encerrado (en sus casas). Por eso abandonan la oficina a las cinco, con tanta prisa, para no quedarse fuera. 

Las consecuencias son claras y evidentes, y me remito a las estadísticas y a infinidad de estudios médicos y sociales. En el norte se maltratan más mujeres en casa, se suicidan más personas y se matan más entre sí, hay más alcohólicos y por lo general viven todos menos años que en España. Nuestro horario y nuestras costumbres a la hora de comer y dormir, por lo tanto, no serán tan malas como dicen. Fíjense en los turistas, qué rápido se adaptan. ¡Ah, el turismo...! Viviendo como vivimos del turismo, ¿podríamos cerrar bares, restaurantes, comercios y demás a las seis de la tarde como hacen en Alemania? Me da que no.

(Entre paréntesis añado que nuestro horario provoca situaciones que podríamos ahorrarnos, debidas al ruido, por ejemplo, y a una mala y breve noche. Como ya he dicho, el tema es complejo y para algo se inventó la siesta.)

Lo de salir de la oficina a las cinco o las seis de la tarde, para poder disfrutar del resto del día... Pero, vamos a ver, si a usted le paga la empresa un sueldo para trabajar ocho horas al día (que son cuarenta a la semana), ¿por qué trabaja más? Además, esas horas añadidas casi seguro que no se las pagarán. ¡Ése es el problema! Ahí está el daño.

Pongamos que comienza a trabajar a las nueve. Con una hora para comer, sale a las seis tan ricamente. Si entra a trabajar media hora antes, puede salir a las cinco y media o dedicar una hora y media a disfrutar de la comida. Si se permite una cierta flexibilidad horaria en la empresa (lo que es completamente factible en la mayoría de oficinas), puede librar algunas tardes. Etcétera. Lo sé yo y lo sabemos todos. 

Es decir, las empresas no pagan las horas de más ni con dinero ni con horas de menos; las empresas valoran mejor al que se pasa más rato en la oficina que a quien trabaja más o mejor en el tiempo que le han asignado; como el mercado laboral está como está, vamos a peor y las empresas convierten jornadas a tiempo parcial en jornadas completas abusando de los trabajadores. Etcétera. También es verdad que muchos trabajadores se han acostumbrado a tumbarse a la bartola en la oficina, pero eso es también el resultado de una mala gestión, si pensamos en ello. El trabajo que hacemos en una de nuestras famosas jornadas de diez horas podría hacerse en cinco con un poco de práctica.

Lo dejo aquí, porque es un tema que da para mucho y apenas hemos arañado la superficie. Pero si el gobierno de aquí y el de allá o el que sea quiere cambiar nuestros horarios, quizá tendría que pedir a las empresas (y a la misma administración pública) que cumplan los horarios que ya tienen, que ahora apenas son teóricos y tendrían que ser de verdad. Luego, ya veríamos. 

Montaigne



Uno de los autores que suele proporcionarme buenas lecturas es Stefan Zweig. Pronunciar su apellido podrá parecer complicado, pero sus libros se leen estupendamente bien. Cualquier aficionado a la (buena) lectura habrá disfrutado con ellos. Los más flojos (haylos) son buenos, sí, aunque no puedan compararse ni de lejos con los de otro de mis autores favoritos, Roth (Joseph, no el otro). Los mejores son apasionantes y uno aplaude no sólo hacia el final, sino también en medio. Entre éstos, siempre recomiendo las biografías de Fouché o María Antonieta y la breve, pero deslumbrante, crónica de Castiello contra Calvino. ¡Pero hay muchas más! Estos días he leído la de Montaigne.

Montaigne es otro de esos autores que hay que leer. Inventó la palabra ensayo y sus Essais son un monumento literario y filosófico (entendiendo la filosofía con la generosidad debida y merecida). Digan lo que digan los eruditos, que son todos unos pesados, la mayoría también se leen estupendamente bien y dan mucho material para pensar y reflexionar sobre uno mismo y lo demás. Pero, eso se entiende, lo que cuesta es llegar a esos Ensayos, porque una vez llega uno sobran los doctos y pedantes discursos del sabio del prólogo... los mismos, por cierto, que consiguen que no nos acerquemos a Montaigne.

El gran mérito de Zweig es que nos abre el apetito de Montaigne sin asomo de pedantería. ¡Todo lo contrario! Deja uno el Montaigne sobre la mesa y corre a buscar los Ensayos, a ver dónde los dejó la última vez. Sin decir más, decimos mucho del genio de Zweig y de su brillante manera de describir el alma de un personaje. 

Los que comentan el Montaigne de Zweig dicen que cae en algún error porque no pudo consultar todas las fuentes. ¡Qué más da! Zweig nunca perseguía el rigor académico, sino el psicológico (eso decía él, las palabras son suyas). Además, estaba exiliado en Brasil, había comenzado la Segunda Guerra Mundial y poco después se suicidaría, incapaz de soportar el triunfo de la barbarie ante sus ojos. El Montaigne de Zweig quedó inédito e inacabado. Le faltaba un pulido por aquí, un pulido por allá... Poca cosa. Tan poca que, tal y como está, se lee tan ricamente y es magnífico.

¿Lo recomiendo? ¡No lo voy a recomendar! Léanlo y aprendan, o léanlo y disfruten, a discreción.

Para leer y regalar


Hay que barrer para casa y aprovecho la ocasión. Ahora que se acercan las fiestas de Navidad, vienen los Reyes Magos y todas esas cosas, ¿por qué no regalar unas sonrisas? Te propongo (de ahí lo de barrer para casa) que regales mi libro, que para eso está. ¡No es un mal regalo! 


Entrevistas ensimismadas


Me dicen los periódicos que TV3 y las demás cadenas de televisión de la CCMA ya no son lo que eran. La audiencia del canal 3/24 está por debajo de la audiencia de 13TV, y la del canal principal, TV3, por debajo de Tele 5, y lleva así varios meses. La caída es constante y puede que permanente. Todos los canales de la CCMA tienen una audiencia media conjunta que será difícil que supere el 13% y que este verano no llegó al 11%.

Una de las víctimas de internet, la televisión.

El caso es grave porque es la televisión autonómica española más cara. En tanto por habitante o tanto por audiencia es todavía peor: es la televisión más cara de toda España, superando con mucho a RTVE (es del orden de diez veces más cara por habitante). ¿Por qué no consigue levantar su audiencia? Veamos algunas causas.

Una es común a todas las televisiones: internet y las televisiones por cable se están comiendo parte de la audiencia. Pero unas sufren más la pérdida de audiencia que otras. 

Otra causa es el público de TV3. Según los indicadores estadísticos, la gente joven o de ciudad ya no sigue TV3, que sólo es capaz de fidelizar a un público mayor de 50 años fuera del área metropolitana de Barcelona o Tarragona. Eso explica otra de las causas de la baja audiencia, una programación carranclona, conservadora desde un punto de vista formal, insulsa, carente de interés, ideal (que me perdonen) para el tipo de público que la sigue viendo. A modo de ejemplo, sus concursos son (siempre han sido) un abrumador y somnífero ejemplo de cómo se puede televisar el bingo de un casino de pueblo.

Los recortes también han afectado a la programación. El único sostén de la audiencia es, ahora mismo, el Barça, pero las retransmisiones futboleras cuestan dinero y el que hay no da para muchos partidos. Se perdió la Fórmula 1 (que, cuando Alonso no gana carreras, parece que ya no interesa). De hecho, un telediario estándar de TV3 es 50% Barça, 35% qué le pasa al prusés (una soap opera que comienza a ser aburrida) y el resto, la meteorología.

Allá vamos. De postre, la tan cacareada (y cierta) manipulación política de las cadenas de televisión de la CCMA también hace daño a la audiencia. Sus programas son claramente partidistas, emiten consignas y lemas de acuerdo con las instrucciones de la plaza de Sant Jaume y han conseguido avergonzar a tirios y troyanos por su descarado servilismo. No tenemos por qué asombrarnos. Siempre ha sido así. De hecho, por eso la creó y utilizó en su provecho el señor Pujol, pero ahora se nota demasiado y esa adulación constante y pertinaz ha conseguido alejar definitivamente a una parte muy importante de los televidentes de las áreas metropolitanas de Barcelona y Tarragona. Acabará como Telemadrid, predice un experto. Va en camino.

Dicen que esta situación preocupa, y mucho, a las autoridades de la plaza de Sant Jaume, las que tienen el despacho enfrente del Ayuntamiento de Barcelona. Por eso hablan mucho de impulsar... Bien, no saben muy bien qué impulsar, pero necesitan más audiencia, ahora que quizá vengan elecciones, consultas o sabe Dios qué. Quieren acabar el año recuperando su primera posición con (cito) programas extraordinarios. Ahí lo dicen, en los periódicos.

Imagen de la entrevista entre una arribista que grita y la señora del jefe.

Uno de estos pretendidos programas milagro es Fora de Sèrie. Es un programa de entrevistas en el que un periodista que trabajó, pero que ya no trabaja, en TV3 dice a quién quiere entrevistar y lo entrevista. Un programa a mayor gloria de lo que fue (e implícitamente a lo que ya no es) TV3.

La señora que grita posando junto a la mujer del jefe (también en la foto) este verano.
La señora que grita es una pelota de antología.

Pues agárrense, porque si esto nos tiene que salvar la audiencia estamos apañados. En aras de la neutralidad, la profesionalidad, el savoir-faire de los buenos periodistas, la independencia del poder y todas esas cosas que tanto se echan en falta, se anuncia que el próximo Fora de Sèrie serà...

(Redoble de tambores.) 

...será, decía, Pilar Rahola, esa mujer que grita, entrevistando a Marcela Topor, mujer del presidente de la Generalidad de Cataluña, a su vez periodista de El Punt Avui TV, cadena de mínima audiencia. Queda la cosa entre amigos y afines al régimen, pero dicen (está por confirmar) que no cantarán el Let it be ante las cámaras.

La señora que grita también canta, con resultados escalofriantes.

Menuda manera de pillar audiencia y mostrar independencia (de la de verdad, quiero decir). Si esto es periodismo, paren esto, que me bajo.

Una de las misteriosas leyes de la vida...


Una de las misteriosas leyes de la vida es que descubrimos siempre tarde sus auténticos y más esenciales valores: la juventud, cuando desaparece; la salud, tan pronto como nos abandona, y la libertad, esa esencia preciosísima de nuestra alma, sólo cuando está a punto de sernos arrebatada o ya nos ha sido arrebatada.

Montaigne, de Stefan Zweig
(trad.  J. Fontcuberta)

El Síndic de Greuges y los purines de cerdo


Granja ecológica de cerdos.
Se mean lo mismo.

Por si no lo sabían ustedes, los cerdos hacen pis. De hecho, más que nosotros, puesto que son más grandes y más meones. Habrán oído hablar de los purines; pues sepan que los purines no son más que los meados de gorrino con algo de caca.

Aquí, abonando un campo con purines de cerdo.
Pero todo tiene un límite.

Los purines de cerdo se han convertido en un problema en Cataluña. Cuando uno tiene uno o pocos tocinos que esperan a que les llegue su San Martín, no pasa nada con los purines. El campesino los emplea para abonar sus campos, porque son ricos en nitratos. Pero una cosa es tener un gorrino en casa y otra, una granja de cerdos, que pueden cagar y mear lo que no está escrito. En tal caso, sobran purines, porque uno abona el campo hasta un cierto punto, no más, ¿y qué hace con el resto? Normalmente, lo tira. Y ése es el problema, que los purines contaminan los ríos y los acuíferos. 

El problema se agrava cuando, ¡Dios!, los purines se tiran sin control ni tratamiento, ante las narices de la administración pública responsable, que mira hacia otra parte. En Cataluña, la competencia plena sobre este asunto corresponde a la Generalidad de Cataluña, que ha dado sobradas muestras, los últimos treinta años, de ser incapaz de gestionar correctamente esta cuestión. A día de hoy, sólo se controla un 30% de los purines de cerdo que se generan en Cataluña (cuando es obligatorio tratarlos todos).

Planta de generación eléctrica con purines en Les Masies de Voltregà.
Hoy, arruinada.

Cuando se creó el Régimen Especial de Producción Eléctrica, se abrió una vía de solución para la cuestión de los purines. Se recogía la mierda de cerdo, se enviaba a una planta, se procedía a la digestión (sic) de los purines y se generaba gas metano y otros gases combustibles que se empleaban para mover una turbina de cogeneración. Esa electricidad se vendía a la red eléctrica con un sobreprecio y el beneficio servía para cubrir gastos. El problema no se resolvía del todo, pero sí bastante.

El sector protestó, pero nadie les hizo caso.

Pero el Régimen Especial de Producción Eléctrica ha sido destrozado en la última legislatura del PP y el tratamiento de los purines pasó a generar pérdidas de un día al otro. Como, mientras tanto, la Generalidad de Cataluña no había tomado ninguna otra medida para tratar los meados de gorrino (todo lo contrario, se despreocupó), el problema adquirió proporciones enormes.

Medio millón de cerdos a la semana.
Cataluña es líder en el sector porcino español (y diría que europeo).

En Cataluña hay más gorrinos que catalanes, sin contar algunos catalanes que son bastante cerdos. Ahora mismo hay alrededor de siete millones de cerdos criándose en granjas catalanas, pero van y vienen. Vienen de otras granjas (catalanas, del resto de España y europeas) y van directos al matadero y a proporcionar materia prima para la industria alimentaria. Se matan casi veinte millones de cerdos al año en Cataluña y de ellos vive, en parte, una de las principales industrias del país, una de las pocas que ha soportado la crisis sin demasiados daños, que exporta con éxito y que proporciona trabajo directamente a más de 76.000 personas. El sector agroalimentario es el primer sector industrial catalán, por delante de la industria química o la de manufacturas metálicas, con un volumen de negocio anual de más de 22.300 millones de euros.

Por lo tanto, cuidado con el pis de los gorrinos. Habrá mucho pis, demasiado. Pero el trabajo y la riqueza de mucha gente dependerá de lo que podamos hacer para evitar el daño de tantos meados. Que no es poco. Ya he dicho que el control de la Generalidad de Cataluña sobre la contaminación de los acuíferos da (y ha dado) pena. Tras treinta años de gestión, ha conseguido que un 40% de los acuíferos catalanes tenga niveles de nitratos demasiado elevados (causados, principalmente, por la contaminación procedente de los fertilizantes agrícolas y los purines). La falta de control y el laissez-faire ha sido demencial. 

El problema ha llegado a ser muy serio tras la imposibilidad de aprovechar los purines en la generación eléctrica. A saber quién le ha dado vela en este entierro, pero el Síndic de Greuges (Síndico de Agravios) catalán ha decidido tomar cartas en este asunto y decir lo que hay que hacer, o lo que debería hacerse. El señor Ribó, síndico, es un defensor de los derechos de los ciudadanos ante la Generalidad de Cataluña un tanto sui generis y el asunto de los meados porcinos nos ilustra cómo y por qué.

Dice que la Generalidad de Cataluña ha sido muy tolerante con el mal proceder de muchas explotaciones porcinas (¡vaya descubrimiento!), sin entrar en el trapo del 3% y el caciquismo de provincias, que tiene mucho que ver con los intercambios de favores. Pero, bueno, les ha dado un toque de atención. Pero luego sigue hablando y es cuando dejan que hable uno cuando ese uno la caga.

El señor Ribó ha concluido que la solución es que haya menos gorrinos por granja. Y tan contento. Con un par.

En tal caso, si se desea que la industria agroalimentaria siga siendo lo que es, los cerdos tendrán que repartirse más por el territorio y el problema de la contaminación se extenderá. Si no es eso lo que se pretende, la solución propuesta por el síndic Ribó pasa por joder la marrana, por acabar con la importancia de la industria porcina catalana. Y le da igual. No propone controles ni plantas de depuración (más eficientes si son más grandes), no pide impulsar de nuevo la generación eléctrica con residuos, la incineración o cualquier otra tecnología... ¿Mejorar los controles y las inspecciones? ¿Para qué tantos trabajos? Bajen la persiana los porqueros y ya está, problema resuelto.

Se concluye lo que muchos sospechaban. O nos menosprecia o es tonto. No hay dos.

La premisa es incorrecta.
La conclusión, indiscutible.

Blessure de guerre


En las líneas de la mano puede leerse: 
¡Idiota! Otra vez empuña mejor el sable.

Estas cosas pasan y así se aprende. Dice el médico que con una semana de reposo vale. Eso espero. No puedo escribir ni dibujar (a mano) y otras cosas cotidianas se me complican un poco, pero vamos tirando.

Fue un choque de cazoletas muy violento en una parada. Fue un golpe de cazoleta del adversario en mi tercio fuerte. Hubo un ligamiento y los sables terminaron chocando cazoleta con cazoleta estando yo entre la tercera y la quinta guardia, mientras los dos tiradores todavía corríamos hacia delante. ¡Menudo trompazo! Fue como parar una embestida de dos personas con el pulgar. Salí de la sala de armas con el Síndrome del Dedo Morcilla (SDM) y días después, me habían inmovilizado la articulación entre el primer y el segundo metacarpio del pulgar para que repose el dedo, baje la inflamación y pase todo. Parece que no se ha roto nada. Sólo (sólo...) ha sido un golpe.

Fue algo así, pero sin caballos.

Le echo mucho cuento, lo sé, pero es mi primera blessure de guerre haciendo esgrima y aunque es un fastidio, he aprendido mucho y casi me siento orgulloso. ¿Verdad que soy idiota? Lo sé, lo soy.

Así queda la pista de petanca después del encuentro del sábado.

Pero, por favor... ¡No se alarmen! La esgrima es muy segura. Según las estadísticas, es mucho más segura que el fútbol o el baloncesto, muchísimo más segura que echarse a correr por ahí y ni les cuento de la petanca, que es el deporte con el mayor índice de lesiones provocadas por él mismo entre sus practicantes, y las más graves, además. ¡La petanca...! ¡Quién nos lo iba a decir!

Claro que, en sus buenos tiempos, si uno pillaba el sable a requerimiento de los padrinos... Entonces, que me quiten de delante la petanca, que van a ver ustedes lo que es hacerse daño, tajo va y tajo viene. Pero se pierden las buenas formas y nos tenemos que conformar con golpes y torceduras. Bien visto, mejor así.

Escritores Recónditos (el libro)



¿Por qué escribo? Pues, no lo sé. Sólo sé que, desde que era pequeño no sé pasar los días sin hacerlo. Algo habrá de vanidad, algo de necesidad, algo de curiosidad. Lo que me mueve a escribir a mí podría no ser lo mismo que mueve a escribir a otro cualquiera. Escribir es, en verdad, algo que se hace y no pregunten por qué.

Gente que escribe hay mucha, casi más que gente que lee, como dice mi editor. Entre estos, hay quienes consideran que escribir supera lo que pudiera ser un capricho o una afición. Escribir deviene, en esos casos, algo más, una parte muy importante de uno mismo. Quiero suponer que esto se da con frecuencia entre los Escritores Recónditos. Y dicho esto, vayamos al grano.


El pasado jueves, como anuncié hace unos días, el grupo de Escritores Recónditos celebró la publicación de su primer recopilatorio. El título del libro fue, cómo no, Escritores Recónditos, y pueden hacerse con uno aquí mismo, en: 

Esta... ¿cómo llamarla? ¿Asociación? ¿Cofradía? ¿Logia? ¿Sociedad...? Los Escritores Recónditos, abreviando, nacieron todos alrededor del blog del mismo nombre, Escritores Recónditos

El libro del que hablo es una obra colectiva, el muestrario del trabajo de 63 autores que han pasado por el blog hasta junio de este mismo año. Son, en su mayor parte, poetas, aunque la producción en prosa también es abundante. Hay de todo, que suele decirse. Incluso, créanme, hay cosas bastante interesantes de leer.

Desde El cuaderno de Luis celebro este feliz suceso y el trabajo de los blogueros Cartisano y Cornadó, que ha hecho posible Escritores Recónditos, el blog primero y el libro, después. Gracias y enhorabuena.