El ruido del tiempo



Editorial Anagrama publica, traducida por Jaime Zulaika, la última novela (vamos a llamarla así) de Julian Barnes, El ruido del tiempo. Así lo supe, así me lancé en pos de un ejemplar en mi librería de guardia, porque Julian Barnes es uno de mis autores favoritos. 

En El ruido del tiempo, Barnes echa mano de algo que llamaremos novela (creo que es novela), pero que navega por las aguas del ensayo y la biografía. Es un terreno en el que Barnes se mueve con elegancia y eficiencia, donde sabe dar lo mejor de sí. Recrea la vida de Shostakóvich, el famoso compositor, y gira toda ella alrededor de la complicada y dolorosa relación del arte y el poder, aunque quizá debiera emplear Arte y Poder, con mayúsculas. 

Empieza lenta y hasta parece que erráticamente y sin que uno sepa cómo, cuándo o por qué, está atrapado en el relato y no puede dejar de leer. De errático, nada. Todo está en su sitio. ¡Qué bien escrita está...! Cuando comienza a relatar el miedo que suponía vivir a la sombra de Stalin alcanza una cumbre que muy pocos escritores pueden trepar. Arte, totalitarismo, miedo, sobre todo miedo, humillación, miseria... Hasta qué punto el Shostakóvich que retrata Barnes es el que fue realmente no importa, porque se ha convertido en una creación literaria de primera categoría. La obra es altamente recomendable, toda ella, de principio a fin. Otra vez, una vez más, Barnes vuelve a conseguirlo. ¡Léanla!

Mi plan en vacaciones



Este verano, como el pasado, me han atado a una mesa y tendré que pasarlo leyendo y escribiendo, pero no me quejo. ¡No me quejo en absoluto!

Mi plan es simple. Después de revisado el primer volumen de mi próxima obra, ahora toca revisar el segundo, y cuento con todo el mes de agosto. Es un trabajo a fondo, exigente, que se verá incrementado por la necesidad de algunas ilustraciones y que vendrá acompañado de algún que otro informe de lectura ajeno a la obra. Por ahora, bien.

En septiembre, todo el material habrá sido entregado y entonces procederé a la revisión de las galeradas del primer volumen. Está previsto que se publique la primera semana de octubre. El segundo volumen se publicará la primera semana de noviembre, por lo que las galeradas caerán a finales de septiembre o principios de octubre, ya se verá. En ese intermedio puede caer alguna ilustración más, algún paratexto, quién sabe.

En suma, un verano entretenido. Ahora mismo, contemplaba el éxodo de barceloneses desde el balcón. Me van a dejar solo, lo estoy viendo. Barcelona volverá a tener ese aire de ciudad abandonada e invadida por bárbaros del norte, de sonrosada piel mutada en color gamba, o gamma, por eso de las radiaciones.


Antifraude, del negro al gris


A la izquierda, la directora interina de la OAC en el acto de perder su trabajo.
A la derecha, el nuevo director, ganando su último asiento antes de la jubilación.
Fotografía del señor García, en El País.

Me equivoqué, lo admito. El Parlamento de Cataluña ha encontrado bien pronto un nuevo director para la OAC (Oficina Antifraude de Cataluña). 

¿Quién es? Un viejo amigo de la señora de Gordó, consejero de la antigua CDC; un juez que se negó a condenar al señor Crespo, también de CDC, por prevaricación, aunque admitía que el señor alcalde de Lloret había recibido regalos, en efecto, de la mafia rusa. En fin, un tipo con sus más y sus menos, que ha merecido el visto bueno de la cámara.

Se llama Miguel Ángel Gimeno y pretende jubilarse como director de la OAC. Su intención confesa es promover acciones preventivas contra la corrupción (sic), que incluyen la formación de cargos públicos (sic), aunque no ha entrado en detalles sobre la investigación y la persecución del fraude. 

A partir de ahora, el negro panorama de la OAC cambia a gris. Qué gris, ya se verá. Clarito, oscuro... Más luminoso que ahora, seguro. Pero Eliminado De Alfonso, ahora uno se pregunta cuándo dejará la oficina la primero directora adjunta y luego directora interina, la señora Masià. ¿Antes o después de irse de vacaciones? Después de la publicación del nombramiento en el DOGC, seguro. Imagino los brindis en la proximidad de la máquina del café, cuando nadie mira, y las sonrisas amagadas tras miradas de complicidad en la oficina. Felicidades.

Ampliación de la noticia, 5 de agosto.

Publica La Vanguardia que el señor Gimeno ya ha escogido un nuevo director adjunto de la OAC, el también juez Tomàs Salàs. La señora Masià tiene las horas contadas en el cargo.

También consta que una de las primeras acciones que llevará a cabo en la OAC será una auditoría interna, visto el estropicio causado por los últimos directores, directores adjuntos e interinos. Se menciona especialmente el abultado coste de los viajes que llevaron a cabo director y directora adjunta a China, los EE.UU., etc., que, a fin de cuentas, no han servido para nada que no sea un paripé.

Por otro lado, corren voces sobre lo mucho que el señor Gimeno tiene que agradecer a la antigua CDC, pero todavía es pronto para juzgar si responde a los favores o mantiene su independencia. Sí que parece, sin embargo, que el perfil de la futura OAC no será tan activo en la lucha contra el fraude y la corrupción porque intentará poner el acento en las tareas preventivas. ¿Qué son las tareas preventivas? Repetir ante los potenciales ladrones: Portaos bien, sed buenos. La pregunta es si alguno podrá aguantarse la risa ante la efectividad de tales medidas. Se verá.

¡Ánimo, Javier!



Hace unos años, la televisión municipal de Barcelona (BTV) emitió un programa que se ha convertido en leyenda, Saló de lectura. Solía acabar con una ronda de lectores que hablaban con Emilio Manzano, el presentador. Cada uno de ellos traía uno o varios libros que les habían llamado la atención. Entre estos lectores estaba Javier Pérez-Andújar, que entonces no conocía de nada. ¿Quién es ése?, me preguntaba. Nos obsequiaba con un humor blanco, muy guasón, pero muy inteligente, mientras titubeaba y parecía que hacía esfuerzos para sobrepasar una agobiante timidez (me daba esa impresión, siempre me la ha dado). Recuerdo todavía cómo me hizo reír el día que presentó la biografía de un mago ilusionista que hacía juegos de prestidigitación... ¡y era manco! ¡De las dos manos! En fin, un hallazgo.

Lo primero que leí de Pérez-Andújar fue Los principes valientes, mucho después. Quedé pasmado. ¡Qué maravilla! Siguió la lectura de Todo lo que se llevó el diablo, que no me fascinó tanto, pero que considero excelente. Luego llegó Paseos con mi madre, otra obra mayúscula, y a partir de su lectura iba diciendo por ahí a cualquiera que quisiera escucharme que entre los mejores escritores catalanes (y españoles) vivos tenía que estar en primera fila éste, Pérez-Andújar. Qué bueno, sigo diciendo. Catalanes todos, y una pequeña pieza burlesca que lo acompaña, son impresionantes y su nivel de escritura es sensacional. Comenzó a escribir en El País y algún artículo me ha gustado más que otro, pero todos merecen estar en lo más alto. Literariamente hablando, son pequeñas obras maestras. Ahora tengo en lista de espera su Diccionario enciclopédico de la vieja escuela, que espero disfrutar tan pronto me saque de encima algunos trabajos. 

Todo el que sabe de libros y conoce el trabajo de Pérez-Andújar coincide conmigo: escribe muy bien. Gustará más, gustará menos, divertirá o aburrirá, se estará de acuerdo con lo que dice o no se estará, pero ¡coño! ¡Cómo escribe! Es de los pocos autores que proporciona eso que llaman el goce de la lectura, que es pasárselo bien leyendo, no importa qué. Me corroe la envidia cuando pienso que nunca escribiré como él, pero envidia de la buena, que conste.

Coincido con él en la edad y muchos de sus referentes son también míos. Los tebeos, las series de televisión, gran parte de la cultura popular que tanto ama, porque, dice, la cultura popular es la cultura de los pobres. A partir de ahí, también noto las diferencias. Él es hijo de una ciudad-dormitorio, San Adrián del Besós, y de una familia obrera; yo nací en el seno de una familia de clase media que, poco a poco, fue dejando de serlo, y siempre he vivido en el Ensanche barcelonés. En cualquier caso, las diferencias enriquecen y el humor se agradece. Leyéndole, aprendo, comprendo y comparto.

Ganó el Premio Ciudad de Barcelona en 2014 y la hoy alcaldesa, la señora Colau, lo ha anunciado como pregonero de la Fiesta Mayor de Barcelona. ¡Muy buena elección! 

Aquí se ha liado.

Hay personas que, carentes de vida intelectual suficiente, se dejan arrastrar por el fanatismo de una religión sin hacer preguntas y hoy, aquí, en Cataluña, ya sabemos todos qué religión es ésa. Los fanáticos se distinguen de las personas normales por su omnipresente falta de sentido del humor, que se manifiesta con acritud y odio (verdadero odio) cuando alguien se ríe, o apenas sonríe, de las cosas absurdas que los fanáticos hacen o dicen creer. A su alrededor, el ambiente es asfixiante, la inteligencia se escurre y el clima es, por lo general, desagradable. No admiten que nadie les lleve la contraria, que alguien esgrima razones, pero lo que no soportan de ninguna de las maneras es la risa. Como decía un gran sabio, si no quieres que se rían de tus creencias, no tengas creencias ridículas. 

El anuncio del pregón de Pérez-Andújar ha hecho saltar las chispas entre los fanáticos catalanes que digo. El procesionismo, en su versión más cutre, fanática y cerril, se ha puesto como una moto al conocer la noticia. Porque el señor Pérez-Andújar no es uno de los nuestros (de los suyos, quiero decir) y tiene la tremenda osadía de no tomarse en serio el asunto del Proceso, que le da mil vueltas en complejidad y enjundia al misterio de la Santísima Trinidad, y es mucho más importante y transcendental que ése.

Algunos individuos están procediendo, pues, a un linchamiento público muy desagradable, porque no tiene razón de ser y porque muestra el grado de respeto, tolerancia e inteligencia del que disfrutamos en Cataluña los que no somos creyentes procesionistas y no sabemos callárnoslo. Por si no lo han entendido, lo de respeto, tolerancia e inteligencia era un sarcasmo. Lo digo porque los fanáticos no suelen ser muy leídos y son incapaces de digerir correctamente la ironía, y eso cuando dan con ella.

Una de las máximas exponentes de este fanatismo, y una de sus mayores propagandistas, es un personaje femenino de voz desagradable y evidente falta de educación. Al menos, cuando aparece en televisón o en los programas de radio, donde su grosería es legendaria. Es, a decir de muchos, la periodista más famosa de Cataluña, que no es decir la mejor, no se confundan. Es, en efecto, doña Pilar Rahola, a quien Dios guarde de daño muchos años, mientras nos regale a todos con su perenne afonia, por favor.

En su última columna en La Vanguardia (El pregón), arremete contra Pérez-Andújar como si éste le hubiera matado a un hijo y no dice más que memeces. Critíca del escritor precisamente lo que tiene de bueno: su amor por la cultura popular y sus artículos de opinión. Le revienta que dé voz a la los obreros que llegaron a Barcelona de otras partes de España, que aquí siempre se han considerado inmigrantes, dicho así, con superioridad y suficiencia. Ellos, sus hijos y hasta sus nietos llevan todavía esa etiqueta y no se la sacan de encima. 

Si no me creen, dice del pregón (cito): De manera que la cosa irá, más o menos, de esta guisa: enaltecimiento del pueblo obrero y de los barrios marginales, convertidos siempre en la contraposición ideal de la pérfida ''Barcelona burguesa'', defensa del cosmopolitismo frenet a los provincianos ''catalufos'' y, como decía Salvador Cot, un poco de Serrat y Gimferrer, para aliñar la perorata. Por cierto, ¿qué culpa tienen Serrat o Gimferrer de nada de esto? ¿Cómo sabe cómo será el pregón? ¿Ya lo ha leído? ¿Cómo puede criticar algo que todavía no está escrito?

No soporta su (para ella) insufrible distanciamiento sentimental de cualquier nacionalismo, ni su posición política, próxima a una izquierda obrera y popular que cuesta decir que hoy exista. En cuestiones políticas es fácil no estar de acuerdo, y eso no se lo critico a nadie, pero cuando asoma la oreja del fanatismo... Ah, doña Pilar, ésa es otra cuestión. Asoma la oreja de un monstruo que no quisiera para mi país, pero que ya está entre nosotros y lleva demasiado tiempo presente y activo. Usted es prueba de ello, como lo son sus gritos, y un vistazo a las redes sociales basta para convencerme.

Ataca al escritor de San Adrián diciendo que es un intelectual (sic) y añadiendo, jugando a ser irónica sin serlo (cito): Como bien sabemos, sólo son intelectuales de categoría los que cumplen tres requisitos: ser de izquierdas, defecar encima del independentismo y publicar artículos en El País, de donde siempre salen los pregoneros progres políticamente correctos.

Ah, bien, señora Rahola, bien. Es decir, usted no es intelectual, no. ¡Ya lo decía yo...! Usted es eso que llaman una autora mediática. ¡Cómo le jode que le digan autora mediática! ¿O no? Si usted no fuera famosa por sus intemperancias en radio y televisión, jugando a ver quién grita más, sus libros serían juzgados por lo que son realmente. Son malos, por si no lo sabían. Añado, con toda intención, que un artículo del escritor de San Adrián contiene más literatura, de media, que todas las novelas de la señora Rahola juntas, incluyendo cubiertas y contracubiertas. Así lo digo y así lo creo.

Pero puestos a seguir su argumento, por lógica usted sostiene que un intelectual de categoría tendría que ser, en verdad, de derechas, adular al independentismo, abjurar de la Barcelona abierta y cosmopolita, preferir una sociedad cerrada sobre sí misma que no admita discrepancias y escribir en algún periódico afín, como La Vanguardia o, mejor, el Ara o el Punt Avui. ¡Naturalmente! Eso lo explica todo. 

Usted escribe en La Vanguardia, pero predica a gritos en radios y televisiones catalanas que estás conmigo o contra mí. Lo de adular al independentismo no hace falta que nos lo recuerde a gritos, insisto, que ya sabemos que usted quiere irse de España (y nos preguntamos por qué todavía sigue aquí y no da la murga en otra parte, cosa que agradeceríamos infinitamente). Y usted, naturalmente, ¡es de derechas! De derechas de toda la vida, amiguita de Artur Mas, burguesa barcelonesa, etcétera, ahí está su currículum, aunque no se le nota la buena escuela por ninguna parte. Y creo que ya me he despachado a gusto.

Pues, no. No importa que uno sea de derechas o de izquierdas. No importa que uno escriba en un periódico u otro; tal y como está la cosa, uno escribe donde le dejan y lo que haga falta. No importa que uno sea de un barrio o del otro. ¡Sólo faltaría! Incluso no importa que uno prefiera el cosmopolitismo o se incline a favor de un reduccionismo provinciano. Qué más da. ¡No importa nada de eso! Lo que importa es la inteligencia, el humor, una mirada crítica sobre el mundo y un buen hacer con la palabra. Que no quiera vencer, ni siquiera convencer, sólo hablar y escuchar. ¡Eso es lo importante!

¡Ánimo, Javier!

Preparando mi libro



Continúa adelante mi libro y aquí me tienen, en verano, poniendo en orden el manuscrito después de la edición y preparando las ilustraciones que (eso me han dicho) podrían acompañar al texto. 

Por ahora, como no es ni público ni privado, les dejo con la intriga del título, que no del autor. Pero sepan que, si todo sale según lo previsto, se publicará en dos entregas, que podrían ser la primera semana de octubre y la primera de noviembre. 

Poco a poco irá desvelándose el misterio.

En la encrucijada (Gran Premio de Hungría 2016)



Este fin de semana, la Fórmula 1 pasó por Hungría. El resultado ha sido el siguiente: Hamilton supera a Rosberg y los Mercedes-Benz no hay quien los toque. Ferrari se ve superado por Red Bull y lo tiene crudo. En carrera, Raikkonen hizo una notable remontada y Vettel quedó cuarto, pero los Ferrari... 

De hecho, la Scuderia tiene un problema. O se dedica en cuerpo y alma ahora mismo a prepararse para el año que viene o intenta ganar alguna cosa en lo que queda de campeonato. Cualquiera de las dos opciones es incómoda. 

Éste es el resumen, que viene siendo el habitual en las últimas temporadas.

Nepotismo convergente en Antifraude


Se veía venir. Ayer recibí varios mensajes que me avisaban de un suceso que en cualquier otra parte provocaría un escándalo. Me adjuntaban un enlace con el DOGC (Diario Oficial de la Generalidad de Cataluña), éste:


La señora Masià, la directora interina de la OAC (Oficina Antifraude de Cataluña), ratifica en su cargo a tres técnicos eventuales después de haber organizado una purga en la que se sacó de encima a cuatro directivos sin razón justificada alguna. En comisión parlamentaria dijo que se los había sacado de encima porque eran empleados eventuales y personas de confianza del señor De Alfonso. ¡Toma! ¡Como ella misma!

Fíjense en el documento que he adjuntado. La señora Masià ratifica en su cargo a Susanna (Susana en el DOGC) Cano, que fuera ¡candidata por CDC a las últimas elecciones al Parlamento Europeo! Sí, muy atrás en la lista, pero muy orgullosa de fotografiarse en público al lado de los señores Mas y Pujol padre y presumir de ello en las redes sociales. En su día, su nombramiento por De Alfonso causó algo de ruido, porque fue poco después de haber colocado como directora adjunta a la señora Masià. Entonces, De Alfonso era un héroe de CDC, porque estaba invadiendo la OAC con gentes afines al partido. El señor Mas y todo CDC corrieron a defenderlo. Qué tiempos aquéllos.

Un recuerdo del caso en este recorte de El Mundo, donde también se repasa el currículum de la señora Masià.


Ha ratificado, decía, a la señora Cano, tan escogida por De Alfonso y tan eventual como ella misma, tan amiga de los amigos de CDC como ella misma, tan comprometida con la causa convergente como ella misma. Pero ha echado a la calle a cuatro cargos de la OAC que no eran tan amigos de ella misma.

Se dijo, en la misma sede parlamentaria, que los despidos habían sido discrecionales e injustificados y que la directora interina estiraba más el brazo que la manga. ¿Puede un cargo interino tomar tales decisiones? Legalmente, es posible, porque no se contemplaba esa posibilidad cuando se redactó el reglamento de la OAC. En principio, un director interino ha de gobernar el día a día esperando a que llegue el nuevo director, y será el nuevo el que organice los cargos a su antojo y según su criterio. Pero... Ella es así.

Dejando a un lado el vacío legal, esos despidos fueron considerados éticamente cuestionables por los señores parlamentarios. ¿Por qué echa a la calle a quien propuso auditar la OAC para ver quién podría estar implicado en las grabaciones de las conversaciones entre De Alfonso y el ministro Fernández? ¿Tanto miedo tiene(n) a una auditoría interna? ¿Por qué ratifica, en cambio, a una antigua candidata electoral de CDC? Etcétera. 

Dicen los periódicos (y mis informantes) que el clima en la oficina es ahora asfixiante, y eso que el aire acondicionado funciona. Sucedió algo parecido cuando la señora Masià pasó por el ICAEN (Instituto Catalán de Energía) y eliminó uno de cada tres empleos en un par de años mientras daba tratos de favor (ejem) a amigos y conocidos.

La noticia ha sido publicada hoy en el periódico eldiario.es. Aquí:


Más en:


Los afiliados a CDC y los asociados a PDC


Qué bien se lo pasan en sus cosas.

Es como el cuento del elefante que ha parido a una hormiga. En un profundo, meditado, drástico y ejemplar esfuerzo de renovación, CDC ha sido apartada y ha nacido PDC (a título provisional), y prueba de ello ha sido que en su primera votación después del ruidoso parto han dado su apoyo incondicional al PP en la Mesa del Congreso en Madrid y que el señor Mas ha sido reelegido con el 95% de los votos, a falta de ningún otro, tal y como estaba previsto. ¡Renovación total y completa! Absoluta. Sobre algún que otro cargo hoy de relevancia en PDC, véase aquí, por ejemplo (y fíjense ustedes en la fecha).

¡Vayamos al meollo del asunto! Me extraña que en este proceso de (re)elección los periodistas no se hayan fijado en un pequeño detalle. No tan pequeño, a mi entender. 

Cuando decidieron hacer borrón y cuenta nueva con CDC, el partido contaba con aproximadamente 30.000 afiliados, aunque sólo 15.000 estaban al tanto de los pagos de las cuotas de filiación. Esos 15.000 eran los que tenían derecho a voto y decidieron lo que decidieron, cambiarlo todo para que todo siguiera igual. Ahora, eso sí, en vez de afiliados, los convergentes son asociados, no vayan ustedes a confundirse, que el cambio va en serio. Pero ya no son 15.000. El señor Mas ha sido (re)elegido con 5.000 votos, el 95% del total de votos emitidos. Votaron unos dos tercios de los asociados. 

Es decir (echen cuentas) la nueva PDC cuenta con 8.000 asociados convergentes. ¿Qué hay de los 15.000 afiliados al corriente de pago que tenía la antigua CDC? ¿De los 30.000 que, paganos o no, se decían con carné del partido? 7.000 convergentes han decidido ahorrarse pagar la cuota al partido y si te he visto, no me acuerdo. De eso no habla nadie, no pregunta nadie, ningún periodista, y para mí que es un asunto digno de interés. ¿No piensan lo mismo que yo? 

Seguramente, no. Es tan aburrido... ¡Tienen razón! ¡Disfruten de las vacaciones!

La cucaracha


Comí el otro día en un restaurante donde abundan, en otras mesas, personas de la vida pública y semipública, gente de corbata y opinión rimbombante, en su mayor parte tertulianos de televisiones autonómicas, directores de oficina bancaria, ejecutivos de pacotilla y directores generales de algún ente público. Les une creerse gran cosa y compartir sitios y lugares, donde se dan importancia los unos a los otros. 

Un sitio como ése, donde sirven menús de mal comer, poca sustancia, precocinados, a poder ser en platos grandes, a precios que el común sólo se permite algún que otro día de fiesta, un sitio como ése, decía, les va de perlas. Con el cuento de que están comiendo de menú y no echan mano de la carta, los formadores de opinión (sic) se creen con derecho a ser la voz del público y los cargos públicos o semipúblicos pueden pavonearse de su presunta cercanía a los problemas de la gente... de la gente que ellos conocen, no vayan a confundirse. Estos días, tales problemas son banalidades sobre la Cerdaña o la Costa Brava que no interesan a nadie.

En ese sitio estaba yo, ya me ven. Fuera de lugar y hambriento. ¿Qué? Está bueno, ¿eh? Aquí la comida es una maravilla, me insistían, y yo, dentro de mí, pensando que era una mierda, pero disimulando. ¿Cuánto tendré que pagar por esto?, me preguntaba escandalizado. En ésas, llegaron a mis oídos unos pasitos, como de tacón fino. Tac tac tac tac... sonaban.

Imagen de archivo de Gregor Samsa.

Alcé la cabeza y descubrí una cucaracha prodigiosa cruzando el piso, una cucaracha que parecía un autobús, camino de la cocina. Tac tac tac... hacían sus patitas al caminar. Estuve a punto de preguntarle si no era Gregor Samsa, para pedirle un autógrafo. No parecía apurada, sino acostumbrada al camino, y tan gorda como bien alimentada parecía acudir a un lugar de reunión o trabajo. Tac tac tac tac... Atravesó el comedor, se metió en la cocina y era tal la familiaridad del bicho que lo supongo saludando al entrar. Desapareció de mi vista, dejando a su paso el recuerdo de su lustrosa presencia.

Miré a mi alrededor. Ahí estaban, lustrosos también, esos tontos de pacotilla, zampándose el mismo menú que el contubernio de cucarachas del local. También saludan al entrar y atraviesan el comedor con el mismo ruido de pasos, la misma parsimonia, esa familiaridad y esa superioridad que les da creerse la mejor cucaracha del lugar.

Antifraude y el Terror


El apunte que no escribiré hoy.

Ayer recibí varios mensajes de conocidos y desconocidos que tienen un punto en común: han trabajado o siguen trabajando (por ahora) a las órdenes de la señora Masià, que hoy es directora (provisional) de la OAC (Oficina Antifraude de Cataluña). Me pidieron que escribiera esto que ahora escribo. ¿Por qué? Porque ayer compareció en la Comisión de Asuntos Internos del Parlamento de Cataluña. Yo seguía la comparecencia en directo y cuando acabó, lo reconozco, cargué con una mochila de mal humor todo el santo día, y hoy todavía me resiento. Pero aquí me tienen. Preferiría hablarles del enano culturista que se ha enamorado de un transexual de dos metros de alto, asunto que considero mucho más interesante, pero esto es lo que tiene hacer favores.

La señora Masià, con gafas de Mortadelo.

Se presentó explicando qué piensa hacer en la OAC y expuso planes (un poco vagos) sobre los cambios que piensa imponer en la gestión de la oficina, entre los que destaca la cuestión informática (y ya hablaremos de ella). Los parlamentarios, acto seguido, le preguntaron por qué hacía planes a años vista, si su cargo es provisional e interino y está ahí a la espera de un nuevo director. La señora Masià, lamentablemente segura de sí misma y ejerciendo un cinismo desafiante, una actitud de quien se sabe amparada por la inutilidad parlamentaria, dijo que ya sabía de esa provisionalidad y que cuando fuera escogido un nuevo director de la OAC ya le cedería el cargo. Hasta ese momento, ella manda. Punto.

La señora Forcadell y unos amigos, en sede parlamentaria.

Por lo que sabemos a día de hoy, la presidenta del Parlamento de Cataluña, doña Carme Forcadell, está buscando personalmente un nuevo director de la OAC, y ha transcendido que varias personas, visto el percal, han rechazado su oferta. Entre ellas, todo sea dicho, ninguna con una trayectoria pública y notoria de lucha contra el fraude o de independencia política. La señora Forcadell tendrá su gracia soliviantando al público, pero como presidenta parlamentaria está resultando un fiasco y parece bastante torpe e inepta en su cargo. Con ese amparo institucional y la manifiesta incapacidad de ponerse de acuerdo que se da en el Parlamento de Cataluña, la señora Masià tiene el cargo asegurado en lo que quede de legislatura y más allá. Me sorprendería (y me gustaría) mucho que no fuera así. 

Los grupos parlamentarios echaron en cara a la señora Masià parte de su currículum, y eso que sólo echaron mano de la versión resumida. Tres grupos parlamentarios le dijeron en la cara que ella no era la persona idónea para el cargo y otros dos pidieron su dimisión inmediata. Sólo Juntos por el Sí dijo que ya estaba bien donde estaba y se mostró satisfecho de su carrera, lo que dice mucho de Juntos por el Sí. El problema para todos los ahí presentes es que podrían reprobarla, pero entonces ¿a quién pondrían al frente? Ahí se queda, pues, y ella lo sabe. A cambio de algún mal rato, puede hacer y deshacer a su antojo y por encargo.

Será la jefa, provisionalmente, o provisionalmente, ya me entienden, a conveniencia del poder, con quien tiene muchos, muchos, lazos, en lo personal (e íntimo) y en lo político-económico. A las preguntas sobre su relación con CDC y con personas directamente implicadas en el caso ITV, despistó y mintió descaradamente. Al señor Alsina lo conocí como de casualidad una vez hace muuuuucho, mucho tiempo... y entonces le echan en cara cuando el señor Alsina dice es una muy amiga mía y la señora Masià despista y habla del tiempo. Así todo el rato.

Le preguntaron por qué había apoyado al señor De Alfonso cuando lo pillaron en falta y entonces hizo el primer dondedijeDiegodigodigo, negando el caso. Le echaron en cara que no haya encargado un informe jurídico preguntando qué puede o no puede hacer un director provisional de la OAC. La pregunta iba con segundas. En primer lugar, porque ¿puede cambiar de arriba abajo toda la gestión de la oficina, según su capricho, con planes a largo plazo, si su cargo es interino y provisional? En segundo lugar, porque ha sido llegar e imponer el reino del Terror. Aquí mando yo y nadie me discute. 

En una semana, ha echado a cuatro directivos de los cinco que componían la cúpula de la OAC (ella era la quinta directiva) y ha enviado a la secretaria de dirección a las cavernas, a un puesto de trabajo vacío de contenido (eso, en otras partes, se considera acoso laboral). Ha dicho que no piensa sustituirlos. Ahora sólo mandará ella. En su primera intervención, ha dicho que se los ha sacado de encima porque no habían reconocido explícitamente su autoridad (sic). Como los diputados le han llamado la atención sobre esa frase, ha añadido en segunda intervención que ha sido porque eran todos personas que habían trabajado estrechamente con el señor De Alfonso... ni más ni menos que como ella misma, se ha olvidado de añadir. 

De Alfonso, preguntándose quién le habrá hecho la cama.

Ya que hablamos de De Alfonso, ella no sabía nada, no sospechaba nada, nada de nada, y después de publicarse las grabaciones con el ministro y de haber amenazado a los parlamentarios con lo que sabía, el personaje entró y salió las veces que le dio la gana de su despacho durante más de una semana. Pudo haberse llevado la Enciclopedia Espasa de ahí, de haberle dado la gana. Nadie tomó medidas para evitar que el señor De Alfonso borrara las huellas de sus fechorías. Por cierto, ¡cómo le ha costado a la señora Masià condenar lo que hizo De Alfonso! Titubeos, rodeos, eufemismos... hasta que al final, sin demasiado convencimiento, ha hecho ver su indignación. 

La siguiente comparecencia parlamentaria fue de la señora Riba, la primera víctima de la señora Masià. Su declaración fue contundente y dejó en palmaria evidencia las mentiras que la señora Masià había dicho sobre su toma de poder. Lo dejó todo muy claro. Tan pronto dijo que iba a hacer una auditoría interna sobre las grabaciones de De Alfonso y el ministro, la llamaron al despacho de la directora y ahí firmó su despido. Que, por cierto, considera nulo. Dijo que iba a recurrir ante los tribunales.

Ustedes, ¿a quién creen? ¿A la señora Masià o a la señora Riba? Examinen su historial, escuchen sus intervenciones, observen su rostro. Ustedes mismos.

La señora Masià se cree impune, dijo. Su despido fue un simple acto de Terror. Se creía amparada por el Parlamento a la hora de ejercer un poder absoluto y se sacó de encima a la señora Riba porque le recordó que su cargo era provisional y que algunas de las cosas que pretendía hacer no eran ni correctas ni legales. La fulminó. Los despidos que siguieron también fueron para sacarse de encima a quien osara llevarle la contraria, siquiera discutir, sus planes. No reconocían su autoridad por el simple hecho de opinar diferente. Hoy detenta el poder absoluto, sin oposición. Puede hacer y deshacer a su antojo. Los empleados de la OAC están acojonados y muy, muy, pero que muy, frustrados. Lo sé.

Entre estos planes que tiene la señora Masià, uno que no llama demasiado la atención, pero que es muy importante: la externalización del mantenimiento y programación de la red informática de la OAC. Hasta ahora, parte de la red de ordenadores de la OAC estaba aislada del exterior por razones (evidentes) de seguridad y las labores de mantenimiento las llevaba a cabo un técnico informático de la OAC. El plan de la señora Masià tiene previsto modificar toda la red y la gestión informática a conveniencia y privatizar (externalizar es el eufemismo que emplea) su mantenimiento y programación. Lo mismo que hizo cuando fue directora del ICAEN. Se acaba pagando mucho más por un servicio mucho peor, como es costumbre en estos casos.

Con una diferencia. No es lo mismo que alguien de fuera pueda navegar por toda la red de un ente público que promueve el ahorro de energía que que alguien pueda navegar por la red de un ente público que lucha contra casos de corrupción política-económica, en el que se mueven mafias y clanes de sobras conocidos y poderosos. ¡No es lo mismo! Sumen dos y dos: una directora de la OAC muy ligada a CDC y al clan Pujol y los ordenadores de la OAC a la vista de terceros. No diré más.

Algunas noticias sobre su comparecencia. Por ejemplo:
etc.



Un pokemon en la sala de armas



Estábamos el otro día en la sala de armas, acuchillándonos tan tranquilamente, cuando saltó la alarma. 

¡Hay un pokemon en la sala de armas!, gritó uno. 

¡La madre! ¿Un pokemon? Eso ¿qué es? 

Después de unos momentos de pasmo y desconcierto, echando mano del sable, el bicho intruso fue debidamente acuchillado y neutralizado por los tiradores presentes. 

Un pokemon en la sala de armas... ¡Un respeto, hombre!

Masià comienza una purga en Antifraude


¡No me digan que no les avisé! ¿Cuál ha sido la primera decisión de la nueva directora (provisional) de la Oficina Antifraude de Cataluña (OAC)? Tan pronto ha tenido el poder en su mano, ha destituido, de manera fulminante, inmediata e injustificada a la Jefa del Gabinete del Director, la señora doña Maria Assumpció Riba. 

El despido es injustificado, porque no se ha ofrecido ninguna justificación. Ni en público ni en privado. Según la afectada, fue una decisión arbitraria, una demostración de fuerza, un ejercicio de poder absoluto. No existe un porqué. Pero busquémoslo. 

La primera sospecha es que la señora Riba tuviera relación con los oscuros (e ineficaces) trapicheos del señor De Alfonso con el ministro Fernández. Se descarta. La señora Riba fue contratada hace poco más de un año, en abril de 2015, y no tenía relación alguna con el caso. 

La señora Riba tenía competencia para el cargo de Jefa de Gabinete. Había sido (y sigue siendo) secretaria judicial desde 1981 y ha desarrollado toda su carrera profesional en Cataluña, en asuntos de jurisdicción penal. Durante dieciséis años, ha sido Secretaria Judicial de la Oficina del Jurado, Servicios Comunes y de Gubernativos de la Audiencia Provincial de Barcelona, y participó en la creación misma de esa oficina. Su currículum supera con nota al de la señora Masià.

Atención al dato: la Jefa de Gabinete es la responsable de las auditorías internas de la OAC. Es decir, es quien controla los gastos del personal y sus (posibles) relaciones con los asuntos investigados por la oficina. También, su eficacia y efectividad, que no era mucha. Recordemos: veinticinco casos enviados a la fiscalía en cuatro años (uno y sólo uno en 2015); de éstos, rechazados por el fiscal por lamentablemente mal justificados, diecinueve; el juez rechazó uno más, por carecer de fundamento. ¿No es una muestra evidente del buen hacer de De Alfonso y su adjunta?

Otro dato: Cabe consultar los excesivos gastos del personal de confianza de la OAC, en forma de dietas. A modo de ejemplo, la señora Masià viajó a la China para dictar una conferencia de quince minutos y se estuvo ahí durante una semana. Por no hablar de con quién se acuesta o con quién se levanta (véase aquí). A todo el mundo le molesta que le pidan justificar unos gastos, pero cuando esos gastos son de varios miles de euros al año... ¿Y para qué? ¿Para eso?

Cuando se descubrió que el señor De Alfonso conspiraba con el ministro Fernández tan torpe e ineficazmente como se ha visto, el señor De Alfonso, pillado en falta, preguntó si tenía que dimitir o si ése era, como se dice por ahí, un nombre ruso. El señor De Alfonso dijo después que preguntó a todos sus trabajadores y que éstos le pidieron que no dimitiera. Mintió. ¡Claro que mintió!

La señora Riba le dijo al señor De Alfonso que tenía que dimitir, y que su dimisión era inexcusable. Además, defendió que los empleados de la OAC manifestaran públicamente su rechazo al mal hacer del director. Con dos cojones, como tiene que ser. ¡Brava, señora!

Pero la señora Masià se apresuró a comunicar a De Alfonso que todos estamos contigo, quédate, no dimitas y tal. De Alfonso escuchó lo que quería escuchar (no habría querido escuchar nada diferente) y no dimitió. Se presentó en el Parlamento de Cataluña (acompañado por la señora Masià) y amenazó a todos con tantas cosas que sabía... Lo destituyeron y me pregunto por qué no está acusado todavía de algún delito grave. Mientras el señor De Alfonso afirmaba que sus empleados le habían dicho que no dimitiera, éstos enviaban una carta a los parlamentarios desmintiendo la mayor. Ellos hacían su trabajo y no se hacían responsables de las bellaquerías de De Alfonso y sus secuaces. 

Un nuevo tirano en la oficina.
La triste banalidad del mal.

Pero, atención, la carta no la firmaron trabajadores particulares, sino todos en conjunto. Temían las represalias. Y como ven, éstas se han producido, inmediatamente. Conocían a la señora Masià de haberla visto antes y su comportamiento sociópata era de sobras conocido. La señora Riba ha sido su primera víctima y un aviso. Es el régimen del Terror, pero ajeno a la grandeza revolucionaria y próximo a la vileza de un personajillo banal, mediocre en el mejor de los casos, que hace lo que sea para arrimarse a quien manda. 

La señora Riba molestaba. Controlaba las dietas a las que tan aficionada es la señora Masià, era crítica con la mala gestión de De Alfonso (que era también de su adjunta) y (¡eso sí que no!) quiso que los empleados de la OAC se manifestaran libremente a la hora de emitir un juicio sobre la (nefasta) gestión de De Alfonso... y su adjunta. 

El pasado lunes, la señora Masià firmó el cese con efecto inmediato de la señora Riba. ¡Fuera! Aquí mandó yo. Y seguirá mandando si el Parlamento de Cataluña no lo evita. Por ahora, ojalá me equivoque, no parece tener prisa en arreglar el estropicio.

Lean la noticia en:

Yo sé por qué canta el pájaro enjaulado


Maya Angelou.

Maya nació mujer, pobre y negra en el peor momento y el peor lugar, en el campo del Sur de los EE.UU. justo después de la Gran Depresión. Vivió la humillación y la discriminación, el abuso y el maltrato, por esas tres condiciones, pero no se sabe de dónde sacó fuerzas para seguir adelante y defender la dignidad humana justo ahí donde había estado ausente por culpa de los prejuicios, la estupidez y la violencia. 


Maya Angelou (de nacimiento Marguerite Annie Johnson) nació en San Luis, en 1928, y murió en Winston-Salem en 2014. En su vida tuvo que hacer de todo para sobrevivir y no lo tuvo fácil, pero al final triunfó en un mundo inesperado y difícil, el del arte. Fue bailarina, cantante y finalmente escritora. Su obra autobiográfica I Know Why the Caged Bird Sings (1969), que acabo de leer traducida por Carlos Manzano y publicada por Libros del Asteroide (Yo sé por qué canta el pájaro enjaulado, 2016) la llevó a la fama literaria que, a decir de muchos que saben más que yo, merecía sobradamente.

Es un libro impresionante. No hay mejor adjetivo para definirlo. Está cargada de escenas que ponen los pelos de punta, que emocionan, que irritan, que te hacen sonreír, también, que te explican cómo era de injusta y triste la vida de un negro en una zona rural del Sur de los EE.UU., pero también cómo, en medio de tantas adversidades, la dignidad lucha por prevalecer. 

Uno no puede sino hablar con entusiasmo de este libro, por lo mucho que dice y por cómo lo dice. El cómo es magnífico. La autora mantiene la distancia con la narradora, que ofrece su propia visión del mundo con simplicidad, sencillez, eficiencia y efectividad. Es un ejercicio de estilo más que notable y el resultado es extraordinariamente bueno. Parece fácil, se dirá, pero muestra un dominio de los recursos de un escritor que muchos que se llaman a sí mismos escritores (y tienen éxito) no tendrán jamás.

Lean Yo sé por qué canta el pájaro enjaulado. Léanlo. Merece la pena. Nos descubre perspectivas personales, políticas y literarias que explorar y lo hace magníficamente bien.

Menudo fiasco (Gran Premio del Brexit 2016)



Silverstone es uno de los circuitos históricos y uno espera más de Silverstone. Pero los comisarios de la FIA hicieron lo posible por amargarnos la fiesta. Llovió. Vaya novedad, como que no llueve en Inglaterra... Pero la carrera la iniciaron todos detrás del coche de seguridad, no fuera a resbalar alguno. Vueltas y vueltas de aburrimiento y los pilotos pidiendo que se apartara esa tortuga de delante. Al final, se apartó, y lo que quedó de carrera fue un escoger cuándo poner neumáticos mixtos y cosas por el estilo. Se perdió la gracia del asunto y los momentos emocionantes se contaron con los dedos. Menudo fiasco.

Para completar el triste panorama, Ferrari quedó como un huevo pasado por agua, pocho. Quinto y noveno. En la cabeza de carrera, ganó el Mercedes-Benz de Hamilton, que dejó al de Rosberg en la segunda plaza, que perdió por una penalización de diez segundos y quedó finalmente tercero. Los Red Bull lo hicieron muy bien. Y no hay más.

Antifraude: la familia y algo más


Propuesta de nuevo logotipo de la OAC.

Hoy publica el diario electrónico okdiario.com una noticia que es la guinda del pastel de los turbios tejemanejes que se cuecen en la OAC (Oficina Antifraude de Cataluña). Se refieren a su nueva directora (suplente y provisional), pero tienen su miga y he de reconocer que me han sorprendido. ¡No me lo esperaba! Al final de este apunte van los enlaces más interesantes, directos a la noticia.

Lo cierto es que hay tanto de qué hablar que uno no sabe por dónde empezar. 

De entrada, uno se pregunta por qué la señora Masià, cuando trabajó antes que ahora en la OAC, redactó las conclusiones de la comisión del Parlamento de Cataluña que estudió el llamado caso Palau. Llamó mucho más la atención que ese informe dijera que no era posible afirmar ni negar que CDC se hubiera beneficiado de comisiones a través de los chanchullos del señor Millet. ¡Vamos! Sostener esto en voz alta, hoy en día... ¡Hay que estar vendido! Poco después de hacerse público este decepcionante informe, el juez decretaba el embargo de la sede de CDC. 

Cubierta de gloria, escogida por el señor Puig, entonces consejero del Gobierno de la Generalidad de Cataluña, se puso a dirigir el ICAEN (Instituto Catalán de Energía). Una abogada que no sabía distinguir un kilovatio de un kilovoltio ni una central térmica de una cafetera se ponía al frente del ICAEN. ¡Señor...! 

La señora Masià, en un huerto solar.

A partir de entonces, se sucedieron algunas decisiones un tanto extrañas, vamos a llamarlas así. Mientras echaba a la calle a una decena de trabajadores, contrataba a un amigo de Pujol y Prenafeta, el señor Calmet, con un coste equivalente al de dos o tres de los trabajadores despedidos. El chaval tenía setenta años, era cónsul honorario de Albania y todavía no sabemos qué trabajo hizo para el ICAEN, si es que hizo alguno, porque apenas aparecía por las oficinas y participaba en actos que nada tenían que ver con el ICAEN en horario de trabajo ¡y sin pedir permiso! Brillante. 

El paso de la señora Masià por el ICAEN fue breve, pero dejó un notable mal recuerdo. Dejó sin trabajo a una tercera parte de la plantilla y su gestión fue caótica y nefasta. Demostró en público y en privado no tener ni idea del sector energético, en el que se mueve el ICAEN (busquen las grabaciones de sus intervenciones en comisión parlamentaria y compruébenlo ustedes mismos). Contrató a dedo a asesores por mera relación de amistad, que cobraban un pastón, mientras limpiaba el ICAEN del personal sobrante, a discreción y sin criterio. Contrató a empresas directamente relacionadas con los barones de CDC, con la familia o con casos de corrupción. Ahora sabemos, además, que contrató a Efial y CGI (metidas de lleno en la llamada trama del 3%) a través del ICAEN y de la sociedad participada por el ICAEN Efiensa (Eficiencia Energética, SA). Etcétera, etcétera. Por no hablar de muchas dietas que cobró por asistir a consejos de administración a los que acudía... sin moverse de la oficina. En El cuaderno de Luis, buscando buscando, sale alguna de ellas.

Ah, que no se nos olvide: concedió una subvención a los cómplices de Oriol Pujol en el caso ITV. ¿Hizo más?

La señora Masià aparece en las grabaciones del caso. Los delincuentes pretendían obtener de ella los favores necesarios para extender las ITV a las inspecciones energéticas de edificios, además de pedir (y obtener) información privilegiada. En todas estas grabaciones, la señora Masià aparecía dispuesta a colaborar. De hecho, la subvención que concedió a la trama ITV la otorgó ella personalmente, pasando por encima del criterio de los técnicos a su cargo. Es divertido señalar que los cómplices de Oriol Pujol no pudieron cobrar esa subvención porque la señora Masià (a las dichas grabaciones me remito) desconocía completamente el procedimiento de solicitud y pago de subvenciones... que ella misma había autorizado. Eso da una buena idea de quién es y cómo trabaja.

Es una lástima que el caso ITV se cerrara en falso. Una filtración de la investigación por casos de corrupción relacionada con el ministro socialista Blanco disparó las primeras alarmas. Tuvieron que cerrar el caso deprisa y corriendo y la ambición de los investigadores se frustró. A quien sepa de qué va el percal le consta que, de haber dejado un poco más de cuerda a Oriol Pujol y compañía, hoy la señora Masià quizá no se vería libre de las molestias de la justicia.

Muchos chanchullos después, el señor Gordó, implicado en una conjura para derrocar a Mas del poder en CDC (a decir del señor De Alfonso en sus conversaciones con el ministro Fernández, junto con Isidre Fainé, de La Caixa, y otros empresarios), el señor Gordó, decía, consejero del Gobierno de la Generalidad de Cataluña, pidió al señor De Alfonso que escogiera a la señora Masià como directora adjunta de la OAC. Así, porque sí. 

Como reconoció en sede parlamentaria en su día, el señor De Alfonso ni se leyó el currículum de la señora Masià. A sus órdenes, le dijo al señor Gordó, y la contrató. Ni independencia del poder político ni hostias. Aquí De Alfonso poniendo a una amiga de un amigo, por razones que él sabrá. Esa elección fue seriamente cuestionada en sede parlamentaria, pero los votos de CiU y del PSC (manda huevos) la pusieron de número dos de la OAC. Gracias, PSC. De CDC lo esperaba, pero de vosotros... Quizá también, seamos realistas.

Ahora ha caído De Alfonso porque la grabación de éste charlando con un ministro pone los pelos de punta. La señora Masià hereda el cotarro. Su segundo paso por la OAC, ahora como directora adjunta, culmina con su dirección provisional, pero tal y como anda la política en Cataluña, esta provisionalidad durará mucho tiempo. Malas noticias para los catalanes, pero un sueldazo que cualquier catalán querría para sí.

En esta segunda fase en la OAC, la señora Masià también ha cobrado dietas por viajes que uno cuestiona abiertamente. Oírla hablar de la OAC en China, en su inglés, y decir lo que decía... En fin... ¡Busquen en YouTube! 

La OAC, en estos últimos cuatro años, sólo ha elevado veinticinco casos a la Fiscalía. Ésta ha rechazado diecinueve y el juez, uno más. ¡Qué éxito! A decir de los funcionarios de la Fiscalía, no se puede presentar un caso con paginas impresas de lo que dice alguien en internet y fotocopias de una ley que el fiscal ya conoce. En 2015, con la señora Masià como directora adjunta, sólo se presentó un caso... ¡Un caso! ¡Con la que está cayendo! 

El reinado de De Alfonso y el virreinato de Masià es un período de inoperancia, ineficacia y grandes sueldos y dietas para los cinco altos cargos de la OAC. Su personal, me consta, está hasta los cojones de esta señora en particular y de la tropa que les gobierna en general, y perdón por la manera de decirlo. Cuando De Alfonso, pillado en falta por eso del ministro, preguntó si tenía que dimitir, la señora Masià le dijo que toda la OAC le rogaba que no lo hiciera. Tal cual. A los pocos minutos, los trabajadores de la OAC remitían un comunicado al Parlamento de Cataluña negando haber dicho nada. No diré más.

Jordi Puig, novio de la señora Masià, hermano de Felip Puig y socio de Jordi Pujol Ferrusola, Júnior. 
¡Todo queda en familia!

Ahora, como he dicho al principio, la guinda del pastel. Es un asunto particular, me dirá alguno, pero en este caso merece publicidad. La pareja sentimental (eufemismo) de la señora Masià es, hoy mismo, Jordi Puig, un hermano del antiguo consejero Felip Puig (quien la sacó de la OAC y la puso a destrozar el ICAEN en agradecimiento por el informe del caso Palau). Pero ¡qué hermano! Es el hermano que comparte negocios con un activo, hoy mismo, de 32 millones de euros con su socio y amigo (agárrense) Jordi Pujol Ferrusola, o Júnior, para sus amigos. 

Jordi Pujol Ferrusola, Júnior, ante una comisión que preguntaba por eso de las comisiones.

La señora Masià comparte lecho e intereses con quien es uno de los elementos más llamativos de la red (iba a añadir criminal) de la familia Pujol. De ahí su buena relación con Oriol Pujol, con el cónsul honorario de Albania (íntimo de Pujol padre y del señor Prenafeta), con el antes consejero Puig, con el señor Gordó... Háganse ustedes a la idea de lo que estamos hablando.

Si me preguntasen quién filtró las grabaciones de las conversaciones entre el ministro y el señor De Alfonso, que parece ser que grabó el teléfono móvil de éste, si me preguntan eso, digo... Mitad en serio, mitad en broma, respondería que fue... No diré más, porque entonces la liaríamos parda. 

Pero ¡vaya! ¡Cómo está el patio!

Sobre la relación íntima entre la directora de antifraude y el socio de Jordi Pujol Ferrusola,
Sobre la relación del ICAEN (cuando Masià era directora del mismo) y las consultoras Efial y CGI, protagonistas de parte del caso 3%,
Sobre los negocios compartidos entre Jordi Pujol Ferrusola y la pareja de la actual directora (provisional) de la OAC,
La opinión de okdiario.com sobre la dirección de la OAC por Maite Masià,
Una anécdota de su paso por el ICAEN, una sola,

Más polka que vals (Gran Premio de Austria de 2016)


En Austria no ganan para sustos. La extrema derecha está a punto de ganar la presidencia del país, pierde por apenas treinta mil votos y ahora resulta que el recuento de votos se hizo sin garantías y se tendrán que repetir las elecciones en otoño. Esta vez, con ventaja para la extrema derecha antieuropea. Después del Brexit, la que nos puede caer encima sigue creciendo.


Pero la Fórmula 1 vive ajena a estas desventuras y sigue en lo de siempre. De nuevo, Mercedes-Benz ha ganado. Hamilton ha quedado el primero y Rosberg, el cuarto. Pero podrían haber quedado primero y segundo. En la última vuelta, a pocas curvas del final, se intentaban adelantar el uno al otro y han chocado. Rosberg se ha llevado la peor parte, pues se ha quedado sin alerón. Eso ha permitido a un Ferrari, el de Raikkonen, quedar tercero. El otro, el de Vettel, ha pinchado una rueda en la vuelta 26, y no tenía por qué. Además, ha llegado a ir primero. ¡Lástima! Ha sido un Gran Premio animado, pero todavía sigue lo mismo de siempre.