Resulta muy duro tener que decir que el mítico y esperanzador movimiento del 15-M tuvo un resultado apreciable en Cataluña: fue el pistoletazo de salida de lo que ha sido dado a conocer como procés, un brote nacional-populista que nos ha hecho y sigue haciendo mucho daño. Tampoco es que haya salido mejor en el resto de España. Estén de acuerdo o no con esta tesis, que es simplificar mucho algo muy complicado, aquí la tienen, en un artículo de Metrópoli Abierta, titulado Una pesada herencia.
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