"Viaje a Rusia" y cómo reconocer un buen libro


Joseph Roth disfrazado de albanés, con un revólver en el cinto (un Nagant).

Joseph Roth es uno de mis escritores favoritos. Editorial Minúscula ha publicado algunos de sus artículos periodísticos en varios títulos. Porque el Roth periodista es un Roth que merece la pena conocer y leer. Los escritores periodistas o periodistas escritores, tanto da a final de cuentas, son, hoy, una especie extinguida o, siendo generosos, a punto de extinguirse. Pero hubo una época en que un periódico podía permitirse el lujo (eso es, el lujo) de regalar a sus lectores con las crónicas de Roth, Zweig, Benjamin, Kisch, Reed..., pero el verdadero lujo era comprar el periódico y poder leer alguno de estos artículos que son, en sí mismos, pequeñas maravillas literarias. Insistiendo con Roth, sus Crónicas berlinesas, editadas por Minúscula, son una maravilla. Las recomiendo.

Ya nadie escribe crónicas así. O casi nadie.

Ya había leído Viaje a Rusia y lo he vuelto a leer. Creía que no lo había leído. Un despiste, las prisas, quién sabe. A las pocas páginas me dí cuenta de que sí que lo había leído... y no me importó y seguí leyendo, y disfrutando.

Joseph Roth un año antes de partir a Rusia.
Aunque ya era un novelista de prestigio, el sustento se lo ganaba escribiendo en los periódicos.

La alfabetización en la Unión Soviética. 
Deja el vodka y abre un libro, dice, más o menos, el cartel.
Un buen consejo, aunque Roth nunca soltó la botella.

Creo que ésta es la señal que distingue a un buen libro de otro que no está mal. El buen libro puede leerse otra vez y proporciona placer lo mismo. Si es un libro excelente, proporcionará, además, nuevas perspectivas e imágenes y logrará cautivar al lector algo más, si cabe, descubriendo matices que antes habían pasado inadvertidos y novedades imprevistas. En cambio, un libro que no está mal se puede leer una vez con placer, pero la segunda vez suele ser insulsa, si no directamente aburrida.

Podría alargarme más y echar al aire palabras de mucha enjundia y sobrada pedantería sobre esta cuestión, pero creo que esa reflexión sobre lo que es bueno y lo que no debe hacerla cada lector por cuenta propia. Si no la hace, él se lo pierde.

2 comentarios:

  1. Más literalmente dice: "¡Quién es el listo y quién es el tonto! Uno se interesa por el libro; el otro por la taberna." Aclaración: alguien que sepa más ruso que yo puede hacer una traducción mejor.

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    1. ¡Muchas gracias! No me equivoqué demasiado, ¿verdad? Un aplauso para el cartelista soviético, que se da a entender incluso entre quienes no hablan ruso. ¡Bravo!

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