Caso Masià: Siguen las sospechas de la prensa


El caso Masià es un caso menor. Su protagonista es mediocre; su historial, también; otros casos mueven millones de euros y éste, las migajas. Ahora bien, es un caso paradigmático, uno de tantos que se han dado a la sombra de la mafia convergente, un síntoma de la enfermedad que tanto daño ha hecho a los catalanes. Además, la señora Masià aparece en los papeles de algunos casos de renombre, como el caso Palau o el caso ITV. Como actriz de reparto, eso sí, casi de relleno, como sinvergüenza útil y necesaria para echar tierra encima de las aventuras del señor Millet o para sentar las bases de un caso que no llegó a ser, el de las inspecciones energéticas. 

Lástima que una filtración precipitó el caso ITV y hubo que correr a poner bajo arresto a sus principales actores. Creo, y lo creo sinceramente, que si el secreto de la investigación se hubiera mantenido más tiempo, si se hubieran podido escuchar más llamadas telefónicas, si hubieran podido reunir más pruebas, la señora Masià también estaría hoy imputada. Y los demás personajes de la trama estarían mucho más apurados que ahora mismo.

He dicho que lo creo, y repito: lo creo sinceramente. Pero ¿quién soy yo para decir nada? Ustedes son libres de creer otra cosa y sostener que es la persona idónea, el ejemplo de honestidad, honradez y transparencia, la profesional mejor preparada para hacerse cargo de la dirección adjunta de la Oficina Antifraude de Cataluña. También hay gente que cree en las hadas.

En cualquier caso, aquí tienen un artículo publicado en El Confidencial sobre la fulana en cuestión. Sírvanse ustedes mismos. Se titula La Oficina Antifraude catalana, bajo sospecha: su segunda dará cuentas en el Parlamento por la trama ITV. Léanlo. Insisto: no crean lo que yo diga, pero escuchen a ver qué dicen los demás.

1 comentario:

  1. Ai, ai, la Masià hablando en público. Mientras lea lo que otro le habrá escrito, irá bien. Pero cuando deba responder las preguntas que le formulen los diputados, se va a descubrir a la farsante que en realidad es esta mujer.

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