No sé por qué me dio por dibujar una viñeta al día de las aventuras de un servidor, un bote de galletitas y el cocodrilo del Pisuerga, huésped sobrevenido. A veces aparece el perrito de una vecina, que tiene bastante mal genio, y poco más.
Estos dibujos, improvisados por la mañana sobre la marcha, pasan a decorar mi perfil en Twitter e Instagram. Y resulta que un niño llamado Samuel sigue las aventuras del cocodrilo del Pisuerga y miren qué hizo con plastilina:
Samuel, el artista precoz, tiene apenas seis años y una habilidad que muchos quisiéramos. Fue su abuelo, que en Twitter responde por @gallinetas20, quien me hizo llegar la fotografía del conjunto escultórico, en el que no falta de nada: el cocodrilo, el perrillo de la vecina, el bote de galletas, un par de estropajos, libros y un servidor de ustedes con un huevo frito daliniano en la camisa.
No tuve más remedio, ni mayor placer, que rendirle homenaje.
En resumen, muy emocionado, no puedo decir nada más que ¡gracias, Samuel!
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