Suele ocurrir que la mayoría de televisiones no tratan de cosas de la cultura y, si se acercan, no las tratan, sino que las maltratan. Prueba más que evidente son esos documentales sobre marcianos construyendo pirámides o sobre hechos del pasado narrados como si fueran una noticia sensacionalista.
Por eso es una buena noticia que una televisión pública intente recuperar la historia y el arte con rigor, pero intentando no aburrir al personal. El condensador de fluzo es un nuevo programa que pasan por La2, de TVE, los jueves por la noche, hacia las 2200 h, y eso es lo que intenta. Por ahora, lo consigue y progresa adecuadamente. Es decir, mejora de programa en programa.
Tendrán que perdonarme porque mi juicio no es neutral, pues conozco a uno de los historiadores o divulgadores que pasan por ahí relatando sus cosas. Javier Traité, en efecto, editó mi Historia torcida de la Filosofía y me animó a presentar a mis editores mi proyecto de Mujeres de armas tomar. Eso no es poco. Pero es que lo hace muy bien, ésa es la verdad.
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