Cómo contar manifestantes (a ojo)


Un tema polémico, siempre, es el de contar manifestantes o asistentes a un gran acto público. Existen métodos casi infalibles. Mediante fotografías aéreas in situ y programas informáticos especializados, pueden contarse los manifestantes uno a uno y alcanzar una precisión asombrosa. Lo que ocurre es que, entonces, el resultado provoca más polémica que otra cosa, porque la leyenda del millón es un acto de fe y la razón de los hechos no convence. 

A modo de ejemplo, una misa en Fátima que había reunido cerca de un millón de personas (a decir de los organizadores) no había llegado a sumar ni cincuenta mil, contadas una a una, lo que provocó la airada protesta de los feligreses, que se creían muchos más que 47.981, más menos un 2%. La empresa que contaba manifestantes, por cierto, acabó quebrando porque sus cifras, incontestables, eran constantemente puestas en duda con un ¡No puede ser! ¿No somos un millón? ¡Esto está mal!

En fin... Por eso no es bueno creer lo que nos dicen. Todos mienten.

Si uno quiere ponerse a contar, lo primero que tiene que hacer es calcular la superficie que ocupa una manifestación, en metros cuadrados. Tiene a su favor algún programa de Google que le permite contar distancias y medir la longitud y la anchura de una calle. También, en los tiempos que corren, sobradas fotografías para ver dónde acaba o empieza la manifestación. 

A esos tantos metros cuadrados hay que restar un porcentaje donde los manifestantes no podrán estar: huecos de árboles, entradas a aparcamientos, etcétera. Suele ser alrededor de un 10%, podría llegar a un 20%. Pero eso depende del lugar y ese ajuste mejor hacerlo hacia el final. Esto se hace rápido, es fácil.

Luego, la concentración: ¿cuánta gente hay por metro cuadrado? 

Por regla general:

Si una manifestación se mueve, si la gente camina, nunca podrá superar una concentración de una persona por metro cuadrado. Si camina a paso normal, quizá sea una persona cada tres o cuatro metros cuadrados, como mucho.

Si no se mueve, pero en una fotografía tomada desde arriba en en ángulo de unos 45º pueden verse las piernas de las personas, lo mismo que si caminasen normalmente. Si pueden verse las cinturas de los asistentes, pero no los pies, entonces se mantiene un valor próximo (por debajo) a una persona por metro cuadrado.

De una a dos personas por metro cuadrado estamos en ese punto en que la gente puede moverse sólo un poco, quizá dar un pasito (una por metro), o no puede moverse, porque entonces se tocaría con otra persona (dos por metro).

Tres a cuatro personas por metro cuadrado es apretujamiento. Tres es estar tocándose con todos tus vecinos, lo quieras o no; cuatro es apretarse contra los vecinos, incómodamente, sin casi poder moverse. En un vagón de metro en hora punta se rozan (nunca mejor dicho) las cuatro personas por metro cuadrado. En una manifestación, cuatro personas por metro cuadrado es una cifra peligrosa, si ocupa una gran superficie, pues puede provocar avalanchas, accidentes, desmayos, etc.

Más de cuatro por metro cuadrado es un apretujamiento extremo que implica necesariamente avalanchas. Es muy peligroso.

Instrumento para contar manifestantes, hoy en desuso.

En su día, las cabinas telefónicas iban fantásticamente bien para realizar estos cálculos, pues una cabina de las antiguas media, aproximadamente, un metro cuadrado. A ver cuántos cabían ahí adentro facilitaba el cálculo. A falta de cabinas, tenemos los platos de ducha. El tamaño más habitual es de 80 cm de lado (si es cuadrada) y habrá que hacer números y conversiones. 

Una persona por plato de ducha cuadrada de 80 cm de lado sería una persona y media por metro cuadrado. Sólo pueden moverse un poco (no caminar) sin salir de la ducha. Comprobarán que dos personas en la ducha de 80 cm de lado ya invita a mantener una relación íntima que pueden acabar con la mampara hecha trizas, y se trata de una concentración de tres personas por metro cuadrado.

Ojo. Si uno se sitúa en el centro de la ducha, será uno por unidad de superficie. Si en cada esquina del plato de la ducha se sitúa una persona, también, porque sólo un cuarto de persona estará dentro del plato de ducha y cuatro veces un cuarto es uno. Si la ducha tiene una mampara, no será posible situarse en la esquina y tendrán que colocarse dentro, y entonces comprobarán la diferencia entre uno y cuatro.

Luego está la concentración media y eso es lo más difícil. Porque aquí hay dos personas por metro cuadrado y aquí se puede caminar tranquilamente. La media es una por metro cuadrado, más o menos. El arte del contador será evaluar (gracias a las fotografías, por ejemplo) el peso de cada concentración en relación a la superficie y echar las cuentas. 

Un ejemplo. En el 10% de la manifestación había tres personas por metro cuadrado; en el 40%, digamos que dos por metro cuadrado (o casi); el resto, media persona por metro cuadrado (pues se podía caminar lentamente); eso da 1,35 personas por metro cuadrado. En cambio, la impresión es que había mucha más gente, porque uno presta atención al meollo, no a los alrededores.

Por lo general, no hay que fiarse de la impresión que provoca una muchedumbre, sino apreciar los detalles.

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