De un tiempo a esta parte, comienza a ser notoria la labor de denuncia de algunas asociaciones de escépticos que, sobrados de razones, señalan la promoción de las pseudociencias con dinero público, en colegios profesionales o en aulas universitarias, donde la ciencia y no una tomadura de pelo tendría que ser la norma. Suyo es el mérito de comenzar a hablar en voz alta de la homeopatía como un timo, por ejemplo.
Permítanme dos cosas. La primera, felicitar a estas organizaciones, cuyo trabajo es tantas veces anónimo y despreciado, pero que resulta tan necesario. La segunda, aportar mi granito de arena con una denuncia de un caso semejante, perpetrado por las autoridades que gestionan la salud pública (precisamente, la salud pública) donde vivo, en Cataluña. La noticia me ha llegado por dos fuentes que no se conocen entre sí y ha sido confirmada por una tercera.
Remitida por la Secretaría de Salud Pública del Departamento de Salud de la Generalidad de Cataluña, y a su vez remitida por los subdirectores regionales, jefes de servicio, etc., a todo el personal sanitario del departamento, se ha enviado un correo electrónico que dice (traduzco):
Para vuestro conocimiento y para que hagáis difusión entre el personal de vuestras unidades estratégicas, os envío el programa de la sesión formativa Presente y futuro de la terapia forestal en nuestro país (código 160124/2017-1), organizada por la Subdirección General de Promoción de la Salud, que tendrá lugar el día 20 de octubre, de 9.30 a 11 horas en la sala Altell del edificio Salvany.
Esta sesión se podrá seguir por videoconferencia en las sedes regionales.
A continuación, dice dónde apuntarse, mediante la intranet del departamento, etcétera.
Aquí un empleado público del Departamento de Salud abrazando un árbol para apaciguar el estrés que sufre por culpa de los directivos de su departamento, que no hay más que verlos.
La información sobre la Secretaría de Salud Pública sólo está disponible en catalán en el sitio web de la Generalidad de Cataluña, en esta dirección:
o en esta otra:
Su responsable es el señor Joan Guix i Oliver, cuya retribución bruta anual (2016) es de 85.769,10 €.
En cualquier caso, no hace falta saber mucho de idiomas para comprender que la terapia forestal no es (cito) una prestación necesaria para preservar, proteger y promover la salud de las personas, en el ámbito individual o colectivo, prevenir la enfermedad y tener el cuidado de la vigilancia de la salud pública y la salud laboral. Pero ahí va el cursillo de hora y media sobre terapia forestal, que se adjunta en el correo mencionado en formato pdf.
Aquí tienen una copia:
Como podrán comprobar, eso de la terapia forestal es chachi. Traduzco la presentación (con incisos).
Pese a las comodidades y los beneficios de la sociedad actual, las personas estamos expuestas a múltiples situaciones de estrés que pueden afectar nuestra salud y que condicionan la necesidad de buscar alivio de diferentes maneras. [A veces es el alivio que buscamos el que pone en peligro nuestra salud, pero ésa es otra batalla. Sigamos.] Uno de los sistemas que proponemos para conseguirlo es el contacto y la reconexión con la naturaleza. [Lo de la reconexión ya me pica la curiosidad.] Muchas personas manifiestan espontáneamente que han observado que el contacto con la naturaleza, aunque sea de corta duración, les disminuye el estrés y hace que estén más relajadas. [Pues, claro, mientras no estén en la oficina...] Desde la década de los noventa numerosos países, sobre todo Japón, han llevado a cabo estudios para evaluar científicamente los beneficios de la relajación en un entorno natural. [¿Qué estudios?] Los paseos por los bosques, sobre todo cuando se realizan con técnicas orientadas hacia lo que se denomina "terapia forestal" mejoran la inmunocompetencia de las personas a través de la relajación fisiológica derivada del equilibrio natural de la permanencia en el bosque y de las sustancias que emanan de los árboles y, en general, de las plantas. [¿Mande?] En diferentes estudios realizados hasta ahora [¡Dale con los estudios! ¿Cuáles?] se ha mostrado que en la terapia forestal esta "inmersión en la atmósfera de los bosques" modifica algunos parámetros fisiológicos, que el estado de relajación fisiológica es un efecto propiciado por los ambientes forestales y que, desde un punto de vista médico, el contacto con la naturaleza es fisiológicamente beneficioso [a no ser que te coma un oso].
Sumario: Pasear por el bosque es agradable, claro que sí, y hacer ejercicio es sano, y olvidarse por una hora del cabrón de tu jefe, también. Entonces, ¿a qué tanto cuento?
Hasta lo de abrazar árboles se pone como el autobús.
Luego vienen los objetivos de esta charla-debate o lo que sea. Traduzco y comento.
Conocer, a través de la revisión de la literatura científica, los últimos estudios realizados sobre terapia forestal.
[Los famosos estudios. A ver. ¿Resistirán una revisión crítica?]
Evaluar y comentar la metodología utilizada por los investigadores en los estudios más relevantes sobre el beneficio de la terapia forestal en la salud y el bienestar de las personas.
[Por ejemplo, si el bosque ha de ser japonés o no, si es más sano pasear por el bosque de día o de noche, qué tipo de bosque va mejor según diversos parámetros, si es imprescindible abrazar árboles o vale con acariciarlos...]
Estimular a los asistentes para que aporten propuestas para la realización de estudios sobre terapia forestal en nuestro entorno.
[No especifica si en serio o en broma. ¡Si me dejasen ir a mí a este curso...!]
Conocer el potencial de Cataluña en relación con la creación de una red de bosques con finalidad terapéutica.
[Ah, no valen todos los bosques.]
Atención: ¿A quién va destinado el curso? Traduzco: Mandos intermedios y técnicos de salud pública del Departamento de Salud y profesionales que desarrollen su actividad en el ámbito de la salud y el bienestar de las personas. Comentario: Con el trabajo que tienen ¿no hay nada mejor con qué formarlos? ¿No tienen nada mejor que hacer?
El programa de la jornada comienza con la bienvenida y la presentaión de Carmen Cabezas Peña, subdirectora general de Promoción de la Salud, que, por lo visto, propone promocionar la salud enviándonos a todos al bosque (y luego todo serán esguinces, ya verán). Luego viene una charla de Secundino López-Pousa, neurólogo, (véase esto para conocer sus ideas), titulada La certeza sobre los efectos fisiológicos y psicológicos de la terapia forestal, donde demostrará que usted se encuentra más a gusto un día libre en el bosque que recibiendo órdenes del cabrón de su jefe en la oficina y sin cobrar las horas extraordinarias. La segunda charla tiene más guasa, y es de Jaume Hidalgo Colomé, que hablará de Los bosques más maduros de Cataluña y la configuración de una red de bosques con finalidad terapéutica. Porque no vale cualquier bosque, no.
Aquí un grupo de gente haciendo terapia forestal en un claro del bosque. Mmmm...
El señor Hidalgo es ingeniero de montes y está fichado por la Asociación Sèlvans (http://selvans.ong/), que nace y se mantiene con el apoyo de la Diputación de Gerona y la Universidad de Gerona, cuyo origen se centraba en la protección de viejos bosques centenarios (un propósito muy loable), pero que, últimamente, se inclina hacia cosas un tanto extrañas (véase http://selvans.ong/salut/, en catalán). Proteger los bosques está bien, pero lo de abrazar árboles para curar el estrés, no sé.
En fin, ahí queda eso. Dejo el caso sobre la mesa y ustedes mismos dirán. Sean escépticos y pregúntense dónde acaba la ciencia y dónde comienza la tontería. Patrocinada con dinero público, que conste.
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