Hace unos días que se habla de lo que harán o dejarán de hacer con la aplicación del artículo 155 y es evidente que a más de uno le tiemblan las piernas. Yo no las tengo todas conmigo y rezo para que no sea peor el remedio que la enfermedad, aunque, vista la enfermedad, ¿qué otro remedio queda?
¡Al grano! La cuestión es que el Gobierno de España ha puesto el ojo en la CCMA (Corporación Catalana de Medios Audiovisuales), el gran aparato de propaganda del prusés. Meter mano en TV3 ha hecho saltar todas las alarmas y un nutrido grupo de directivos y tertulianos fijos han puesto el santo al cielo porque les va el caviar en ello. ¡Ay, que se acaba el momio!
Y en éstas saltan los consejos de informativos de TVE. ¿Qué dicen? Básicamente, que les apliquen a ellos también el 155 de marras. Tal cual. Ahora verán por qué. Su argumentación es bonísima. Dicen:
Sin entrar en valoraciones que no nos competen, sí creemos oportuno subrayar la paradoja que supone querer intervenir TV3 para "garantizar la transmisión de una información veraz, objetiva y equilibrada, respetuosa con el pluralismo político", cuando en RTVE no se está cumpliendo dicho mandato.
Olé. En toda la cara. Y ahora viene lo bueno:
Lo consecuente sería aplicar esa misma línea en todos los medios públicos, incluido el estatal, toda vez que se ha aprobado recientemente una ley que pretende garantizar dicho objetivo y que debería ser llevada a la práctica de inmediato.
¿Y saben qué les digo? Que tienen razón. Como dijo Charlton Heston en El planeta de los simios, en versión original: Take your stinkin’ paws off me, you damn dirty ape! O, para que se entienda, eso de: ¡Quita tus sucias patas de encima mono asqueroso!
Eso vale para el gobierno de aquí y el de allá.
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