Alguien tendrá que poner orden


Sé que es una de mis manías. Por eso insisto en este asunto.

Ayer, 8 de marzo, se manifestaron las mujeres por la igualdad de derechos. ¡Muy bien! Salieron a las calles y las llenaron. 

Pero, de nuevo, el baile de cifras de manifestantes. De nuevo, al comparar una manifestación con otra no (me) cuadran las cifras.

La manifestación en Barcelona, a su paso por la Gran Vía.
Fotografía de Ferran Nadeu para El Periódico.

Dicen que ayer en Barcelona se manifestaron 200.000 personas. Ocupando la misma superficie, con aproximadamente la misma densidad de manifestantes, los indepes suman un millón, o medio millón en el peor de los casos, y esa contabilidad ya ha ocurrido varias veces. El mito del millón es persistente y no hay quien lo borre. E insisto, el mito.

En la Diada de 2012 se habló de un millón de personas, incluso de dos millones (sic). Mes y medio después, una huelga general contra los recortes ocupó prácticamente la misma superficie con una densidad igual, si no superior, de manifestantes. Entonces estimaron la participación en algo más de 100.000 personas. (Véase aquí.) No es una excepción, pero sí uno de los casos más llamativos de manipulación contable que conozco.

En fin, me quejo inútilmente. Ayer se manifestaron MUCHAS mujeres y les deseo todo el éxito en sus reivindicaciones. No sólo en Barcelona, sino en toda España. Felicidades, y suerte.

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