Juicios televisados, pero no todos


Hace unos días, me puse a cambiar de canales de televisión como un tonto y me salió un señor declarando ante un tribunal. Luego me enteré que la CCMA (la Corporación Catalana de Medios Audiovisuales) retransmitía en directo el juicio por el Nueve Ene, en Barcelona y en Madrid. ¡En directo! ¡Íntegramente! 

El juicio del Nueve Ene es un rollo.

Sacaron al señor Homs diciendo que él no había sido, que habían sido los voluntarios, y que, en cualquier caso, la prohibición que le enviaron los del Tribunal Constitucional no decía exactamente qué estaba prohibido y qué no. Debió de ser el único en todo el país que no comprendió la prohibición.

En las mismas se instaló el señor Mas, cuyo juicio en Barcelona también recibió el mismo trato, lo mismo que el Via Crucis que se organizó para presionar al tribunal que tenía que juzgarlo. En total, fueron varias jornadas judiciales retransmitidas ya por TV-3, ya por el canal de noticias 3/24, ya por la radio... Como digo, en directo. Bla bla bla... Ninguna sorpresa. Lo de siempre. Un rollo. ¡Menudo aburrimiento! ¡Pudiendo dar una película...! 

Un rollo, sí, porque todos sabemos lo que pasó. Con independencia del bando al que usted pertenezca, sabe exactamente lo que pasó y cómo pasó. Si fue delito o no lo fue, o si puede probarse judicialmente que lo fue, eso lo decidirán los jueces, pero ¿qué me van a contar? ¿Algo nuevo? No parece. ¿No presumían de desobediencia y astucia los protagonistas? En público, además. A viva voz. Por la misma televisión que retransmitía el juicio... No hay nada que descubrir. No hay secretos. Ergo, no hay emoción alguna. No hay intríngulis. Mejor hubiera sido pasar una película, insisto. Ya puestos, Doce hombres sin piedad o Testigo de cargo, por ejemplo.

Pero ¿qué hay de la vista oral del juicio por el caso Palau? Ah, eso es otra cosa. ¡Otra cosa!

El caso Palau promete mucho. Luego, ya veremos.

Ahí tienen al señor Montull, que dice estar dispuesto a tirar de la manta a cambio de una rebaja de la condena de su hija. Ahí está el señor Millet enfrentándose al dilema del prisionero, preguntándose si cantar o no cantar. Ahí tienen tantos sobornos y comisiones que pasaron por el Palau de la Música y acabaron en manos de CDC... Tanto dinero que hay quien escribe que CDC no era en verdad Convergència Democràtica de Catalunya, sino Cobro De Comisiones. De eso va todo. Ésa es nuestra historia reciente. Ése es el sentido del pujolismo y la explicación de tantas cosas. Hay tantos implicados y nos afecta tanto que no podemos evitar interesarnos.

¡Aquí hay material e intriga para animar al personal! ¡Aquí sí! ¡Mucho! Además, polémico. Unos diciendo que meterían la mano en el fuego por el tesorero y otros encendiendo y avivando ese fuego, porque alguno se nos va a quemar, porque es más que evidente que las comisiones corrían arriba y abajo por el Palau de la Música, eso no se le escapa a nadie. Sobre el carácter probatorio de las evidencias presentadas... Bueno, eso forma parte de la intriga, ¿no? Que decidan los jueces.

Pero... ¡Ay! Este juicio no lo retransmiten ni íntegro ni en directo ni nada en los medios de la CCMA. Ay... Qué pena... ¿No lo retransmitirán? ¿Y por qué no? Contiene un millón de veces más emoción y dramatismo el caso Palau que la charada del Nueve Ene. Vamos, fuera yo guionista y ya verían con qué historia me quedaría. Pero no lo van a retransmitir. Ni hablar. Jamás de la vida. Será por cobardía o no sé por qué será, pero nos vamos a perder un buen entretenimiento. Luego los de la CCMA van diciendo por ahí que son neutrales y que no manipulan la información. Es cierto, no la manipulan. Simplemente, no la emiten.

Pues, ¿saben qué les digo? ¡Qué lástima! Vivo en un país muy triste.

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