Anatomía comparada

Es infinita la variedad de cuerpos y disposiciones del alma, y nada mejor que una playa para comprobarlo. Las doncellas exponen sus cuerpos al sol y accidentalmente, a la vista, que se recrea con el espectáculo. Allá asientan sus reales unas amigas, media docena, un universo mundo de opciones, todas las combinaciones posibles. Cuesta decidirse por una de ellas, ya que todas ríen.

El agua está fresquita, el aire es cálido, surge Afrodita de las aguas como un suspiro y me llena de gotitas al pasar. A tocar de la mano, yace adormecida la pálida valquiria. Al otro lado, un polvillo de sal se asienta sobre la piel morena, y yo, en medio, aplicándome a mis clases particulares de anatomía comparada.

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