Lo mejor de la fiesta son los amigos y conocidos. Los hay indígenas y los hay, como yo, veraneantes de toda la vida. Todos acudimos a la fiesta, donde se forjó nuestra amistad, donde echamos el ojo por primera vez a alguna moza, donde también pillamos la primera cogorza. En el momento menos pensado, tropiezas con ese amigo que no veías hace años.
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