¡Olé!

Puedo equivocarme, pero podría ser un Ferrari 801, derivado del Lancia D50, con un motor de ocho cilindros en «V» de 2.485,98 cm3 y cuatro carburadores Solex 40 PII que daba 275 CV a 8.400 rpm. El trasto pesaba 650 kg incluyendo agua y aceite, gastaba frenos de tambor en las cuatro ruedas y un cambio manual de cinco marchas. Dicen que llegaba a los 280 km/h.

Al volante, Juan Manuel Fangio, todo un caballero que ostenta la marca de vencedor en una de cada dos carreras en su historial como piloto de autos de carreras en la Fórmula 1, algo inédito desde entonces. Su equipo, como él decía, cabía en una sombrerera: antiparras, casco, guantes, un peto (una especie de babero para proteger de las salpicaduras de aceite hirviendo del motor) y echarle muchas ganas y redaños.

En esta película corre en Fiorano, el circuito de pruebas de Ferrari. Observen el estado del asfalto, los bordillos y eso que llaman medidas de seguridad, y como guía (maneja, decía él) Fangio: contravolante por aquí, doble embrague por allá... Disfruten.




NOTA añadida con posterioridad: Aparece en los comentarios, pero lo repito aquí. Es posible que el circuito de la película no sea Fiorano, sino Módena, y que no sea un Ferrari 801, sino un Maserati 250 F (6 cilindros, 270 CV a 8.000 rpm), pero Fangio es Fangio, el Maestro, el Chueco, el inimitable Fangio, y las imágenes siguen siendo espectaculares, se mire como se mire. Bravo, Maestro. Olé.

2 comentarios:

  1. Posible fe de erratas.

    Es Fangio, efectivamente, pero quizá no sea un Ferrari 801, sino un Maserati 250 F, y que no sea el circuito de Fiorano, sino el de Módena. Tanto da uno que otro, son casi vecinos, y todo lo dicho de la conducción del Maestro (como le llamaban) es poco.

    El Maserati 250 F tenía un motor de seis cilindros (luego se hizo una versión con un motor de doce cilindros que apareció en el Gran Premio de Siracusa) que ganó el Campeonato del Mundo de 1957, Fangio al volante. Era un automóvil menos refinado que el Ferrari 801 o el Mercedes W 196, pero daba 270 CV a 8.000 rpm, ahí es nada, ahí queda eso, y era, a decir de sus pilotos, una máquina que se conducía muy facilmente.

    Pues, c..., cómo serían las máquinas que no se conducían tan fácilmente.

    ResponderEliminar
  2. Im-presionante, un regalo para nuestros ojos!!!

    ResponderEliminar