Mejor gordo que tonto

Leo y me pasmo. Unos investigadores británicos del Medical Research Council han publicado un artículo en el European Journal of Cardiovascular Prevention and Rehabilitation donde afirman que el coeficiente intelectual es un factor de riesgo en la aparición de enfermedades cardiovasculares. Afirman que el primer factor de riesgo es el tabaquismo (qué novedad), seguido de un coeficiente intelectual bajo, un sueldo bajo, una presión (sistólica) alta y poca actividad física. En otras palabras, fumar, ser tonto y trabajar en una oficina como administrativo es lo peor que puede pasarle al corazón de uno.

Sin embargo, cuidado. Los periodistas no consideran los intríngulis estadísticos del asunto porque la nota de prensa de los investigadores apenas los menciona, y el titular es muy goloso: mejor gordo que tonto. En efecto, ser tonto parece que es un factor de riesgo más alto que ser gordo, pero ¿por qué se es tonto? Ahí está el quid de la cuestión: un problema típico de correlación. Quizá por una nutrición deficiente, quizá por una enfermedad. En los países desarrollados, los pobres comen peor que los ricos: ingieren más grasas y menos verduras. También son más tontos, porque las familias pobres dedican menos esfuerzos al desarrollo intelectual que las familias ricas. Etcétera. Decir que los tontos sufren más del corazón que los listos, sin más, parece la excusa del feo cuando ve que su novia se larga con el guapo, pues son los tontos los que se comen el pastel en este mundo. Véase un gobierno estándar al uso y compruébese.

Sin embargo, no lucharé por despejar los malentendidos. Hemos conseguido que el tabaco comience a verse mal. Quizá el riesgo de infarto impulse a los gobiernos a promover la cultura y la inteligencia. Pero sería de tontos creer una tontería semejante, que dejo ir como un chiste.

4 comentarios:

  1. Ya está, ya hemos recibido los periodistas. ¿Qué te parece si atizamos también a los autores del estudio, que son los que han elaborado la clasificación? Los periodistas no se la han inventado...

    ResponderEliminar
  2. Los periodistas, en efecto, publican la noticia tal como la reciben, pero también de tal manera que llame la atención (es parte del oficio). Si relees la noticia, verás que he cambiado (apenas nada) la introducción al segundo párrafo.

    ResponderEliminar
  3. Claro que sí, yo soy la primera en criticar los defectos del periodismo. Lo que pasa es que coleccionamos al menos un 50% de mala fama que no nos concierne... Muy a menudo, uno la emprende con el mensajero, y esto lo sabían muy bien los pobres embajadores de la Antigüedad y la Edad Media que eran asesinados por los receptores de malas noticias...
    Por otra parte, los políticos son los reyes del escaqueo. Sueltan una gorda, y luego, cuando se monta el pollo, aseguran que fueron mal interpretados por los periodistas...

    ResponderEliminar
  4. Eso de los políticos ¡no lo hubiera dicho nunca! ;)

    ResponderEliminar