El pequeñín se gana un globo en una feria, en la calle, un globo de color verde que quiere escapar, y que escaparía de no estar atado a la muñeca del niño. El pequeñín no hace mucho caso al juguete hasta que descubre que el globo flota y se balancea según sopla el viento. Eso excita al niño, que comienza a darle al globo, arriba y abajo. Sucede lo que tenía que suceder: el globo se desata y vuela. El niño, con los ojos muy abiertos, pregunta por el globo. Se ha ido con los pajaritos, le dicen, pero él no entiende. Dónde está el globo, reclama a los pajaritos. Ellos se desentienden del asunto.
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