El invento de la Vieja Banda (II)


Sir Albert Stern en sus tiempos mozos, en la Gran Guerra, cuando era gerente del Programa de Acorazados Terrestres y uno de los responsables de la invención del tanque.

Decíamos que Sir Albert Stern propuso diseñar y construir un tanque especial (sic) justo cinco días después de iniciada la Segunda Guerra Mundial (el 5 de septiembre de 1939). Que reunió a sus amigotes y puso manos a la obra, y ahora veremos cómo.

Sir Albert Stern era banquero. Acabada la Gran Guerra, abandonó el Landship Program que había dirigido y había vuelto a sus negocios financieros. Tan pronto la patria volvió a reclamar sus servicios, se sintió en la necesidad de ofrecerlos. En 1939, Sir Albert tenía 62 años y muchas ganas de liarla bien gorda.

Éste fue el primer hijo de los amigotes de Sir Albert Stern.
Pero había pasado mucho tiempo desde entonces.

Porque Sir Albert Stern se había vendido todos estos años como el padre del carro de combate y acabó creyéndoselo. No restamos méritos a su papel como gerente de un equipo de ingenieros y militares, pero sí dudamos de que supiera qué estaba haciendo exactamente a finales de 1939. Llamó a quienes creyó que entendían de carros de combate. Es decir, a los únicos que conocía, que eran los mismos con los que había trabajado durante la Gran Guerra. 

Guillermito (Little Willie), el primer tanque de la historia.
El primer logro de la Vieja Banda.

Los principales fueron: Sir Eustace d'Eyncourt, un ingeniero naval (sic), que había trabajado en el diseño de buques de guerra desde el fin de la Gran Guerra y había perdido de vista los carros de combate. El general Sir Ernest Swinton, prácticamente retirado. El comandante ingeniero Walter G. Wilson, del que se sabe poco, aunque hizo mucho por los primeros carros de combate. Finalmente, Sir William Tritton, que era también ingeniero y gerente de William Foster & Co., la empresa que había fabricado el primer prototipo de carro de combate moderno, el Little Willie, en 1916, pero que había vuelto a fabricar calderas para locomotoras y cosas así. Todos ellos a punto de jubilarse. 

Un Char 2C capturado en Francia y examinado por los alemanes. 
Eran tan pesados y difíciles de transportar que ninguno llegó a combatir.
A éste lo capturaron todavía subido al tren.

En octubre, la panda de amigotes hicieron una visita a los franceses para ver qué se cocía en la frontera con Alemania (nada, por el momento). Los franceses presumían de tener un carro de combate superpesado en su arsenal, el Char 2C, capaz (decían) de abrirse paso entre las fortificaciones enemigas. Se había construido en 1919 y entonces era un carro modernísimo; pero en 1939... Eran casi pura chatarra.

Regresaron de su viaje iniciático y consiguieron que el Ministerio de Abastecimientos creara el Comité para el Desarrollo de un Vehículo Especial el 12 de octubre de 1939. Sus siglas, en inglés, SVDC. Pero Sir Albert y sus amigos se pasaron las siglas por el forro y a partir de entonces todo el mundo conoció al comité como la Vieja Banda (The Old Gang). Eso lo dice prácticamente todo.

El problema de fondo fue que los integrantes de la Vieja Banda no habían vuelto a tener contacto ni con la teoría ni con la ingeniería de los carros de combate desde 1918, más o menos, y la Gran Guerra había sido muy diferente de cómo iba a ser la Segunda Guerra Mundial. 

La William Foster & Co. había vuelto a construir calderas para locomotoras, como ya he dicho, y los demás miembros del comité habían perdido de vista los avances de la mecánica y la ingeniería de los últimos veinte años. Sobre todo, habían vivido ajenos a los cambios en el diseño de carros de combate. Lo que los británicos necesitaban de verdad era un buen carro medio, barato, bien acorazado, armado convenientemente y de buen andar, no un acorazado terrestre... ¡el que no pudo construir la Vieja Banda durante la Gran Guerra! 

Si no pudimos construirlo entonces, se dijeron, ¡lo construiremos ahora!

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