Patrick Rambaud escribió una trilogía sobre la época napoleónica, tres novelas que pretendían haber sido muchas más. Pero ahí quedó la cosa. Que yo sepa, la última de las tres, L'Absent, no se ha publicado en español; pero las otras dos, La batalla y Nevaba, sí. He leído ambas y harán las delicias de cualquier aficionado a las cosas de Napoleón, y son, en general, buenas novelas. La primera fue, además, un premio Goncourt.
La batalla saltó de la novela al mundo del cómic de la mano de un tándem formado por Fréderic Richaud (guionista) e Iván Gil (dibujante), en 2014, que recibió premios y muy buenas críticas. De forma natural, Nevaba fue la siguiente, que se ha dado a llamar Berézina, por la batalla que marcó el final del desastre de la campaña de Rusia.
El trabajo de Richaud y Gil sobre la historia de Rambaud (que también aparece en los créditos) es meritorio. La afición al detalle bien documentado, que ya era destacable en la novela, es ahora más que notable al enfrentarnos con el dibujo. Que es, además, espectacular cuando se enfrenta a los dibujos de multitudes. Le doy una nota muy alta en esta ambientación, sobresaliente.
La historia se narra desde el punto de vista francés y se centra en las desventuras de un oficial de dragones, de un secretario del séquito de Napoleón y de una compañía de actores. Aparecen personajes históricos (Napoleón, el primero, pero también tantos otros) y es curioso como pasa de puntillas por las grandes batallas de Smolensko y Borodinó, que resuelve con una o dos viñetas, y se centra en el largo y trágico viaje de ida y vuelta del ejército francés. Nos dice claramente que no le interesa el relato de las grandes gestas, sino la descripción de la miseria cotidiana. Nada que objetar.
En resumen, una brillante adaptación al cómic de una novela interesante.
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