En la fotografía, unos militares franceses destacados en Malí se fotografían con la bandera de su equipo de rugby, el USAP (Union Sportive des Arlequins Perpignanais). Aficionados al rudo deporte de la pelota con forma de melón, presumían de los colores de su equipo ante el fotógrafo.
Sería como si un grupo de legionarios españoles destacados en el Líbano posaran con una bandera del Betis. Lo mismo. Se publicó en L'Indépendant, de Perpiñán, patrocinador oficial de los catalanes (les Catalans) de la USAP.
Pueden leer el artículo aquí:
http://www.lindependant.fr/2013/04/30/en-mission-au-mali-les-catalans-ont-un-moral-d-acier,1750334.php.
http://www.lindependant.fr/2013/04/30/en-mission-au-mali-les-catalans-ont-un-moral-d-acier,1750334.php.
El periodista de L'Indépendant entrevistaba al general Barrera, jefe de la brigada Serval, que es también natural del Rosellón y forofo de la USAP. El general aparece en la fotografía con otros catalanes (i.e., seguidores de la USAP). También valdría decir que son catalanes porque un francés de la fotografía nació en Barcelona, o si se consideran catalanes los franceses del Rosellón, pero ese adjetivo, en Francia, es despectivo y procura no emplearse.
Eso explica por qué los seguidores de la USAP se llaman a sí mismos los catalanes, porque así llaman los franceses a los franceses del Rosellón cuando quieren señalar que llevan boina, son de pueblo y gustan de las corridas de toros. Pues, sí, son de pueblo, llevan boina y corren toros ¿y qué? Los forofos de la USAP llevan con orgullo el adjetivo, corren toros y ganan partidos de rugby por fastidiar a los parisinos, lioneses y tutti quanti de la Francia.
Los catalanes, el equipo de Rugby de la USAP.
Los colores de la USAP son las cuatro barras coloradas que comparten todos los territorios de la antigua Corona de Aragón. Además, los seguidores de la USAP cantan L'Estaca en el estadio, proclaman Sem catalans! (en catalán estándar sería Som catalans!) y se lo pasan muy bien animando a su equipo.
Esta curiosidad antropológico-deportiva ha provocado que la USAP reciba subvenciones de la Generalidad de Cataluña y haya sido patrocinada por TV3, para que se conozca la realidad catalana más allá de nuestras fronteras (sic). Eso es como si Marruecos patrocinara a los moros de las fiestas de moros y cristianos en Valencia, poco más o menos. Pero la USAP, que no es tonta, pone la mano y tan contenta con lo suyo. Quién no.
Cientos de miles de euros más tarde, los seguidores de la USAP siguen siendo franceses, se muestran orgullosos de serlo, no quieren ser otra cosa ni nada más que franceses y en la primera vuelta de las elecciones legislativas de hace un año, los partidos catalanistas obtuvieron un sonado éxito, el 0,34% del total de votos emitidos y bajando.
Porque hay que ver cómo le va a Convergence Démocratique de Catalogne en el Rosellón. Apenas cuenta con 300 afiliados en toda Francia; su tesorera se ha afiliado recientemente al Front Nationale de Le Pen y su líder es un conocido confidente de los servicios secretos franceses, que apañaron su liberación cuando fue apresado por la Audiencia Nacional española, pues antes de militar en el nacionalismo de derechas militaba en un grupo terrorista marxista-leninista y lo pillaron haciendo de las suyas en España. Semejante éxito se ha conseguido con una inyección de dinero procedente de Cataluña que quitaría el hipo a cualquiera.
Busquen en los periódicos, si no me creen.
Pero hablábamos de la fotografía. Alguien la vio, confundió churras con merinas y se publicó en Cataluña. El diario Ara (www.ara.cat) hizo un resumen la noticia original, pero confundió la catalanidad (multi)nacional con la catalanidad de la USAP, que no es lo mismo. Menos para un (militar) francés, que no conoce más nación que la francesa, parbleau!
Suelta la liebre, se sumaron escopetas a la cacería.
Fíjense, si no. El Centro de Estudios Estratégicos de Cataluña (CEEC, www.ceec.cat) pilló la noticia en el Ara y resume la noticia como sigue (traduzco lo más fielmente posible):
Catalanes desacomplejados en la operación militar en Malí
Martes, 7 de mayo de 2013
Una serie de catalanes de la Cataluña Norte y algún oficial de la legión extranjera francesa (nacido en el Principado) se han fotografiado esta semana con la bandera [catalana] en el teatro de operaciones de Malí.
Con este hecho han roto uno de los tópicos más extendidos: que los catalanes no servimos para la milicia, para el ejército, y que no hay vocación militar en Cataluña.
Hoy en día en Cataluña hay militares catalanes en el ejército español, ya que no han podido desarrollar su vocación en Cataluña, así como en el ejército francés, en los Marines norteamericanos y en las fuerzas de autodefensa de Israel, entre otros.
(En versión original, en http://www.ceec.cat/catala/articles/catalans-desacomplexats-en-loperacio-militar-a-mali/)
¡Toma ya! ¡No tiene desperdicio! La Legión Extranjera, los Marines, los israelíes... Pero ¿quiénes son éstos del Centro de Estudios Estratégicos de Cataluña? Seguramente, gente alienada o con un sentido del humor extremado. Aunque esto último lo dudo, porque el señor Sellarés, uno de los fundadores de CDC (Convergència Democràtica de Catalunya) y presidente del CEEC, gasta muy mala leche como tertuliano en radio y televisión y no parece ser amigo de chistes.
Un dicho dice que si no quieres que se rían de tus ideas, no tengas ideas ridículas. El CEEC pertenece a ese grupo de organizaciones dispuestas a provocar la risa. La interpretación de la fotografía de los hinchas de la USAP en Malí es un ejemplo, pero si quieren reír un poco más, lean el Documento Núm. 5 del CEEC sobre la FDC, o Fuerza de Defensa de Cataluña. ¿No lo tienen? Pues descárguenlo de aquí: http://www.ceec.cat/data/0504130400_ceecfuturaforca.pdf.
La FDC sería un ejército pequeño, pero matón.
Lo resumiré: Una Cataluña independiente tendría que protegerse de muchas amenazas. Una opción sería pagar a una potencia extranjera para que nos defendiera; se descarta España (pues sería una de las amenazas de las que defenderse), Andorra no llega y Francia es la única opción viable, aunque podríamos acabar como acabó la Cataluña de Pau Claris. La otra opción es más razonable: formar un ejército de 25.000 hombres, más o menos, capaces de comerse el 1,5% del PIB catalán, tirando por lo bajo. La FDC tendría que ser un ejército moderno (a la fuerza, pues sería nuevo) y se sumaría con mucho gusto a la NATO y a cualquier organización que se le pusiera por delante, y nadie nos podría decir que no, porque la FDC sería muy chachi y muy guay y todos tendrían ganas de verla defendiendo los valores del Occidente cristiano y contar con ella como aliada, quién no.
Eso sí, para ser general de este ejército no hará falta siquiera ser militar, pero sí haber nacido en Cataluña y tener el nivel C de catalán. Lo pone en el informe.
Me da la risa, pero, por si acaso ¡me pido plaza!
Murat no tenía el nivel C, ni de francés. Lástima.