Cuando el grajo vuela bajo...

Frío, frío... ¡qué va a hacer frío, hombre! A la que bajan un poquito las temperaturas, todos van por ahí disfrazados de Amundsen. ¡Que no hay para tanto! Que es lo de cada año por estas fechas. ¿Que no estamos en invierno? Que esto ni es frío ni es nada, por favor.

Esto me decía, camino de la oficina, hasta que he visto un corvus frugileus, una ave paseriforme de la familia corvidae, un grajo, en suma, dígase que se entienda. Entonces me ha venido a la cabeza el dicho popular que reza así:

Cuando el grajo vuela bajo,
hace un frío del carajo.
Cuando va en vuelo rasante,
hace un frío acojonante.


Sepan ustedes que el grajo en cuestión iba... ¡caminando!

Depende de ellos mismos

Usted es el principal accionista de una compañía. Dos terceras partes del capital le pertenecen a usted, mediante sociedades intermediarias. Pero una flagrante mala gestión que usted no sabe evitar lleva la compañía a la ruina. Podríamos considerar que es usted responsable de no haber previsto nada de lo que ha sucedido, y que era más que previsible. Ha enterrado millones y millones de euros que usted sólo gestionaba, porque no eran suyos, en ese negocio, y los ha perdido. Por si fuera poco, no ha podido evitar que miles de trabajadores se queden sin empleo de un día al otro, miles de personas sin el servicio que habían contratado y todo porque usted ha permitido que la empresa cierre con nocturnidad y alevosía, de repente y sin avisar a trabajadores y clientes.

Ahora imagínese que el portavoz de su organización declare, al día siguiente del desaguisado, que esa empresa es una compañía que responde a sus propios intereses. Es decir, añade su portavoz: El futuro de los trabajadores y de la propia compañía dependerá tanto de sus directivos como de ellos mismos. En pocas palabras, si te he visto, no me acuerdo, yo me lavo las manos, a mí, plim, y yo no he sido.

Cualquier hijo de vecino consideraría que esto no podría acabar así. Pues sepan que ese hipotético socio mayoritario es el Gobierno de la Generalidad de Cataluña y que las palabras del señor Homs, su portavoz, ése que cuando habla imita al presidente Mas, son las que dijo ayer mismo, delante de unos periodistas impertinentes sobre el asunto de Spanair.

Como siempre, nadie es responsable de nada y yo, menos. Qué país, Dios mío, qué país...

Reclamo publicitario

Cambio de grúas

Dicen que en España ya no construye ni Dios. Aparte de ser una blasfemia, la frase no es cierta, porque el Templo Expiatorio de la Sagrada Familia, que es basílica aun sin terminar, sigue construyéndose a buen ritmo, gracias a Dios y a los donativos a su nombre. Tanto avanza que la grúa se les ha quedado pequeña.

Tiene mérito el asunto: esa grúa era la segunda más alta de España. Estos días, la han desmontado y han montado otra en su lugar. Los vecinos saben lo que ha supuesto el cambio, con calles cortadas y paradas de autobús cambiando de aquí para allá. Pero el resultada ha valido la pena, cuentan los aficionados a estas máquinas.

La nueva grúa es un artilugio mecánico que produce asombro. Es capaz de levantar veinticuatro toneladas a más de ciento y pico metros de altura, una hazaña que quita el hipo. Además, es capaz de crecer con el templo, pues está previsto poder hacerla más alta sin tener que desmontarla, gracias a un ingenioso sistema que permite incrementar su altura colocando nuevas piezas en la base, levantándola desde abajo. Los expertos dicen que podría convertirse en la estructura metálica más alta de Cataluña, incluso de España, de aquí a un par de años, y que de grúas como ésa, pocas. Del templo no sé qué haremos, pero ¡qué grúa más chachi!

¿Algún responsable?

En fin, la situación en la que han quedado miles de trabajadores y miles de pasajeros, engañados todos por alguien que sabía lo que estaba pasando y que ya ha tomado las de Villadiego sin avisar... Tanta gente sin salario o sin vuelo no es para tomársela a risa. Que se emplee en la nota de prensa que anuncia el final de Spanair la expresión falta de visibilidad financiera es casi un insulto a la inteligencia, el último adiós de quienes nos han robado y tomado el pelo a todos los últimos años, gente con nombres y apellidos.

Así acaba el gran proyecto aeroportuario de la sociedad civil catalana. Spanair es, se quiera o no, un claro ejemplo de cómo funcionan las cosas en este país y de por qué nos va como nos va.

Se da el caso que la mayoría de la compañía está en manos de la Generalidad de Cataluña y el Ayuntamiento de Barcelona. En 2009, la sociedad civil, pública y sonoramente reunida, exigió que el Aeropuerto del Prat fuera un nudo de comunicaciones internacional y para dar ejemplo, un ejemplo subvencionado, algunos empresarios de renombre compraron Spanair a SAS.

La gestión y el plan de negocio de tan ilustres empresarios terminó de arruinar a la compañía. Sonó la voz de alarma y la clase política del país, a las órdenes de la sociedad civil, acudió en ayuda de los directivos de renombre. A través de sociedades intermediadoras, la Generalidad de Cataluña y el Ayuntamiento de Barcelona se hicieron con dos terceras partes de las acciones de la compañía... De hecho, el porcentaje de acciones de propiedad pública no se conoce exactamente.

Esa propiedad no ha impedido que muchos directivos de la compañía se llevaran a su casa unos salarios y unas dietas de ésas que quitan el hipo. Mientras pocos se forraban, el dinero público se vertía en un agujero negro. Sólo en 2011, mientras se recortaba todo en todas partes, Spanair recibía más de 100 millones de euros de préstamos, ayudas y subvenciones públicas. En 2010, más de 50 millones.

De hecho, la Unión Europea quería que Spanair devolviera todas estas ayudas por suponer una ventaja artificiosa respecto a la competencia y no se descartaba multar por lo mismo a la Generalidad y al Ayuntamiento, que también tendrían que dejar de ser titulares de la compañía.
La compañía ha cesado su actividad (otro eufemismo) con una deuda de casi 170 millones de euros y unas pérdidas, el último año, de más de 115 millones.

¿Socios internacionales, que comprasen la compañía? Ya me dirán quién. Ninguno ha sido capaz de considerar interesante hacer del Prat de Llobregat un nudo internacional de comunicaciones aéreas. Si no, ya estarían volando desde Barcelona, con Spanair o sin Spanair, ¿no?, o solicitando hacerlo. La pregunta correcta es: ¿por qué las aerolíneas internacionales no tienen interés en Barcelona?

Mientras tanto, las nuevas instalaciones del Aeropuerto del Prat sólo sirven para compañías aéreas de baratillo, que llaman low-cost (loucós, en inglés), y el proyecto de un enlace internacional es lo que siempre ha sido: una utopía. Lo era el primer día. Las únicas compañías interesadas en volar con una base en Barcelona viven del turismo barato en verano.

Porque Cataluña hace años que ya no es una potencia económica e industrial. Somos lo que somos, una región antaño industriosa, moderna, culta, abierta y dinámica y hoy decadente y provinciana, que vive de rentas después de treinta años de una política cultural, empresarial y social nefasta, de la que todos somos responsables. Todos. Nos reímos del Aeropuerto de Castellón, pero éste que tenemos aquí... No nos gusta verlo, recordar cuántos millones se han enterrado en esas pistas y preguntar, a fin de cuentas, para qué sirven, las pistas y los millones desperdiciados.

Los responsables del desaguisado tienen el futuro asegurado, no iba a ser menos, ésa es otra de las características de nuestra patria. Ferran Soriano cobraba 300.000 euros al año más incentivos, dietas y demás como presidente de Spanair. Se anunció hace unos días que fichaba como directivo de un club de fútbol inglés, por una cantidad quizá mayor. ¿Qué sabía del final de Spanair? Al grito de ¡tonto el último! hizo suyo el dicho: toma el dinero y corre.

Pero muchos son los protagonistas de esta historia responsables del descalabro, y merecen publicidad. Merecerían más cosas, pero aquí nunca pasa nada.

Como recordatorio, el 31 de marzo de 2009, la sociedad civil catalana formó el nuevo consejo de administración de Spanair, formado por Ferrán Soriano, presidente, Benny Zakrisson (de SAS), vicepresidente, y como consejeros: Rafael Suñol, Maria Reig y Carles Tusquets representando a Catalana d'Iniciatives, Joan Gaspart, Jordi Clos, y Jordi Mestre representando a Turisme de Barcelona, Agustí Cordón, presidente de Fira de Barcelona, Lars Lindgren, otro representante de SAS, Jordi Bagó, Miquel Martí y Josep Mateu representando a Volcat 2009. Los consejeros ejecutivos, Soriano, Zakrisson, Suñol, Mateu y Gaspart.

Recordemos también la parte de responsabilidad de los alcaldes Hereu y Trias, y de los presidentes de la Generalidad de Cataluña Montilla y Mas, sin dejarnos a los representantes de tantos entes públicos metidos en el consejo de administración de Spanair.

Como dicen en catalán, hay para alquilar sillas.

Falta de visibilidad financiera

La nota de prensa con la que Spanair ha anunciado su suspensión de pagos, de actividades y compromisos, dice: Ante la falta de visibilidad financiera para los próximos meses, la compañía ha optado por cesar la operación de sus vuelos como medida de prudencia y seguridad.

Caramba, ésta es nueva. Falta de visibilidad financiera... Sabía que los aviones tienen aparatos para el vuelo nocturno o para volar en condiciones de mala visibilidad, pero el asunto de la visibilidad financiera no lo había supuesto nunca. Por eso será tan difícil sacarse el carné de piloto de líneas aéreas.

Me imagino una grabación de las conversaciones de la cabina.

Comandante: A las diez.
Oficial de vuelo: A las diez, dos ochenta... ¡Comandante! ¡Se nos echa encima un tipo de interés!
Comandante: Roger, roger... Flaps, motor... A babor, dos setenta, dos sesenta...
Oficial de vuelo: Flaps, motor... Virando... El tipo de interés está a cuatro mil pies... Tres mil... Dos mil...
Comandante: Uno y dos, al máximo. ¡Levanta el morro!
Oficial de vuelo: ¡No sube! ¡No sube!...

[Estática. Silencio.]

Comandante: Coño, Vicente... Un poco más y nos hipoteca el timón de cola.
Oficial de vuelo: Todavía no me llega la camisa al cuerpo. Era un 7,95% TAE a tres años.
Comandante: Pues yo habría jurado que era un préstamo al 6%.
Oficial de vuelo: ¡Quiá, un 6%! ¿Que no ha visto la comisión por amortización?
Comandante: De la que nos hemos librado.

Bisnes

De la oficina me han enviado a un mítin donde un trendin eiyent, un senior mánayer y un jet of financin bisnes hacían una interviú a una serie de emprendedores, algunos de los cuáles provenían de un espinof universitario y algunos otros, de un niu bisnes consept, para que nos presentaran su bisnes plan, explicaran el benchmarquin que aseguraba que su utíliti tenía ventajas sobre el pul de un determinado tipo de taryet, y quien dice utíliti, dice autput servis, asestment, o bisnes, así, en general y sin concretar.

También estábamos interesados en cómo se ponía en valor la innoveison, y que nos hablaran del márquetin que tenían pensado para una óptima cobertura del marquet y qué mecanismos de interneisional treidin habían pensado. También se interesaban por el párner, que es quien pone el parné, y le pedían a uno el profesional profail y la expiriens en el manashment de niu marquet trendins. Todo muy cul, porque era un mítin informal justo antes del break para tomar un café.

Se trataba de asesorar técnicamente a los caballeros del tribunal, pero creo sinceramente que necesitaban más a un lingüista que a un ingeniero.

Por pedir, que no quede

Quizá no les suene el nombre de Sheldon Adelson, el caballero de la fotografía. Pues tiene una fortuna personal de 21.500 millones de dólares y es el décimosexto hombre más rico del mundo. Eso, ahora. Había sido el tercer hombre más rico de los EE.UU., pero se le echó la crisis encima y casi le arruina. Se recuperó montando un casino en Macao, donde obtiene unos beneficios obscenos... y se le relaciona con la mafia china, el crimen y la prostitución. El negocio de los casinos y las tragaperras, en el que se mueve el señor Adelson, siempre ha sido algo turbio. Es, además, republicano ultraconservador, sionista de la vieja escuela y gasta 78 años.

Sus grandes casinos ganan dinero a espuertas en Las Vegas, Singapur y Macao, pero el señor Adelson quiere gritar el hagan juego en Europa, en el sur de Europa. También quiere, agárrense, agárrense bien fuerte, que le regalen un solar de 5,8 millones de metros cuadrados. Así, por el morro. Casi seis millones de metros cuadrados para construir Euro Vegas.

Según se va sabiendo, será en los alrededores de Madrid o en los alrededores de Barcelona. Unos dicen que gana Barcelona, porque está en la zona que más turistas recibe de España; otros sostienen que Madrid ha negociado más y mejor. En todo caso, el señor Adelson pide, pide y pide. En Madrid, por ejemplo, solicita que le cambien de sitio (sic) el vertedero de Valdedomínguez, que no es pequeño ni nada. Y sigue pidiendo.

Euro Vegas quiere que sea una excepción en muchos sentidos. Quiere que el gobierno que sea y ya sabrá cómo le permita saltarse a la torera el Estatuto de los Trabajadores, para contratar y despedir según su real gana, sin indemnizaciones ni salarios mínimos ni condiciones de trabajo ni nada. Él se traerá trabajadores de confianza de los EE.UU., y ya se apañará el gobierno que sea para cambiar la Ley de Extranjería para que éstos tengan los visados que hagan falta y un trato preferente en el país. No quiere pagar impuestos, de ningún tipo, a nadie, durante un mínimo de dos años, no quiere ni oír hablar de pagar la Seguridad Social y quiere modificar la ley de horarios comerciales, la de enjuiciamiento civil, la del juego y la de blanqueo de capitales, para poder mangar a gusto a cualquier hora.

Quiere que se permita el acceso a menores en los casinos, quiere que se permita fumar en sus instalaciones, quiere encargarse él mismo y los que él diga de la seguridad de sus negocios, quiere... Ya puestos, que le regalen un trozo del país y lo declaren independiente.

Euro Vegas, de construirse, sería una burrada de gran calibre. De aquí a 2015, podría invertir casi seis mil millones de euros, que podrían llegar a ser más de dieciocho mil en 2022. Con esa pasta, producto del vicio asiático, mandaría levantar doce resorts que sumarían más de treinta y seis mil habitaciones, seis casinos, seis, con más de mil mesas de juego y unas veinte mil tragaperras, más de cincuenta mil plazas de bares, cafeterías, restaurantes..., nueve teatros, tres campos de golf (que consumen el agua equivalente a una población total de doce mil habitantes cada uno), un salón de actos de quince mil plazas... y la caseta del perro.

En puestos de trabajo, se habla de más de ciento treinta mil al servicio del vicio.

Como de costumbre, perdemos la cabeza ante puestos de trabajo de tan alta cualificación técnica y tecnológica: camareros, putas, croupiers, matones... A doña Esperanza Aguirre no se le han caído los anillos prometiéndole de todo al señor Adelson; el estrafalario conseller Mas-Colell ha visitado en secreto (no tan secreto, si lo sabemos) Las Vegas, para arrodillarse delante del señor Adelson y pedirle que, por favor, se venga a Cataluña.

Asesora al multimillonario del juego el bufete Cuatrecasas (ése que tiene a su presidente acusado de un millonario fraude fiscal) y una auditora, Price Waterhouse Coopers, o como se escriba, que siempre anda metida en negocios de mucho, mucho dinero y poca ética.

Lo mejor de todo es lo mucho que puede estar divirtiéndose el señor Adelson, porque fuentes próximas al caballero afirman que Europa le ofrece unos beneficios netamente inferiores a los que obtendría abriendo otro negocio en Corea o Japón. Ya veremos qué pasa, y quién se lleva qué comisión y por qué, porque el señor Adelson es de los que afloja la mosca para obtener favores.

Requiescat in Barça (R.I.B.)

No sé si será verdad, pero me habían contado que cuando un socio del Barça la diña jaleando a su equipo en el campo, el club le paga el entierro. Como mínimo, le envia una corona de flores, muy agradecido por el esfuerzo.

Sea cierto o no, no importa, porque se ha anunciado que GIEM Sport gestionará un columbario en el estadio del Camp Nou, el templo del F.C. Barcelona. El columbario no será un columbario cualquiera, sino que tendrá capacidad para (pardiez) veinte mil urnas funerarias. Ahora podremos decir aquello de un estadio con capacidad para más de ochenta mil personas vivas y veinte mil muertas.

El club ingresará por la instalación del depósito de cenizas nada más y nada menos que seis millones de euros, por adelantado, y una participación en el negocio. ¡No está mal!

El club afirma que cualquier persona con una vinculación afectiva con el Fútbol Club Barcelona, pagando, tendrá disponible un espacio para, copio, mantener la vinculación con el club más allá de la propia vida. Se dice que hay mucha demanda y que no son pocos los fumboleros que quieren ver sus cenizas esparcidas por el Camp Nou. Pues, qué quieren que les diga. Lo que es yo...

No crean que se trata de una novedad. GIEM Sport ya gestiona un espacio para más de 4.200 urnas en el campo del Atlético de Madrid y se está negociando con un espacio similar para los periquitos en el campo del Español, para los sevillanos del Betis y para los aficionados al motor en el Circuit de Catalunya.

Si está interesado, ahorre entre 1.500 y 4.000 euros, según quiera guardar en su nicho una, dos o cuatro urnas. Eso le da para que sus cenizas sigan ahí 25 años, con derecho a 25 años más, pagando. Siempre pagando.

Cerebro y literatura

Desde el punto de vista neurológico, ¿cómo nos afecta la literatura? Las figuras retóricas ¿provocan el mismo efecto que las expresiones neutras? ¿Podemos distinguir unas de otras con un mapa de la actividad cerebral del lector?

Éstas y otras preguntas se hicieron los científicos del Centro Vasco de Cognición, Cerebro y Lenguaje. Su fuente de inspiración fue un artículo publicado en la revista Science que mostraba que los chimpancés eran capaces de distinguir entre expresiones como plátano grande y plátano pequeño. Naturalmente, les iba el plátano en ello.

Se planteó la siguiente cuestión: el mecanismo que permite a los micos discriminar entre dos expresiones neutras diferentes con un mismo sustantivo ¿es el que emplean los humanos? ¿Es el mismo mecanismo que se da cuando se gestiona una figura retórica?

Lo más parecido a un simio que existe hoy en día en España es un universitario entre los 17 y los 25 años de edad, y se da el caso que tanto el universitario macho como el universitario hembra sienten una gran afición por los plátanos, ya me entienden. Así que los científicos vascos sometieron a cuarenta voluntarios al experimento de examinar su reacción neuronal cuando procesaban una expresión neutra, una expresión errónea, un pleonasmo o un oxímoron.

El resultado del experimento sorprendió a propios y extraños.

Los universitarios reaccionaron prácticamente igual ante una expresión neutra que ante una expresión errónea... Es decir, prácticamente no reaccionaron... aunque, cuando se emplea una expresión claramente errónea, el universitario vasco medio tarda unos 400 milisegundos en percibir que lo que se ha dicho está mal dicho y provoca una reacción en la parte frontal del cerebro que es lo que podríamos llamar extrañeza.

Luego vienen los pleonasmos. Tranquilos. Un pleonasmo no es una enfermedad. Un pleonasmo es el empleo de vocablos innecesarios para dar sentido a lo dicho, pero necesarios para darle énfasis, para hacerlo más expresivo, quizá más bello. Lo vi con mis propios ojos es un pleonasmo; basta con decir que lo vi con mis ojos, que si son míos, son los míos propios, se supone.

Los universitarios enfrentados a un pleonasmo dispararon la actividad de la parte frontal del cerebro. Les costó bastante más de 400 milisegundos en asimilar lo dicho.

Pero la marca se la lleva el oxímoron. Un oxímoron es la unión de dos palabras con sentidos opuestos que suman un nuevo sentido. Un silencio atronador es un ejemplo. Dumas murió gritando un oxímoron, cuenta la leyenda, exclamando ¡Veo una luz negra! Un político honrado no se sabe muy bien si es un oxímoron, una utopía o una figura fantástica. Etcétera.

Así que un universitario vasco medio se enfrenta con un oxímoron, se desatan las neuronas. El cerebro se activa durante un mínimo de 500 milisegundos. Según los científicos, de manera muy intensa. El oxímoron, en definitiva, obliga a pensar. De ahí que la corteza cerebral del universitario medio vasco se excite durante tanto tiempo ante una situación realmente tan novedosa.

Hablando un poco más en serio, se deduce que las figuras literarias despiertan el interés de quien las lee o escucha y generan una intensa actividad cerebral. Los investigadores vascos, animados por el descubrimiento, quieren examinar ahora el resultado de enfrentar a las cobayas con figuras retóricas más complejas, pero eso es algo que no se ha visto en los ámbitos universitarios desde hace mucho tiempo. ¿De dónde sacarán voluntarios capaces de asimilar tres palabras seguidas, por no mentar metáforas, sinonimias, hiperbatones, anáforas, retruécanos, paradojas, hipérboles ...?

Dígase en cristiano, que leer es bueno, que leer le vuelve listo a uno y le obliga a pensar.

¡Qué va a ser copago, hombre! ¡No diga tonterías!

¿Saben aquél de don Baudilio que va a visitar a la ministra?

Pues, la visita y a la salida, va el conseller y dice a la prensa: No es copago, es un tiquet moderador de la demanda.

Risas. ¡Qué palabras que inventa don Baudilio...!

Los periodistas vuelven a preguntar por el copago. Y va el conseller y dice: Es una tasa administrativa por la emisión de recetas electrónicas y no un porcentaje sobre el precio del medicamento.

Más risas, porque don Baudilio está que se sale.

¿Y si la receta no es electrónica?, pregunta un periodista. ¿Se cobrará la tasa?

Don Baudilio mira a uno y otro lado, pillado en falta. Responde que todavía no se ha establecido el mecanismo que se utilizará para cobrar la tasa... el copago, entiéndanme... y que tampoco sabe muy bien quién pagará por qué... Vamos, que busca el auxilio de la ministra, para que ésta le eche una mano, pero la ministra está en sus cosas y el asunto se cierra con otra frase de don Baudilio, que hace de la necesidad, risas: No supondrá en ningún momento una limitación económica para quien no disponga de ese euro a la hora de acceder a un medicamento.

No, no será una limitación económica no disponer de un euro. Será, acaso, una limitación metafísica, ¿no? Qué cabrón que es don Baudilio...

Mientras don Baudilio se negaba a llamar a las cosas por su nombre, el Ministerio de Sanidad filtraba un informe sobre este polémico asunto. Parece que don Baudilio no lo tendrá fácil para imponer su idea.

Dice el informe, copio: Corresponde al Gobierno de España establecer la cuantía de aportación de los usuarios de la sanidad pública en prestación farmacéutica. Eso ya se lo habían dicho a don Baudilio, que por eso se niega a utilizar la palabra copago y utiliza palabros y filigranas como tasa administrativa o tiqué moderador de la demanda.

Ni con ésas. El ministerio responde a la trampa con contundencia: El cobro, en una comunidad autónoma, de una tasa a los usuarios del Sistema Nacional de Salud por cada receta que se dispense es contrario a la ley. No se cortan un pelo al enumerar las leyes que se pasaría por el forro don Baudilio de tasar las recetas: la Ley 29/2006 sobre garantías y uso racional de medicamentos y productos sanitarios, la Ley 16/2003 de cohesión y calidad del Sistema Nacional de Salud y un Real Decreto (el 1030/2006) que especifica y regula los servicios comunes del Sistema Nacional de Salud.

El resumen es que la tasa de don Baudilio introduciría condiciones de desigualdad entre españoles en el acceso a la prestación farmacéutica. Poco más hay que decir.

Sí, una cosa más. En El País le preguntan a un experto en derecho administrativo, el señor Valero. La respuesta del señor Valero es un encogimiento de hombros. Viene a decir que tanto da llamarla tasa, copago o nanianananiana... que es lo mismo, y es la Administración del Estado la única que puede variar las condiciones de acceso a los medicamentos de todos (o algunos) españoles.

Pero don Baudilio no se rinde. Él, a lo suyo, a desmembrar lo único bueno que teníamos en Cataluña, la sanidad pública.

«No es adecuado»

La Iglesia nos obsequia, de vez en cuando, con ataques de carcundia que hacen más daño a la institución que mella en la población. Estos días, dos arzobispos han abierto la boca para largar algunas perlas, y será casualidad, pero los dos le han dado vueltas a la idoneidad de un comportamiento. Los dos han coincidido en afirmar que no es adecuado esto o lo otro. ¿Se habrán puesto de acuerdo?

El primero en lanzar un no adecuado ha sido el arzobispo de Valladolid, don Ricardo Blázquez. Se ha picado porque el ayuntamiento de su ciudad ha escogido para el pregón que inicia las fiestas de Semana Santa a doña Soraya Sáenz de Santamaría, que es hoy vicepresidenta del Gobierno de España. El ayuntamiento tiene la potestad de escoger al pregonero, pero el arzobispo solicita poder meter baza en la elección, porque (esta vez) la señora Sáenz de Santamaría no es adecuada, dice. Me hubiera gustado que me consultaran, añade el arzobispo, no sé si resignado o peleón.

Lo que molesta al obispo es la situación matrimonial de la pregonera. Doña Soraya se casó por lo civil en Brasil en 2006. Fue una ceremonia íntima y privada, pero no fue religiosa, vaya por Dios. Cuando el ayuntamiento, por hacer la pelota al gobierno, nombró pregonera a doña Soraya, el arzobispo se puso de los nervios. Porque el pregón, aunque sea una invitación para que los vallisoletanos participen en la fiesta, se realiza en la catedral, delante del arzobispo y toda la ceremonia y se trata de la Semana Santa, qué narices, no de un fiestorro cualquiera.

Después de escupir azufre, el arzobispo intenta quitarle hierro al asunto: sólo he dicho en voz alta lo que dice el Derecho Canónico (doña Soraya sigue soltera y en pecado, según el parecer de la Iglesia) y el pregón, en fin, es un género literario, más que una homilía o un sermón, añade, dejando entrever que el supuesto honor no es tanto como dicen. Asistirá al pregón, ha concluido, pero ya las ha dejado ir por la boca.

Otro que dejar ir un no adecuado es el arzobispo de Tarragona, don Jaume Pujol Balcells, que abrió el cerco de sus dientes para dejar escapar consideraciones enjundiosas en un programa de TV3 en horario matinal. Se despachó a gusto con su parecer sobre los homosexuales, que no es de recibo. Yo quiero a todo el mundo, dijo, pero distingo muy bien entre lo que son las personas y sus comportamientos. Como personas, todos somos hijos de Dios, debemos respetarnos y todos merecemos la máxima consideración; pero hay comportamientos que no son buenos... y ya se imaginan ustedes del comportamiento de quiénes hablaba el caballero. Porque, añadió, su comportamiento no es adecuado ni para ellos ni para la sociedad. Como ven, vuelve a tratarse de algo no adecuado, ser maricón.

Como se le ha vuelto a preguntar sobre el asunto, para darle la oportunidad de suavizar el dicho, él ha insistido en su modesta opinión. Cada uno tiene que pensar muy bien la responsabilidad que quiere tener frente a la sociedad. La Iglesia puede hablar, pero después no obligamos a nada porque no tenemos Mossos d'Esquadra [la policía autonómica] ni prisiones. Más que nunca, ahora la Iglesia tiene que decir lo que está bien y mal, y nos lo tenemos que decir también los unos a los otros, ha dicho.

Yo no sé si alegrarme por las carencias de la Santa Madre Iglesia, porque hubo un tiempo en que ésta tenía corchetes, esbirros, prisiones y jueces, y organizaban unos autos de fe dignos de aplauso. Quiero suponer que el señor arzobispo no tenía tales ideas in mente cuando mencionó a los mossos y las prisiones... Por favor, esperemos que no.

También largó sobre el papel de la mujer en la Iglesia, que debe limitarse a parir, a cuidar del marido como si fuera su hijo más pequeño (sic), etcétera. Del mismo modo que el arzobispo no puede traer hijos al mundo, la mujer (así, en general) no puede dar misa, sentencia. A cada uno, lo suyo, afirma. No hace falta recrearse en las declaraciones del personaje, que parece un ayatolá iraní pasado de vueltas en vez de un obispo que vive en un rebaño lleno de ovejas negras que se hacen de oro con la desgracia de los pobres, que eso sí que es escándalo y corrupción y da para mucho hablar y denunciar.

Recortes absolutos y relativos

Los recortes en educación también son brutales. A corto plazo, se pierden más de 400 millones de euros destinados a educación entre 2011 y 2012 en Cataluña. Dicen que nuestro presupuesto en educación, en valor absoluto, es el mismo que en 2007... y somos ahora más que entonces.

Pero detrás de los millones, otro recorte pasa más desapercibido. Hace cinco años, el 17% del presupuesto de la Generalidad de Cataluña se destinaba a Educación. Hoy, está previsto que no llegue al 14%.

Ahora hay que preguntarse si es cierto que el Gobierno de los Mejores con Artur Mas a la cabeza considera que la educación es prioritaria. Visto lo visto, yo diría que no. Si dice otra cosa, miente, y a los hechos me remito.

Nunca 759 millones dieron tanto de sí

Cunde el pánico en los despachos del Gobierno de la Generalidad de Cataluña. Don José Antonio Duran Lleida, presente allá donde alcance un micrófono, sale por peteneras y asegura en la prensa que, gracias a sus gestiones (la dación del voto), el Gobierno de España nos pagará los 759 millones de euros que nos debe desde 2008 y 219 millones más, de propina.

El calvo ilustre está convencido de ello, pues, para conseguirlo, ha votado que sí a todo lo que le han dicho, obediente y disciplinado, y ahora confía en que le devuelvan el favor. Esa hipótesis de trabajo, como he dicho, ha desatado la alarma...

...porque los recortes en sanidad han sido obligados por no disponer de esos 759 millones, según don Baudilio, a. Bío Ruiz.

...porque la reducción de la inversión en colegios, escuelas y universidades se debía a la falta de esos 759 millones, según doña Irene Rigau.

...porque la aplicación de la Ley de Dependencia estaba pendiente del pago de los famosos 759 millones, según el señor Cleries primero y don Baudilio, después.

...porque la carencia de servicios sociales se debía a la deuda de los 759 millones, según el mismo señor Cleries.

...porque nos suben los impuestos a falta de 759 millones, según apreció el señor Mas-Colell.

...porque la Generalidad de Cataluña tiene que endeudarse porque el Gobierno de España no le paga los 759 millones, según el portavoz del Gobierno de la Generalidad de Cataluña, el señor Homs.

...porque no llega para pagar a los funcionarios si no llegan esos 759 millones, dijo la licenciada Ortega.

...porque tendrá que reducirse el número de empleos públicos y los servicios que proporcionan si no ingresamos 759 millones, añadió.

...porque no se compraban chalecos antibala ni coches patrulla para la policía porque faltaban 759 millones, argumentó el señor Puig.

...porque la Generalidad de Cataluña no paga lo que adeuda a los ayuntamientos catalanes porque todavía no ha cobrado 759 millones, explicó el otro día el señor Mas.

...porque, en fin, 759 millones nunca han dado tanto de sí.

Y si ahora pagan los 759 millones... ¿qué?

Cunde el pánico.

El Puente de los Asesinos

El señor don Arturo Pérez-Reverte, que por ser académico debe de ser ilustrísimo señor don o algo por el estilo, tiene sus seguidores y yo me cuento entre ellos desde que leí la primera edición de El húsar, hace ya mucho tiempo. Durante estos años de lector pérezrevertiano, he leído alguna obra maestra y alguna obrilla floja de bríos y falta de sustancia; pero las más de las veces, las páginas de don Arturo, permítame la libertad de llamarle así, me han hecho disfrutar de la lectura y algunos de sus artículos, en los que tira con bala y mala leche, también, y mucho.

Don Arturo demuestra que uno puede escribir un best-seller y darlo a leer sin pasar vergüenza. Aunque tendríamos que buscar un palabro para no tener que decir best-seller, ahora que pienso. En fin, ya se verá.

El personaje más famoso de Pérez-Reverte es el capitán Alatriste, un soldado de fortuna en la España de Felipe IV. En la serie de aventuras del espadachín, las hay buenas y no tan buenas, como no iba a ser menos, pero El Puente de los Asesinos es de las primeras, vive Dios. Los lectores que conocen al capitán se moverán en el terreno de costumbre, lleno de conjuras y lances de filosas, que se resolverán a tajos y cuchilladas, pardiez, como buenamente se pueda y uno espera, y no se sentirán defraudados.

Dobrodošli, Hrvati!

Seguro que lo he escrito mal, que los diccionarios en línea es lo que tienen. Pero asumo el riesgo y la responsabilidad. La cuestión es que los croatas han votado a favor de su integración en la Unión Europea, que se cumplirá el primer día de 2013, si todo va como debe. Por lo tanto, ¡bienvenidos, croatas! Que sea para bien.

La guerra de las gomitas

La industria del cine pornográfico mueve millones y millones alrededor del mundo. Tanto es así, que las productores de estas películas afincadas en el barrio de San Fernando, cerquita de Hollywood, en Los Ángeles, California, facturan ellas solas más de mil millones de euros al año. La industria ha superado una gran crisis por culpa de internet, pero internet también ha sido la tabla de salvación del gremio. Prácticamente todo el producto se comercia por la red, se filma y distribuye en formato digital y el negocio rinde beneficios tremebundos.

Sin embargo, un decreto del Ayuntamiento de Los Ángeles ha puesto patas arriba el negocio. El pleno municipal, prácticamente por unanimidad, ha aprobado una ordenanza que obliga a utilizar preservativos a los actores de las películas pornográficas filmadas (o producidas) en Los Ángeles. La obligatoriedad de las gomitas no será inmediata, pues se dan tres meses de plazo a las productoras para que vayan a comprarlas deprisa y corriendo, so pena de multa y sanción.

La misma película será prueba del delito. A la que aparezca una pica en Flandes sin la debida capucha, la municipalidad actuará de oficio. A las pruebas se remite uno, pues la culebra de la película no lleva chubasquero, y se había dicho que no habría pitos sin funda. Así que, señores míos, ahí va la multa y la próxima vez, envainen la espada antes de entrar a matar. Adiós, muy buenas.

La medida ha pillado a todos por sorpresa, a todos menos a una asociación que lucha contra la propagación del SIDA. La Fundación para la Asistencia Sanitaria contra el SIDA, conocida en los EE.UU. como AIDS Healthcare, hace ya tiempo que iba detrás de las películas pornográficas. Habían solicitado a los productores que, para dar ejemplo, los actores lucieran miembros con gomitas, porque el uso del condón es, ahora mismo, el instrumento más eficaz en la lucha contra la propagación de las enfermedades venéreas. En algún caso, se había llegado a un acuerdo voluntario, pero en la mayor parte de las veces, el actor acometía los agujeros a la brava, a pecho descubierto, y aquí Dios y después, gloria.

Si no por las buenas, por las malas. AIDS Healthcare inició una campaña a favor del uso de las gomitas en la industria del cine pornográfico. La ordenanza aprobada en Los Ángeles quieren ahora extenderla a toda California. Se han puesto a ello, con optimismo y buenas perspectivas.
Las empresas del sector se habían defendido contra la obligatoriedad del profiláctico argumentando el mucho cuidado que ponían en las revisiones médicas periódicas de actores, actrices y otras especies participantes en las escenas de riesgo. Les gusta mucho hablar de autorregulación.

Además, un trabajador del sexo podía presentar una demanda contra la compañía por asumir riesgos innecesarios en el lugar de trabajo, no por no llevar casco, sino por no cubrir la verga, pero sólo cuando esa empresa incumplía sus compromisos médicos con los trabajadores del toma y daca. En ese caso, un inspector del municipio tenía que personarse en el lugar de los hechos y comprobar que, en efecto, la minga iba sin abrigo y el fulano, sin seguro médico, lo que suponía un farragoso proceso administrativo, riesgos de multa aparte, que solía acabar con un acuerdo entre las partes, por no liarla.

El tercer argumento es muy americano. A la industria del cine subido de tono le pone de los nervios que el Estado meta las narices en sus asuntos. Se trata de relaciones sexuales consentidas entre personas adultas, dicen los productores, y nadie tiene que decir a nadie como darle por delante, por detrás o por donde Dios le dio a entender, porque si lo hiciera, atentaría contra la libertad de los ciudadanos. El argumento es bonísimo, pero no se trata de una relación sexual al uso, sino de un trabajo, y las condiciones de seguridad en el trabajo van por un lado y los fornicios de cualquier tipo, por el otro.

Total, que el municipio de Los Ángeles está por las gomitas. Ahora, los inspectores pueden presentarse de improviso en una filmación y comprobar si el trabajador lleva puesto el chupete y no anda en meterse como le trajo Dios al mundo. El coste de las inspecciones se sufragará con un cánon que pagarán las productoras, el permiso de filmación. Si no hubiera suficiente con los inspectores, el pase de una de estas películas en la que aparecieran porras sin funda bastaría para presentar una denuncia.

Ahora mismo, las productoras no saben qué hacer. Saben que las películas con gomitas venden menos, porque es voluntad del vidente deleitarse con la desnudez del pepino, pero también son conscientes del peligro de una infección en el rodaje. En los últimos cinco años, dieciocho actores han pillado el SIDA en un rodaje, y la nueva ordenanza puede ayudar a plantear denuncias millonarias contra la industria pornográfica. Unas empresas amenazan con marchar de Los Ángeles y dejar trabajadores en paro a sus espaldas, a lo que el alcalde de la ciudad responde que no es ése el perfil del trabajador que busca para asegurar la prosperidad económica de la población.

En el fondo del asunto se debate si uno tiene que acabar jodido por andar jodiendo, y ya se ve que el asunto de andar con gomitas en el trabajo no es baladí, ni mucho menos.

De la mierda a la porquería

Según el Síndic de Greuges, que es el equivalente del Defensor del Pueblo ante la Generalidad de Cataluña, el ayuntamiento menos transparente, o mejor dicho, más turbio, de Cataluña es el Ayuntamiento de Reus.

No es en vano, porque se ha desmarcado de muchos con un modelo de gestión municipal singular, con resultados... Juzguen ustedes mismos con qué resultados: una deuda municipal que supera ampliamente el límite que señala la Ley de Presupuestos, que se estima en 369 millones y pico de euros.

Tampoco es baladí la deuda del entramado de empresas municipales Innova, que como sociedades anónimas curiosamente participadas, se encargan de la mayor parte de los servicios esenciales del municipio, como, por ejemplo, el medio ambiente (la recogida de basuras y la gestión de vertederos, negocio de rango abolengo entre mafiosos), el sector inmobiliario (del que poco hay que decir que no se sepa ya) o el sanitario (que juega a hacer dinero a costa de un servicio esencial). La deuda de Innova supera los 200 millones de euros.

Hablamos de dinero público, no se olviden.

Ya dijimos que el presidente del Institut Català de la Salut (ICS), el señor Prat, tuvo que dimitir por ejercer cargos en Innova (participada por el Ayuntamiento de Reus) y en la poderosa empresa USP Hospitales, dedicada a la sanidad privada. No dimitió de donde tendría que haber dimitido, de sus cargos públicos, sino que dejó de ejercer sus otros cargos para seguir prevaricando, dicen las malas lenguas. Que el señor Prat todavía tenga un cargo público a estas alturas no hace más que mostrarnos la amplitud de la tragedia de la corrupción, la podredumbre y la desvergüenza del poder en Cataluña, que hace de la ruina de muchos la fortuna de pocos.

El asunto es doloroso y lamentable, pero lo es más cuando se señala que Tarragona se ha llevado la peor parte de los recortes. Y hoy sabemos más cosas, picando de aquí y allá en los periódicos. Agárrense:

Los hospitales relacionados con el señor Prat no fueron tan recortados como los hospitales públicos. Más bien, sucedió lo contrario. Mientras los hospitales del ICS, a las órdenes del señor Prat, redujeron su actividad en los quirófanos en un 15%, de los dos hospitales de Innova, uno la redujo sólo un 3% y el otro la aumentó un 8%. Se ha llegado a tal nivel de saturación que se ha tenido que dar la orden de volver a abrir los quirófanos cerrados del Hospital Joan XXIII, del ICS, después de un año de desviar urgencias a Barcelona y alrededores.

El señor Prat se llevaba, chanchullos, beneficios y comisiones aparte, un sueldo de 280.000 euros al año por ser quien era en Innova, que pagaba el Ayuntamiento de Reus. De su cargo en USP Hospitales se desconoce la cantidad percibida y a santo de qué. De su cargo en el ICS, sólo cobraba las dietas (sólo...) y ahora pasará a cobrar un sueldo, que no sabemos cuál será. No quiere decirse.

Un concejal del Ayuntamiento de Reus (el señor Jofré) ha tenido que dimitir porque era vicepresidente de una compañía farmacéutica (Serra Pàmies, SA) que estaba haciendo su agosto vendiendo material al hospital municipal de la ciudad, cosa que hacía desde 2001 con todo el morro del mundo, por la cara y porque sí.

Los señores Prat y Jofré conocían perfectamente las actividades del uno y del otro y salta a la vista (otra cosa es que pueda probarse documentalmente) que ambos se beneficiaron de esa información en sus cosas.

USP Hospitales, la empresa que vicepresidía el señor Prat, contrataba gran parte de sus pruebas diagnósticas a Labco, SA, una empresa del Grupo Sumarroca.

Es intención conocida de don Baudilio, conseller de Salud y hace poco jefe de la gran patronal del sector sanitario privado, y del señor Prat, que es el encargado de los detalles de la privatización del ICS, externalizar (i.e., privatizar) las pruebas diagnósticas de la sanidad pública catalana. El pastel suma 1.200 millones de euros al año. Donde se hace tal cosa, el precio por diagnóstico sube. ¿Qué ahorro hay?

Recordemos que el señor Prat está denunciado por un grupo de la oposición del Ayuntamiento de Reus por prevaricación continuada. Esto sería un ejemplo.

Porque hablábamos de Labco, la empresa que el señor Prat había contratado como vicepresidente de USP Hospitales. Labco ha comprado, este último año, varios laboratorios de pequeño tamaño en Cataluña, previendo un incremento de su actividad y un mayor negocio en el país. En poco tiempo, se ha convertido en la primera empresa de laboratorios médicos de Cataluña. ¿Qué tiene previsto?

Labco es hoy una multinacional francesa, resultado de la fusión de una empresa de ahí con unos laboratorios propiedad de la familia Sumarroca, General Lab. Albert Sumarroca Claverol es el vicepresidente de Labco. Es biólogo (y por lo que hace y cómo se gana la vida, podría ser taxidermista o papirofléxico), está en el Consejo de Administración de la mútua Uno Mc Mutual, y es hijo de Carles Sumarroca Coixet.

Carles Sumarroca Coixet (78 años) es el dueño de unas bodegas de vino (Bodegas Sumarroca) y de EMTE, una empresa dedicada a actividades muy diversas en el ámbito de la ingeniería, el mantenimiento, la construcción de infraestructuras, etc., que ha conseguido muchas contratas públicas en Cataluña y parte del extranjero. EMTE se alió con COMSA, una empresa especializada en la construcción y el sector inmobiliario. COMSA-EMTE tiene una cifra de negocios que supera de largo los 2.000 millones de euros al año. En su mayor parte, a cargo de las administraciones públicas.

El vicepresidente de COMSA-EMTE es un hijo del señor Sumarroca, Carles, que es uno de los principales artífices de la compra de Spanair, una empresa de aviación que es una máquina de perder dinero, que ha costado tantos millones en subvenciones a Cataluña para... No se sabe para qué. Bueno, sí: unos la compran, haciéndose pasar por sociedad civil, con préstamos públicos, y acaban dejando el marrón en manos de otros, la Generalidad y el Ayuntamiento de Barcelona, mientras no renuncian, qué iban a renunciar, a jugosos estipendios procedentes de sus responsabilidades directivas.

Papá Sumarroca tiene más méritos en su haber, que no son pocos. Es un íntimo amigo de Jordi Pujol Soley, el responsable último de la fenomenal ruina de Banca Catalana y luego presidente de la Generalidad de Cataluña, el que durante veintitrés años torció la línea de progreso de nuestro país, convirtiendo cosmopolitismo conseguido con mucho esfuerzo en provincianismo ganado con estulticia colectiva.

Es una amistad interesada, la de Pujol y Sumarroca, porque papá Sumarroca es uno de los fundadores de Convergència Democràtica de Cataluña y fue presidente de la editorial del diario Avui. La mujer de papá Sumarroca fundó con la señora Ferrusola de Pujol una famosísima empresa llamada Hidroplant. Las empresas del Grupo Sumarroca han dado mucho dinero a la Fundación Palau de la Música, de Millet, también íntimo de Pujol... Etc.

Volvamos a Albert Sumarroca, que fue compañero de parranda y viajes de los jóvenes Artur Mas, hoy presidente manostijeras, y Josep Pujol Ferrusola, hijo del jefe, que también es vicepresidente de... No nos desviemos del tema.

El único trabajo que ha desempeñado Artur Mas alejado de la política, así que abandonó la universidad, fue en una empresa llamada Tipel (ya desaparecida), del sector de la peletería, propiedad de un primo del señor Prenafeta (sí, sí, Prenafeta, el íntimo colaborador de Jordi Pujol y corrupto célebre y notorio) y de papá Sumarroca. Pasó muy poco tiempo entre balances de contabilidad; sus contactos le consiguieron un puesto de responsabilidad en la entonces recién Generalidad de Cataluña.

El resto, lo (des)conocen ustedes.

O tempora, o mores...

Crisis? What crisis?

Según anuncia el gremio correspondiente, la facturación de bienes de lujo en España se ha incrementado más de un 25% en 2011. La cifra de incremento de los beneficios, por el estilo. El sector, dicen, vive uno de sus mejores momentos.

Freud vs. Malinowski (I)

¿Son las ciencias sociales ciencias o no más que cuentos de vieja? Es decir, ¿es posible hablar de ciencias sociales? Si resulta que no, que no son ciencias, pertenecen al género de la opinión (más o menos razonada o razonable), al de la creencia en un modelo determinado de antemano o simplemente, un acto de fe religioso, mágico o filosófico, pero no científico, que pretende explicarnos el porqué de las cosas... o de algunas cosas. La ciencia, bien mirado, no atiende ni al porqué de las cosas ni a su esencia, sino a los fenómenos.

Eso no quiere decir que lo que no es ciencia sea malo, pero tampoco quiere decir que sea bueno. Del mismo modo, ¿es la ciencia una creencia? Pues, según se mire. ¿Y es buena o mala? Como dijo el gran sabio, depende.

Ya ven que puede liarse la de Dios es Cristo discutiendo sobre epistemología y ciencia. Así que no entraremos en el trapo de este debate, que es apasionante y no se acaba nunca. Pero sí que señalaremos que no conviene confundir las humanidades y las ciencias sociales, pues no son una misma cosa. Se confunden a veces y recurren unas a otras, pero no son lo mismo.

El ámbito de la filología, por ejemplo, se asocia comúnmente con las humanidades, pero merecería el título de ciencia social por su objeto de estudio (el lenguaje) y porque la filología, en gran parte de sus trabajos e investigaciones, cumple sobradamente con todos los requisitos que se le pueden exigir a una ciencia. En cambio, la estética... Quien dice la estética, dice la metafísica.
Las ciencias sociales, al menos en su origen, nacieron con el propósito de seguir el mismo camino que siguieron en su día física, química o medicina. De mayores, la historia es otra y diversa.

Entre las ciencias sociales, destaca la economía, de la que nadie duda que sea tan científica como la meteorología, aunque acierte lo mismo en sus predicciones. En cambio, no hace falta indagar mucho para apreciar que otras disciplinas no saben lo que quieren, si quedarse en uno u otro lado de la barrera. La inquietud intelectual que se asocia a este sí, pero no, es buena según quien la ejerza, pues hay intelectos que saben por dónde pisan y otros que, vaya por Dios, desbarran y tuercen cualquier propósito. El daño que hizo Hegel a la historia, por ejemplo, merece el escarnio público: a Schopenhauer me remito.

Sin salir de esta disciplina, veremos que los historiadores se debaten entre la narración de unos hechos y la filosofía de la historia en la que creen, inclinándose por no hacer de la historia una ciencia, sino una justificación de su ideología. Así, de buenas a primeras, esto puede ser tanto bueno como malo, y dependerá de quién vaya por ahí intentando encajar una ideología con los hechos del pasado y qué propósito persigue con ello. En cambio, algunas disciplinas de la historia, o surgidas de ella, como la arqueología o la paleontología, merecen ser consideradas ciencias puras y poca ideología pueden permitirse.

El mismo caso acaece con disciplinas como la antropología o la psicología. Nacieron con la buena intención de intentar explicar nuestro comportamiento y el comportamiento de una sociedad, con la aplicación y el objetivo de un científico. Pero las cosas se torcieron, si no en todas partes, si en muchas de ellas.

Los biólogos que estudian el comportamiento de los primates han hecho progresos notabilísimos durante el último siglo; en cambio, los antropólogos que le dan vueltas al comportamiento humano no pueden presumir de lo mismo, ni mucho menos, hasta podría decirse que están peor que antes, peleados entre sí por mantener creencias incompatibles. Los prodigiosos avances de la psiquiatría y la neurofisiología contrastan más que mucho comparados con el grado tan elevado de incertidumbre y despropósitos de la psicología en muchos de sus ámbitos. Entre la pastilla y el diván, gana la pastilla en certeza y efectividad, y el diván, en cháchara.

Esta evidencia empírica provoca el surgimiento de una corriente que sostiene que las ciencias sociales no son, no pueden ser o no deben ser ciencias, sino relatos. Además, esa corriente y sus muchos afluentes sostiene que la ciencia de toda la vida, la física, la química y demás, es también un discurso narrativo y que, por lo tanto, tan válida es una visión del mundo como otra, mientras sea coherente consigo misma. En resumen, que tanto vale una opinión como cualquier otra; si lo prefieren, tanto vale mi visión del mundo como la tuya. Como dijo Nietzsche, la verdad no existe, pero Nietzsche también aseguró que el mundo se rige por el azar y la estupidez y, en este caso en concreto, esta deriva de los antropólogos contemporáneos no es casual, y a buen entendedor, pocas palabras.

Según estas teorías predominantes, no vale la pena hacer ciencia, porque la ciencia no es un mecanismo que procura la máxima objetividad, sino un discurso (una opinión) con unas reglas determinadas por tal o cual parámetro (va por gustos); es, dicho así, un producto cultural. Se acepta, pero el argumento válido para la ciencia se tambalea con la tecnología, porque las cosas funcionan de una manera y no de otra, en todas partes igual, y en ésas estamos hoy, por ver cómo salimos del tembleque, que el entramado del relativismo antropológico no puede resistir por mucho más tiempo.

Por eso mismo, o por otras razones, no todos comparten la opinión de estas escuelas del pensamiento que, por su propia definición, no tienen propósito alguno de ser ciencia. La opinión contraria, la que sostiene que existe la verdad (vamos a decirlo así) tampoco es científica. De hecho, éste es un debate filosófico, que unos señalan propio de la epistemología y otros, de la filosofía de la ciencia. Está bien, así nos distraemos.

Lo peor del caso es que los antropólogos fieles a algunas escuelas de moda presumen, precisamente, de un fabuloso desprecio por la ciencia, y de un asiento firme en su creencia. Todo lo demás es ignorancia o mala fe, dicen, y convierten su visión antropológica en religión. Si uno es un estructuralista de género, cuando visite una tribu la verá desde la perspectiva del estructuralismo de género, y si no se da un golpe en la cabeza, nadie lo sacará de ahí. Si en la observación participante coincide con un materialista freudiano, pueden acabar los dos a bofetadas por un quítame allá esas pajas. Y la tribu, mirando.

Vale lo mismo para los psicólogos, que andan todavía confusos después de un atracón de Lacan, por citar impostores, porque en estas aguas navegan verdaderos profesionales de la tomadura de pelo. Los mares de la moda filosófica de turno son agitados por vientos y fortunas que hoy van para aquí y mañana, para allá, y el timón suele llevarlo algún profesional de la confusión, como Heidegger, Derrida, Lacan y compañía.

Insisto: no se dice que lo científico sea bueno y lo demás, malo. Se dice que uno tiene que saber dónde pisa. El filósofo no pretenderá hacer ciencia, porque su trabajo es otro, y el científico no se meterá en filosofías. La estética es una cosa y la biología, otra.

Pero, lo dicho: hubo un tiempo en que antropología y psicología lucharon por ser ciencias, no cuentos de viejas. Fueron los tiempos de Freud y Malinowski.

Estos dos personajes son hoy negados, discutidos y puestos de vuelta y media, pero ¡pobre de quien insinúe que Freud o Malinowski no dieron pie con bola...! Porque una cosa es la blasfemia y otra, el insulto contra la madre que le parió a uno. Los dos, cada uno en su disciplina, fueron padres fundadores y santos varones de la causa; los dos, cada uno en lo suyo, creyeron elevar su disciplina al terreno de la ciencia; ninguno de los dos lo consiguió, pero las cosas nunca volvieron a ser las mismas después de sus libros.

Sirva este apunte como introducción, porque en apuntes posteriores, veremos por qué se enfrentaron Freud y Malinowski y cómo acabó todo. La historia, como suele ser en estos casos, es apasionante.

Sigue liándose la del pulpo

Desde que el pulpo Paul ascendió a los cielos desde el acuario Sea Life, en Oberhausen, Alemania, el mundo del balompié carece de guía espiritual. Al menos, eso es lo que creía, ígnaro de mí, tan ajeno a las cosas del fútbol.

Resulta que el pulpo Íker reside en el Acuario Sea Life de Benalmádena. El pulpo Íker también realiza predicciones futboleras, y es del Madrí, me cuentan. Ese favoritismo tuerce un poco la virtud de sus previsiones, pero los periódicos aseguran que había augurado un empate Barça-Madrí y la victoria del Madrí en la última final de la Copa del Rey.

Ayer hubo fútbol. No sé qué se jugaban, pero fueron los de siempre, el Barça y el Madrí. Como me interesa un carajo, han tenido que contarme que el pulpo Íker está desolado, porque ayer predijo una victoria madrileña y hoy ha despertado con una victoria barcelonista.

Era previsible. El pulpo Paul era cosa fina; el pulpo Íker, de Benalmádena, apenas se ha iniciado en los misterios de la adivinación.

Me lo han enviado por correo electrónico

Setenta personas

Cuando hablamos de los recortes en la sanidad pública, hablamos con frecuencia de millones de euros, pero de lo que hablamos en realidad es de personas. Cuando don Baudilio, a. Bío Ruiz, va por ahí asegurando que los ajustes en el control de gastos (los tijeretazos que arrea) no afectan a la calidad del servicio asistencial... miente. Miente, dígase alto y claro. Miente como un bellaco, insulta a nuestra inteligencia y en el fondo, nos desprecia.

En el Boletín Oficial del Parlamento de Cataluña, IX Legislatura, núm. 226, Cuarto Período, del 17 de enero de 2011, en la página 42 (versión en catalán), se pregunta al Gobierno de la Generalidad de Cataluña por el número de intervenciones quirúrgicas hechas en cada hospital de la red hospitalaria de utilización pública entre enero y octubre de 2010 y 2011. La pregunta la hace el grupo parlamentario socialista y es el trámite 314-14828/09, registro 39320, admitido a trámite el 10 de enero de 2012. Pueden consultar el original en este enlace.

La respuesta de don Baudilio es breve, escueta. No dice cuántas operaciones se han hecho o dejado de hacer en cada hospital, sino que se limita a mencionar el total. Sin considerar los recortes de final de año (los más severos), se cuenta que se han operado 21.500 pacientes menos que el año pasado. En otras palabras, se han suprimido 70 operaciones diarias.

El asunto es bastante feo. Por una sencilla razón: se pretendía dejar de intervenir a un máximo de 16.000 personas en 2011, pero los recortes se les fueron de las manos.

En Tarragona es donde peor han caído los recortes. Se han dejado de operar a casi diez mil personas de la provincia por culpa de las tijeras. Durante los seis primeros meses de 2011, las listas de espera de una intervención quirúrgica se han incrementado más de un 23%, y la cifra podría haberse disparado en la segunda mitad del año. En junio, las listas de espera habían recuperado la magnitud de las de 2004, hemos retrocedido años en cobertura sanitaria... Setenta mil personas esperaban, este verano, una intervención quirúrgica que no llegaba, y la espera, en esas condiciones, se hace eterna.

Cuando hablamos de recortes, no hablamos de un partido o de otro, sino de estas personas.

Por eso mismo, me saca de quicio que no sé cuántos canales de la televisión autonómica se lleven por delante millones y millones de euros y que la gente todavía defienda la necesidad de este derroche; me sulfuro cuando el gerente de los hospitales públicos de una provincia insiste en un protocolo sobre qué idioma emplear con los enfermos cuando no hay dinero ni para pañales, literalmente; encuentro digno de escarnio público y linchamiento justificado que algunos parásitos copen cargos de responsabilidad en la sanidad pública con el evidente propósito de enriquecerse ellos y sus socios en un proceso de privatización encubierto; reclamo la dimisión del cretino que dijo, sólo tomar el cargo, que lo mejor que podrían hacer los catalanes ahora mismo es apuntarse a una mutua sanitaria privada (si pueden pagarla, naturalmente), porque no podían esperar nada bueno de la sanidad pública. Etcétera.

Son setenta personas más al día que se suman a la lista. Setenta personas.

El ADN de Napoleón

Su Majestad Imperial, Napoleón I, Emperador de los Franceses, Rey de Italia, Protector de la Confederación del Rin, etcétera, resulta que era caucásico, según los periódicos. Vamos, que no era árabe. Ya ven qué descubrimiento... Todo porque Gérard Lucotte, un científico del Instituto de Antropología Molecular de París, Francia, analizó el ADN de unos cabellos de Napoleón Bonaparte que se guardaba en un relicario de su antiguo amigo Vivant-Denon, ése que organizó la parte científica de la Expedición de Egipto y luego, con los frutos del saqueo de media Europa, montó el Museo Napoleón, hoy Museo del Louvre.
Pero hablábamos del doctor Lucotte. En un estudio anterior publicado en internet, Lucotte demostró que existe una característica genética muy rara y particular en la familia Bonaparte que permite discernir casi sin lugar a dudas si una reliquia es de Napoleón Bonaparte o no. Lucotte recuerda que son demasiadas las reliquias procedentes de Santa Helena y que Napoleón no tenía tanto pelo como para eso. También ofrece un método para asegurar definitivamente que quien está enterrado en los Inválidos es realmente Su Majestad y no otro cualquiera, por si algún día se precisa aclarar este punto.

Porque, ah, amigos, todos andan dándole vueltas a quién está enterrado aquí o allá, se destapan conjuras esperpénticas que aseguran que Napoleón se fugó de Santa Helena o se sugiere que en 1840 desenterraron a otro y se lo llevaron a París, con mucho ruido y pompa. El método Lucotte puede asegurar con un margen de error de uno entre millones que el mechón de pelo que conserva Fulano es de Bonaparte o se lo tomaron al primo que lo compró. Por lo tanto, es un estudio de mucho mérito y bastante útil.

Un año después, o poco más, el doctor Lucotte ha vuelto a publicar un estudio basándose en la secuencia del ADN del Emperador. El estudio pretende analizar los orígenes de la familia Bonaparte.

Para quien no lo sepa, el doctor Lucotte es el descubridor de los marcadores genéticos que nos permiten seguir el rastro de nuestros antepasados y reconstruir la historia de la Humanidad. Él ha demostrado que el Homo Sapiens es de origen africano y ha reconstruido su migración a lo largo de los siglos, su conquista del planeta Tierra. No es, pues, un tipo cualquiera cuando habla de genes.

Publicó, pues, ese estudio en el Journal of Molecular Biology Research, en el núm. 1 del primer volumen de 2011. Su artículo se titulaba Haplogroup of the Y Chromosome of Napoléon the First, y pueden encontrar la referencia completa aquí mismo. El artículo lo firman el doctor Lucotte y dos colaboradores más, Thierry Thomasset y Peter Hrechdakian.

El sumario dice (y traduzco más mal que bien):

Este artículo describe el descubrimiento de la determinación del haplogrupo Y del Emperador de los Franceses Napoleón I (Napoleón Bonaparte). El ADN fue extraído del folículo de dos mechones de pelo de su barba, conservados por Vivant Denon en un relicario. El halogrupo Y de Napoleón I, determinado por el estudio de 10 NRY-SNPs (polimorfismos nucleótidos Y-simples no recombinados), es E1b1b1c1*. Carlos Napoleón, el actual descendiente colateral de Napoleón I, pertenece al mismo haplogrupo Y; su perfil Y-STR se ha determinado usando un grupo de 37 NRY-STRs (microsatélites Y no recombinantes).

Queda claro, ¿no?

Total, que Napoleón no tenía sangre árabe, me cuentan. ¿A qué ese interés por los árabes?

La leyenda negra que se extendió sobre los Bonaparte los convirtió en poco menos que monstruos sedientos de sangre, lujuriosos, caprichosos y feroces. Pero entonces alguien apuntó que si los Bonaparte eran tan malos, tan malos, podría serlo cualquier europeo. Tremendo. Así que buscaron y sembraron la sospecha de que, en pleno siglo XV, un corsario berberisco mezcló su sangre con los antepasados del Ogro, y esa sangre cuajó en el Monstruo, años después, para espanto de Europa.

El doctor Lucotte ha demostrado que los marcadores genéticos no tienen nada que ver con este asunto. Acaso se ha probado que cualquiera, de cualquier raza, puede ser un genio o un monstruo. Es cuestión de ponerse a ello.

Sitges, aromas de corrupción

La industria de la perfumería atiende con interés. Eligio Hernández, que había sido fiscal general del Estado, dice que el caso de Sitges Reference deja ir aromas de corrupción. Como vemos cada día, tales aromas se asocian al éxito social, al enriquecimiento personal (pecuniario), a la erótica del poder, al irresistible tufo de la impunidad, que tanto atrae a propios y extraños de cualquier signo y condición. Si uno fuera capaz de destilar este perfume y vender Eau de Corruption, por darle un nombre, seguro que haría sombra al Número Cinco de Chanel.

Pero, hoy por hoy, los perfumistas tienen que conformarse con los aromas de corrupción en el sobaco de otros, inasibles y envidiados, ésos que saben dónde y cuándo meter mano a los caudales públicos, ésos que se reparten el pastel al otro lado del escaparate. Lejos de nuestro alcance, pues, tales perfumes, pero no por eso dejan de acudir las mejores narices, para intentar dar con los ingredientes del sutil aire corrupto, por si se acertara con la fórmula y pudiera embotellarse, venderse y hacerse uno de oro.

Hoy, esas napias superlativas recorren las calles de Sitges con especial atención al detalle, aspirando las brisas que proceden de un edificio de oficinas que ha procurado más disgustos que bienes. Hablamos del Sitges Reference, que ha generado una deuda de 11 millones de euros y más que generará, pues el Ayuntamiento de Sitges ocupa parte del edificio y paga un alquiler a todas luces desproporcionado. En mal momento, cuando la deuda municipal suma 43 millones de euros y tiene un déficit de 28 millones más.

Dicen que el asunto se inició en 2006, cuando el Ayuntamiento de Sitges dio la luz a Sitges XXI, una empresa municipal que construiría y explotaría un edificio de oficinas a disposición de quien quisiera utilizarlas. El problema fue que nadie preguntó si las empresas del país querrían montar sus oficinas en Sitges; se dio por supuesto que sí... y resulta que ha ninguna empresa se le había pasado por la cabeza. Fue antes la oferta que la demanda, y en mal momento, porque el edificio se acabó en 2008, después de haber costado un dineral, y la crisis envió a la demanda a tomar viento.

Los munícipes pusieron el terreno y Proinosa, una empresa metida en especulaciones inmobiliarias... perdón, una promotora... Proinosa, decía, puso la mitad del capital de la recién creada empresa mixta Sitges Reference. A la chita callando, eso sí, por no dejar escapar los aromas antes mencionados.

¿Olía a corrupto, este asunto? Les diré. Proinosa ya tenía el edificio proyectado dos meses antes de publicarse el concurso público que adjudicó su construcción, y también habían contratado al arquitecto antes de tiempo. Vamos, que Proinosa veía muy seguro que el concurso iba a llevárselo ella.

Por cierto, ¿no les suena Proinosa? Quizá les suene el caso Pretoria, que se llevó por delante convergentes y socialistas y está pendiente de ver qué pasa en los juzgados. Pues Proinosa estuvo metida en el ajo, aparece como protagonista en algunas situaciones comprometidas y comprometedoras y, por si acaso, cambió luego su nombre por el de Altiare. No le sirvió de mucho: se ha enfrentado a un concurso de acreedores, lo que antes era una suspensión de pagos.

Los perfumistas compiten con otros husmeadores, los de la Oficina Antifraude de Cataluña (OAC), que han decidido actuar en el caso después de las quejas del nuevo gobierno municipal. Para ellos, Eau de Corruption apesta lo que toca y buscan el foco de la miasma.

Los que ahora mandan en Sitges son los miembros de una alianza de convergentes, populares e independientes, si no recuerdo mal, que no se pueden ni ver con los que antes mandaban, otra mezcla de socialistas, republicanos e independientes... o algo así, no sé bien. El caso es que los mentideros del pueblo se llenan de fábulas, dimes y diretes que procuran el deleite de los barberos, los jubilados y las tertulias de café. Unos y otros se lanzan puñales envenenados con el perfume apestado del dinero público perdido.

Sitges Reference es una carga de profundidad política, una ruina económica, un despropósito mercantil... del que alguien, supongo, habrá sacado beneficio. Si no, es que somos más tontos que Abundio y esto no va mal, sino peor.

Prioridades

No le pille a usted un infarto en Tarragona pasadas las cuatro de la tarde. Los hospitales de Tarragona tienen que derivar las urgencias cardiacas a Bellvitge porque la unidad hemodinámica cierra por las tardes, por ahorrar. Ya saben, la nueva política sanitaria de los recortes, ésa que, en palabras de don Baudilio, no afecta para nada a la seguridad de los pacientes.

Cierra la unidad hemodinámica, pero no falta un protocolo de doce páginas (doce) que explica al personal sanitario en qué lengua tiene que dirigirse a los pacientes. El manual también se aplica a las conversaciones entre el personal, especialmente cuando están presentes terceras personas. El protocolo se entregó a los profesionales sanitarios de Tarragona en diciembre de 2010, y otra vez el pasado octubre, según el diario El País.

Dice el opúsculo que el médico siempre hablará en catalán, independientemente de la lengua que utilice su interlocutor. Si el paciente muestra cierta dificultad para comprender lo que se le dice, el protocolo autoriza a utilizar recursos no verbales y material gráfico de apoyo (sic). Es decir, señas y dibujos. Si sigue sin comprender, pues se le habla en castellano, como última opción.

Es más sencillo y amable preguntar al principio de todo en qué idioma prefiere que le trate el médico, digo yo, pero el director de Salud en Tarragona, Josep Mercadé, de CiU, no opina como yo y además firma el protocolo, asegurando que se trata de un caso de imagen corporativa. Toda organización tiene la necesidad de definir cómo debe gestionar su comunicación, dice, al presentar el panfleto. Ah, en ese caso, no hay más que decir.

Como hablamos de Tarragona, hablamos de turismo, pues son millones los turistas europeos los que buscan en la costa mediterránea alcohol de garrafa, sexo fácil y hoteles baratos. Esos turistas, que vienen en plan salido y van de juerga en juerga, sufren accidentes y deben ser tratados en un servicio de urgencias... ¿en catalán?

En este caso, sólo en este caso, se admiten excepciones a la regla. Pocas. Sólo si es la primera vez que el turista tiene contacto con el sistema sanitario catalán, dice el protocolo, de manera restrictiva y excepcional, añade, podremos hablarle en su lengua u otra que entienda (y que entendamos nosotros). Ahora bien, señores turistas, no se hagan ilusiones. El protocolo afirma que con el inglés y el francés hay de sobras, que todo el mundo entiende una cosa o la otra y que no será necesario comunicarse en ningún otro idioma. Si es usted ruso, árabe, chino, malgache o alemán, mala suerte y apáñeselas como pueda.

De los inmigrantes no dice nada. Supongo que para ellos se guardan las señas y dibujos.

Creo que sobran los comentarios. Que cada uno piense en la oportunidad y el acierto de este protocolo, y la utilidad del esfuerzo que ha supuesto redactarlo. Hay quien considerará que es más urgente una cosa que otra, un infarto que un protocolo de comunicación, la formación del espíritu nacional que la atención debida a las personas. Como va por gustos y afinidades, yo me quedo con la atención debida y ustedes, con lo que les plazca. Pero ojalá sean tratados de acuerdo con su parecer en el momento, ojalá lejano, en que necesiten ayuda médica. Con dibujos y todo.

Perdón, ¿cómo dice?

Ha recién muerto José Luis Álvarez Emparanza, que se cambió a Jose Luis Alvarez Enparantza porque en vascuence no valen tildes y la eme delante de la pe está mal vista. Sin embargo, fue más conocido por su pseudónimo, Txillardegi. Nació en 1929 y ha muerto el 14 de enero de 2012.

Podríamos mencionarlo por muchas razones. Por ejemplo, es uno de los principales artífices del llamado euskara batua, que es la lengua vasca finalmente estandarizada en 1968, con ortografía, gramática y diccionario. Ese nacimiento del vasco estándar, en la reunión del Santuario de Aránzazu de la Real Academia de la Lengua Vasca en su 50º Aniversario, vino precedido de largos debates nunca exentos de propósitos políticos. A partir de entonces, el euskara batua se impuso sobre los dialectos que hasta entonces habían constituido la lengua popular, la lingua nauarrorum que se menciona en la Edad Media, mediante la ikastola (escuela) y el discurso oficial.

También se le debe al difunto la que dicen primera novela moderna escrita en vasco, Leturiaren Egunkari Ezkutua, que no sabría juzgar, por no haberla leído.

Los que navegan en los mares de la política vasca aseguran que Txillardegi ha sido uno de los pensadores más influyentes del nacionalismo vasco. Pues, no iba a serlo, si el muy cabrón fue uno de los fundadores de ETA.

Aquí se tuerce el currículum del personaje, que se peleó con la cúpula del PNV en los años cincuenta, fundó Ekin y parió ETA, me cago en sus muertos. De hecho, fue Txillardegi, el señor Álvarez, el que bautizó la banda Euskadi ta Askatasuna (ETA), que quiere decir Vasconia y Libertad. Sus camaradas de armas querían que se llamara Aberri ta Askatasuna (ATA), que es Patria y Libertad. Pero el señor Álvarez se opuso al lema porque era muy sobado y porque, en vasco, ata quiere decir pato. Antes que patosos, euskaldunes, y manos a la obra, que hay mucho que hacer.

ETA comenzó a matar y abrazó el socialismo revolucionario. El señor Álvarez se quejó y dijo aquello de nos están haciendo comer estrellas rojas de cinco puntas y nos vamos a atragantar. Porque el señor Álvarez era de izquierdas, decía, pero no creía ni en el internacionalismo ni demasiado en el socialismo. ¿Qué esperaban, si no, de quien bautizó tan particular movimiento como nacional-socialista (abertzale sozialista, en original)?

Mientras ETA iniciaba un camino de sangre que la llevaría a ser una poderosa organización mafiosa con notables intereses políticos y económicos en el País Vasco, quedándose por el camino cualquier propósito revolucionario que pudiera haber tenido en su origen, el señor Álvarez acabó fundando Herri Batasuna. ¿Fue una escisión? Al principio, sí. Luego, no. El entramado del nacionalismo vasco es un rompecabezas de intereses económicos, políticos y familiares de aquí te espero, que guarda una espantosa similitud con el devenir de la Mafia de Sicilia o la Camorra de Nápoles. Allá, en vez de PNV y Herri Batasuna tienen a la Democracia Cristiana de toda la vida, pero en lo demás son lo mismo, pistoleros incluídos, y sólo hay que dar una vuelta por ahí para comprobarlo.

El señor Álvarez acabó militando en Aralar en 1999, un movimiento a su vez escindido de Herri Batasuna, que reclamaba el fin de la violencia y la condenaba explícitamente. El señor Álvarez pasaba ahora por moderado, al exigir el cese de la lucha armada, que consideraba inútil... hasta que Aralar participó en un homenaje a las víctimas de ETA en 2007. Entonces asomó de nuevo el cabrón de Txillardegi. El personaje abandonó Aralar, por venderse a los españoles, ahí va, pues.

Estos últimos días, el señor Álvarez había vuelto a la órbita de Herri Batasuna, pero ha muerto, finalmente. Es decir, que todos lo ensalzarán por su compromiso político con la libertad del Pueblo Vasco (con mayúsculas) y por su brillante intelecto. Hasta habrá alguno que lo señalará como artífice de la paz, profeta de la concordia o alguna cursilería por el estilo. Ya verán como tengo razón.

Pues lo que es yo, qué quieren que les diga, si ha muerto, bien muerto está. Lo siento, pero no me veo capaz de lamentar su fin. Ha sido uno de los responsables de muchos muertos para nada, de mucho dolor inútil, de alentar un odio irracional que se pone por encima de la razón y el respeto, de dar alas a una organización criminal con ánimo de lucro, que vive de la extorsión y el terror. Al difunto y sus discípulos debemos la tésis de la socialización del sufrimiento. Que le den, en serio, y que le duela.

En cuanto a su intelecto, juzguen ustedes mismos. La siguiente cita la han destacado sus admiradores, que la consideran central en su discurso político. La transcribiré y traduciré, y me despediré de ustedes. Es una cita de Euskal kulturaren zapalketa 1956-1981 (La opresión de la cultura vasca 1956-1981), editado por Elkar en 1984.

Ahí va, agárrense:

Euskal arazoa ez da kultur arazo huts bat, jakina; eta honetara bildu nahi izatea, eskuindarkeria da. Baina euskal arazoak kultur izaria du bere muinean, eta kultur izari hori gabe, ez da euskal arazoa (gizarte-arazo bat izan badaiteke ere, nahiz ez nazio-arazoa). Bi mutur horien arteko bide hertsia euskal iraultzaileek ongi aurkitu eta errespetatu arte, Euskal Herriak ez du gerorik izango.

Traducción:

El problema vasco, por supuesto, no es una cuestión meramente cultural. Pretender reducir la cuestión vasca al aspecto cultural es derechismo. Pero el problema vasco sí tiene en su esencia una dimensión cultural, sin la cual no sería tal problema vasco (podría ser un problema social, pero no sería un problema nacional). Hasta que los revolucionarios vascos no encuentren el angosto camino que une a ambos extremos, Euskal Herria no tendrá futuro.

Perdón, ¿cómo dice?