Los diputados catalanes recelan de Maite Masià


Avant la letre, ¿quién es la señora Masià? La recientemente nombrada directora adjunta de la Oficina Antifraude de Cataluña. ¿Por qué los diputados del Parlamento de Cataluña ponen en tela de juicio que sea adecuada para el cargo?

¡Qué respuesta más larga! Ya tuvo un cargo en la Oficina Antifraude de Cataluña, donde supervisó la redacción de las conclusiones de la comisión parlamentaria sobre el caso Palau. Concluyó que no había razones para sospechar que Convergència Democràtica de Catalunya (CDC) cobrara comisiones a través del Palau de la Música o del señor Millet y que, en cualquier caso, esas pretendidas razones no podrían emplearse en un tribunal. Tal cual. El juez embargó la sede de CDC, poco después. Tenía sus razones para ello.

Luego apareció en las conversaciones telefónicas del caso ITV y ahí dió el salto a la fama. Era una amiga muy amiga (sic) de uno de los empresarios imputados y desde su nuevo cargo como directora del Instituto Catalán de Energía prometió toda su ayuda para que los cómplices de Oriol Pujol, secretario general de CDC, cobraran una subvención de 180.000 euros y se introdujeran en la inspección energética de edificios. 

Como el secreto de sumario se vino abajo por una delación, no hubo tiempo de recopilar más pruebas y se libró de ésta. Los imputados tampoco cobraron la subvención porque la señora Masià (a las conversaciones grabadas me remito) no supo explicarles muy bien cómo había que pedirla, y eso que era su trabajo explicarlo en numerosas charlas y conferencias. Pero, claro, la pillaron sin el pogüerpoin delante.

Como directora del Instituto Catalán de Energía, contrató a varias consultorías a dedo. Unas, de viejos amigos y conocidos; otras, de gentes relacionadas con CDC o con la familia Pujol. También contrató al cónsul honorario de Albania. Era éste un hombre de setenta años, llamado Calmet, que había sido un alto cargo de la era Pujol y que necesitaba este favor. ¿Qué trabajo hacía? No se sabe. Al mismo tiempo, se procedía a reducir la plantilla del Instituto Catalán de Energía, drásticamente. En dos años, la plantilla pasó de setenta y muchos a cuarenta y pocos empleados. El número de altos cargos y asesores, en cambio, no se redujo en la misma proporción. De hecho, ¿se redujo?

Finalmente, una minucia, pero una minucia que ilustra muy bien con qué personaje tratamos. La señora Masià cobraba dietas por asistir a todas las reuniones de consejos de administración obligadas por su cargo de directora del Instituto Catalán de Energía. Lo mejor, es que las cobraba aunque se celebraran ¡en su propia oficina! De sesenta a doscientos euros por reunirse en la habitación de al lado, donde obtener un certificado de asistencia. ¡Me apunto!

Etcétera, y uno se pregunta ¿no había nadie mejor para el cargo de directora adjunta de la Oficina Antifraude de Cataluña? ¿O quizá emplean la filosofía de emplear a un ladrón para pillar a otro ladrón? ¡Quién sabe!

Los parlamentarios catalanes se preguntan cosas parecidas a las que yo me pregunto, excepto los de CDC, naturalmente, que están encantados con esa mujer, tan solícita y dispuesta a lo que mande el jefe. Es el paradigma de la línea ética habitual de su partido en los últimos treinta y tantos años.

Así, el Boletín Oficial del Parlamento de Cataluña (BOPC) ha recogido estos días algunas preguntas parlamentarias que el Gobierno de la Generalidad de Cataluña tendría que contestar, oralmente o por escrito. ¿Alguien sabe cómo podría conseguir las respuestas del Gobierno? ¡Me gustaría mucho publicarlas!

En el BOPC 492 del 10 de febrero
(http://www.parlament.cat/activitat/bopc/10b492.pdf),
en la página 89, se pregunta:

¿Cuáles fueron las retribuciones anuales totales de la Sra. Maite Masià durante los años 2011, 2012, 2013 y 2014, en su condición de directora del Institut Català d'Energia (ICAEN)? ¿En qué conceptos retributivos se distribuyeron las retribuciones anuales totales de la Sra. Masià (salario bruto, dietas, indemnizaciones...)? 

Prosigue el interrogatorio:

Durante la etapa de Maite Masià como directora del ICAEN, ¿contrató este organismo al Sr. Josep Maria Calmet Iglesias para trabajar en dicho organismo? En caso afirmativo: ¿A cuánto ascendieron los costes sociales y salariales anuales de la contratación del Sr. Calmet, en concepto de cotizaciones a la Seguridad Social y cualquier otro régimen de protección social? ¿En qué conceptos retributivos se distribuyeron las retribuciones anuales totales del Sr. Calmet (salario bruto, dietas, indemnizaciones...)? ¿Qué funciones tenía asignadas el Sr. Calmet dentro del ICAEN?

Esas preguntas fueron remitidas el 27 de enero. Pero hay más.

El BOPC 502 del 24 de febrero
(http://www.parlament.cat/activitat/bopc/10b502.pdf)
publica una pregunta oral (p. 62) y varias por escrito (p. 73 y ss.).

La pregunta oral es clara y concisa:

¿Cuál fue el importe mensual abonado en nómina o transferido directamente en concepto de dietas por asistencia a órganos colegiados y gastos de desplazamiento, manutención, representación o similares a la Sra. Maite Masià durante su etapa de directora del Instituto Catalán de Energía (2011-2014)?

Alguien les ha ido con el cuento de sus dietas extrañas, o lo leyeron en los periódicos, donde se publicó no una, sino varias veces, con meses de diferencia.

Las preguntas por escrito muestran que la actuación de la señora Masià despierta muchos recelos entre los señores diputados. ¡No les faltan razones para desconfiar de ella!

Preguntan por los contratos de Entorn, SA Enginyeries i Serveis, que quieren conocer al detalle: para qué sirvieron, cuánto costaron, qué ofertas se presentaron y quién las presentó, por qué gano esta empresa y no otra el concurso (aquí nos vamos a divertir), etcétera. Entorn, SA Enginyeries i Serveis ha estado siempre en la órbita Pujol, ya me entienden.

Se pregunta lo mismo en relación a los contratos de la empresa Dribbling, SL, que anda metida en contratos muy raros que arregló el señor Crespo (CDC) en Lloret, imputado, entre otras cosas, por andar haciendo favores a la mafia rusa y ojalá que como partícipe en la corrupción que está destruyendo la sanidad pública catalana. Dribbling, SL, también es una empresa con apellidos convergentes (Saggi) y relaciones personales entre el entorno de la señora Masià y el entorno Pujol.

Tampoco escapan del interés de los señores diputados los contratos con Novatec Asesoria, SL, donde se pregunta por lo mismo: cuántos contratos, a qué precio, quién y qué ofertas presentó en el concurso, etc. Ya publiqué en El cuaderno de Luis que contrataron a la empresa y luego a uno de los socios, como si la empresa no fuera con él, para sumar entre los dos bastante más de cien mil euros... ¡sin concurso! También lo han publicado los periódicos.

Pero en este caso se añade una pregunta más: ¿Existía alguna relación profesional anterior entre la directora del Instituto Catalán de Energía y el administrador o responsable de la empresa Novatec Asesoría, SL? 

Pero ¡qué pregunta! ¡Claro que sí! El señor Beleta había sido el jefe de la señora Masià en un lobby que defendía los intereses de las empresas que generan mucho pipí de cerdo (sic) y se conocían de hacía tiempo. Eso es público y está publicado, pero el parlamentario tiene que preguntarlo y el Gobierno ya veremos cómo responde a eso.

No acaba ahí todo. Porque otra pregunta parlamentaria insiste sobre la contratación del señor Calmet. Pregunta:

¿El Instituto Catalán de Energía contrató al señor Josep Maria Calmet? ¿Cuál fue su fecha de contratación y extinción de la relación laboral, si hubo tal, el importe de su retribución bruta anual? ¿Qué razones justificaron su contratación? 

Qué razones justificaron... Sé lo que decían los mentideros del ICAEN. Hablaban de el Becario, el mote del cónsul honorario de Albania, que ganó gracias a su edad y a que no se sabía muy bien qué hacía exactamente o por qué casi nunca aparecía por la oficina, nunca antes de las 11 de la mañana. Los rumores decían que estaba ahí porque... porque no lo puedo decir, lástima. Pero la razón oficial resultará igualmente interesante (aunque será menos jugosa y seguramente, menos cierta).

En serio, cuánto me gustaría saber qué responderá el Gobierno. ¿A ustedes no?

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