No pudo ser, pero casi (Gran Premio de China 2018)



Este fin de semana, Ferrari ha mostrado sus garras y en los entrenamientos obtenido los dos mejores tiempos. Si ha sido un espejismo o si ahora vamos en serio ya se verá, pero, por el momento, la cosa pintaba muy bien. Mercedes-Benz parecía desfallecida, lo que ha sido una novedad. Entre los demás equipos, también se afilaban los cuchillos, porque la competencia entre ellos está en su punto álgido.

En carrera las cosas se torcieron un poco para los dos primeros equipos. Fue, reconozcámoslo, una mezcla de mala suerte y errores de estrategia. Si en el desierto Ferrari arriesgó y ganó, en China el que ha arriesgado y ha aprovechado mejor que nadie la oportunidad de un safety car ha sido Red Bull. Ricciardo entró corriendo a cambiar neumáticos y a partir de ahí ha adelantado a todos, hasta llevarse la carrera. Ferrari lo hizo tarde. Peor todavía: el primer Ferrari (Vettel) fue alcanzado por detrás por el otro Red Bull y perdió varias posiciones. El coche, tocado, no pudo dar lo mejor de sí y terminó octavo. El segundo Ferrari (Raikkonen) terminó tercero, detrás del segundo Mercedes-Benz y el primer Red Bull. 

Como el primer Mercedes-Benz (Hamilton) sólo pudo quedar cuarto, Red Bull (1.º y 5.º) y Mercedes-Benz (2.º y 4.º) han batido a Ferrari (3.º y 8.º). En el Campeonato de Pilotos sigue por delante Vettel, pero en el de Constructores Mercedes-Benz supera ahora por un punto a Ferrari. Sea como sea, ha sido una carrera emocionante. 

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