Hay días... En fin, que en México hubo sarao. En la delantera, como siempre, los dos Mercedes-Benz. Hay una cierta emoción por ver cuál gana. Parece que Rosberg puede llevarse el Campeonato de Pilotos, pero Hamilton no se vende fácil y planta cara. Ayer ganó, pero Rosberg quedó segundo. Si se repite esto mismo en las dos carreras que quedan, Rosberg sale campeón. Así está el patio.
Detrás, como decía, hubo sarao. Ferrari y Red Bull se enfrentan a cara de perro, porque ahora mismo Red Bull parece que va mejor que Ferrari. En pista hubo sus más y sus menos. Uno quiere adelantar y el otro se defiende yendo de un lado al otro más veces de las permitidas o se salta la chicane y sigue recto por donde hay curvas. Saltaron los comisarios y aplicaron el reglamento, siempre tan polémico.
Un Red Bull se saltó la chicane cuando el Ferrari de Vettel lo estaba pasando y quedó tercero. La maniobra fue a menos de un kilómetro del final. Lo penalizaron con cinco segundos y el Ferrari quedó tercero justo a tiempo para subir al podio. Tres horas después, lo penalizaron con diez segundos... y quedó quinto. Por lo visto, no se había dejado adelantar cambiando el rumbo más veces de las permitidas, lo que se considera conducción peligrosa (sic). Al final, tercera y cuarta posición para Red Bull (en orden invertido a su paso por meta) y quinta y sexta para Ferrari. Un mal día. Lo es siempre que quien corre es el comisario.
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